Errialtabaso y Ezkumin desde San Lorentzo de Balzola

Preciosa ruta de subida y descenso por el mismo camino, que parte desde el pequeño parking de San Lorenzo de Baltzola para ascender al Errialtabaso y al pequeño Ezkumin.

Hoy madrugamos un poco más que el pasado miércoles, cuando subí con Jesús Mari al Kukuzburu desde Galdakao, ya que debemos desplazarnos hasta Dima y subir hasta la ermita de San Lorenzo de Baltzola, desde donde parte la ruta. Recojo a Edu en Deusto y a Jose Mari en La Casilla y ponemos rumbo hacia Arratia para llegar hasta Dima. Una vez en Ugarana (llamado así el núcleo urbano de Dima), cogemos la carretera hacia Vitoria–Gasteiz y a la altura del frontón giramos a la izquierda para llegar a una rotondita. Seguimos de frente y a unos metros hay un cruce, por la izquierda la carretera se dirige a Artaun y Oba y por la derecha a San Lorenzo de Baltzola. Cogemos por ahí y en unos 2,5 km estamos aparcando junto a la ermita que da nombre al paraje.

Pongo wikiloc en modo grabación en el móvil y arrancamos. Vamos hacia arriba y, en unos metros, tras el paso de una ataka, encontramos una bifurcación señalizada, siguiendo de frente. A partir de ahora y hasta un par de kilómetros mas arriba subiremos con tranquilidad y sin desviación alguna por una pista amplia adaptada para todo tipo de vehículos hasta un cruce señalizado en el collado de Olarreta. Llegamos a la zona del collado y comprobamos que esta bastante deteriorada, desgarrada y embarrada por el paso de máquinas forestales y camiones de gran tonelaje debido a una matarrasa cercana.

Seguimos de frente y un poco a la derecha, para encontrar a unos pocos metros nuevas señales. Sin desviarnos de nuestra ruta seguimos adelante dentro del pinar (que imagino no durará mucho tiempo en pie, a juzgar por las talas que se están produciendo en toda la zona). Tras andar otro pequeño rato encontramos un desvío a la derecha dentro del pinar que desechamos, siguiendo de frente. No andamos demasiado cuando encontramos otro desvío señalizado. Nosotros seguimos hacia la derecha, hacia Akalarra y Urkiola, la PR BI–83, desechando el camino de la izquierda que baja hasta Mañaria (PR BI–84).

A partir de ahora y ya sin desvío alguno iremos subiendo por rampas relativamente severas y trazando varios zigzags hasta llegar a una verja metálica que se encuentra abierta de par en par. Es la típica verja que cierra el camino para evitar el paso del ganado, pero que en este caso se encuentra abierta. La pista terrosa y con piedrilla en muy buen estado, arreglada en algunos tramos, sigue en duro ascenso hasta llegar a un collado herboso en un gran espacio abierto. Es una zona preciosa y con unas panorámicas espectaculares. Hay un poste con tres señales indicadoras y unos metros más abajo un pequeño refugio abierto con un banco y una valla de madera protectora para que el ganado no lo invada.

En el poste nosotros vamos hacia la izquierda, hacia el Errialtabaso, del que distamos poco mas o menos unos 700 m, según reza el cartel. No existe senda ni camino alguno para acceder hasta la base del roquedo, por lo que vamos ascendiendo por el verdísimo y mullido césped entre los escasos pinos. Vemos con pena cómo algunos jabalís han levantado algunas partes de la extensa campa. Poco a poco vamos subiendo directos hasta las primeras rocas y vemos un montoncito de piedras sobre una roca a modo de hito o kairn que nos indica que estamos en el camino adecuado. A unos metros vemos una parte más pisada, como un sendero que poco a poco va serpenteando y subiendo entre las rocas. Ahora la senda se aprecia con bastante claridad.

