Ernio. Circular desde Bidania

Bonita ruta circular que se inicia y finaliza en Bidania.
Ruta: Bidania, GR 35 a Zelatun, Ernio, Ezkurretako lepoa, Bidania.
Casi 13,5 kms. de recorrido, en un tiempo total de 3h40m. En movimiento, 3h20m.
El desnivel total acumulado ha sido de 580 mts.
Se sale del parking existente junto a la iglesia. Salimos a la carretera Tolosa-Azpeitia y caminamos en sentido Azpeitia, N., durante unos 500 mts. hasta el km 9.
Allí se abandona la carretera por la dcha. tomando pista de cemento en descenso hacia los caseríos Betelu. Al poco empezamos a ver marcas rojiblancas de una GR.
Una vez pasado el caserío Betelu Goena, giro brusco a izqda. Tomamos sendero en ascenso por bosque. Las marcas rojiblancas nos van a guiar y a acompañar hasta Zelatun, sin posibilidad de pérdida, ya que son abundantes y estratégicamente distribuidas. Es la ruta GR 35, ruta de la transhumancia. ¡Atentos a las balizas rojiblancas!
Antes de alcanzar Zelatun, un poste informativo nos va a dirigir hacia Ernio, haciendo un giro brusco a dcha. en ascenso, en dir. S/SE. Por ese sendero llegaremos a la cima.
Antes del último repecho veremos el refugio Erniozaleak y los típico aros y la cruz.
En la cima vistas espectaculares y avituallamiento. Es un recreo para la vista.
Volvemos otra vez al refugio y dejándolo a nuestra dcha. seguiremos las indicaciones de un poste informativo, junto al refugio, que nos direcciona hacia Ezkurretako lepoa, en dirección SE.
Por sendero, faldearemos el cresterío y tras caminar algo más de 1 km., llegamos al collado. Allí vemos, a la izqda. un par de puestos de caza elevados. A la dcha. una ancha pista pedregosa, en suave descenso, que tomamos y que nos llevará hasta Bidania. Disfrutaremos de las bonitas vistas del valle de Bidegoian. Unos 3 kms. más abajo encontramos una bifurcación junto a un abrevadero, tomaremos el ramal dcho. por pista en descenso y en algo más de media hora estaremos en la meta.
Luego almuerzo en toda regla, nos lo merecemos. En Santa Marina, unas vistas espectaculares, nos acompañan, así como unos pintxos de morcilla y carne cocida con tomate, bien regados de sidra. ¡La vida es bella!