Llegamos a una zona más abierta en la que a nuestra izquierda se ve una gran escotadura entre las peñas, es como una especie de ventana abierta al vacío por la que se divisa una gran panorámica. Hay caída, por lo que lo mejor es no aproximarse demasiado. El sendero sigue a nuestra derecha metiéndose bajo el manto protector del hayedo para encontrar al poco una roca vertical a modo de menhir con una pequeña placa metálica de la Diputación. Imaginamos que es una especie de "arrimune" o piedra que señaliza una frontera o lindero entre municipios. Seguimos el senderito entre las rocas y vemos algún otro hito de piedras apiladas que nos indica el camino hacia la cercana cumbre del Errialtabaso, a la que no tardamos en llegar (1018 m).

La cima, señalizada por un roñoso buzoncito, no ofrece vista alguna porque esta rodeada de hayas por todos los lados. Hacemos las fotos de rigor y de inmediato iniciamos la vuelta hasta las campas de abajo por el mismo camino seguido en la subida. La verdad es que nuestra intención era habernos desviado hacia el Eskubaratz, bajando un poco hasta la escotadura anteriormente citada y girar allí mismo a la derecha para, entre el complicado roquedo kárstico, acceder a la citada cima. A pesar de que andábamos bien de tiempo el camino nos ha parecido un tanto complicado y tortuoso, y lo peor, es que tampoco sabíamos perfectamente la ruta a seguir, así que hemos desechado la idea.

Retornamos por la misma sendita de subida entre el roquedo para bajar hasta las campas del collado y el cruce de caminos. Una vez en él pasamos al lado del poste de señales para seguir de frente hacia la cercana cima del Ezkumin (919 m) del que se distingue desde lejos el buzón. Llegamos a él en pocos minutos y, de nuevo, tras las fotos de rigor del grupo junto al buzón, retornamos hacia el poste de señales no sin ante pasar por Neberazarra, una antigua nevera perfectamente conservada y balizada para evitar desgracias de posibles caídas, tanto de personas como de animales.

Y sin más dilación iniciamos el camino de vuelta siguiendo exactamente el mismo camino de subida. Ahora que bajamos tranquilos sin el esfuerzo de la subida merece la pena pararse de vez en cuando para admirar el paisaje y sacar algunas fotos de las distintas panorámicas que divisamos: a nuestra derecha la mole rocosa de Eskuagatz, de frente y desde mas arriba se ve el paredón del Mugarra y cuando bajamos un poco los gemelos Leungane y Artatzagne, a nuestra izquierda y abajo vemos un claro verde entre los pinares con el caserío Indibiti en medio, a media distancia el antenado pico de Urrekoatxa y a lo lejos el perfil de la cresta del Ganeko y Gallarraga. La verdad es que el día soleado y limpio de hoy favorece las vistas.

Charlando de lo divino y humano, haciendo cábalas sobre los resultados de las elecciones municipales y forales del domingo, superamos los dos cruces señalizados por los que hemos pasado esta mañana, para seguir de frente en cómodo descenso hasta llegar al paraje de la ermita de San Lorenzo de Balzola, donde en una de las mesas bajo el arbolado nos hidratamos y damos buena cuenta de los bocatas acompañados del milagroso néctar de la bota de Jose Mari. Tras el refrigerio bajamos unos metros más hasta donde tenemos el coche aparcado, justo enfrente de la pequeña gruta de la Virgen de Lourdes, al lado de la fuente.

En definitiva, esta es una sencilla ruta mañanera que si la hacemos en un día despejado y soleado como el de hoy disfrutaremos de unas vistas extraordinarias. Y tampoco estamos tan lejos de Bilbao, ya que Dima y Arratia están muy bien comunicados y en una media hora mas o menos estaremos aparcando el coche en San Lorenzo de Baltzola o en cualquiera de los numerosos barrios del municipio desde los que podemos hacer senderismo y montaña. Animo a la gente a visitar los distintos parajes de este precioso pueblo que como digo cuenta con numerosos barrios de excepcional belleza (Bargondia, Baltzola, Indusi, Artaun, Bikarregi, Oba, Makastui, Lamindao, Biteriño, Aroztegieta, Atremin, Olazabal..., etc.) desde los que podemos hacer excursiones montañeras únicas.

Y sin más..., ¡un cordial saludo y hasta otra ruta!