Es Bòrdes de Benasque. Sendero botánico. Gorges del Alba. Cascadas del Ésera.

Fin de Fiesta. Acabadas las rutas previstas, preparando ya la vuelta a casa y nada mas acabar la ruta al Salvaguardia se nos ocurre hacer una ruta suave, de relleno, por el río Ésera hasta el Plan de Turpí, entre Hospital y Baños de Benasque. Todos cansados, pero nadie quiere reconocerlo, tenemos por delante un itinerario suave, de pocos kilómetros, para pasar por algunos puntos bonitos sin demasiadas pretensiones. ¡Qué error!. Mire las fotos acompañantes y no lo olvide, con un esfuerzo relativamente suave en las condiciones apropiadas, este es uno de los itinerarios irrenunciables de esta visita a Benasque.
En nuestra línea habitual, habíamos preparado un buen número de rutas alternativas para sustituir a las de la programación base en el caso de mal tiempo o incidentes de cualquier tipo que aconsejasen cambiarla. Entre ellas estaban dos rutas a lo largo del Ésera desde Llanos del Hospital. Pero no había tenido tiempo de revisarlas en detalle, así que cuando decidimos acabar con un sendero fácil y empezamos esta ruta no esperábamos encontrar lo que luego vimos. Sabíamos que veríamos bonitos bosques, rápidos, los Baños de Benasque y algunas cascadas muy bonitas, pero nada sabíamos sobre el sendero botánico y, sobre todo, les Gorges del Alba, un maravilloso lugar que por si solo merecería el viaje hasta Benasque en mi opinión. Posiblemente con menos agua no sea tan impresionante, pero en las condiciones actuales... ¡Inolvidable!.
A priori, los Baños de Benasque parecían el punto fuerte del día. Este balneario es el ubicado a mayor altura de los existentes en España y el uso terapéutico de sus aguas es conocido de antiguo, existiendo citas al respecto bien documentadas desde inicios del siglo XVI. El primer balneario fue construido en 1801 por Antonio Cornel. Durante la Guerra Civil fue quemado, siendo reedificado y modernizado posteriormente. En 1967 se declararon mineromedicinales sus aguas. Las instalaciones están cerradas actualmente, pero no se sabe nada de la cueva encantada de la leyenda, que dice que en ella están encerrados unos servidores del Diablo que no eran suficientemente malos, por lo que fueron convertidos en piedras ardientes y seguirán así hasta que en la Ribagorza aparezca alguien suficientemente malo; esas piedras son la causa de que el agua salga caliente, y también de la tradición de que nadie debe bañarse en ella más de 9 días seguidos si no quiere exponerse al maleficio de los diablos de la cueva.
La ruta comienza en el Hotel de Llanos del Hospital, desde donde salimos a la pista que, a la vera del río Ésera, se une más adelante a la carretera de Benasque. Poco antes de hacerlo encontramos una pista no asfaltada que sale por la izquierda, para descender hacia un puente que cruza el Ésera. Desde aquí la ruta asciende por la ladera del Valle de Alba. Al lado norte del valle, en esta parte inicial, vemos algunas impresionantes cascadas como Remuñé y Aigües Pases. Por el lado sur se ven algunos saltos menores, hasta que llegamos a las Fuentes del Alba, donde hay varios saltos de mayor importancia (uno en especial), mientras avanzamos por un precioso hayedo. Un par de bancos de madera permiten pararse un rato a la sombra en una parte preciosa del bosque, pero continuamos subiendo para llegar a Baños de Benasque, en una zona despejada y bastante calurosa. No queda mucho que ver por aquí, así que seguimos la carretera en que se ha transformado la pista por la que veníamos, mientras desciende hacia el Plan de Turpí, donde nos encontramos de nuevo el rio Ésera en un precioso paraje donde hay bastante gente bañándose.
Nosotros continuamos por la carretera, hasta pasar las instalaciones del Hotel del Turpí y el Camping, para tomar un camino por la derecha que nos llevara al Sendero Botánico, cuyo comienzo está algo más allá. El sendero es un itinerario muy bonito, en constante sube y baja, con información sobre algunas de las especies botánicas que puede admirar aquí el caminante; con la caminata previa el recorrido se hace algo cansado, pero la ruta no plantea dificultades y las personas que lo visiten sin haber hecho rutas antes la encontrarán relativamente fácil.
Al final de este sector unas pasarelas y puentes metálicos nos permiten acceder al lugar mágico de la ruta: les Gorges del Alba, unas cascadas con buena cantidad de agua que constituyen un marco impresionante de naturaleza entre la vegetación. Este es un lugar de fácil acceso que debe estar incluido, en nuestra opinión, en todas las rutas de Benasque. En los últimos tiempos hemos visto en algunos periódicos varias sugerencias de visita a cascadas por España. Las que hemos visto a lo largo de esta semana igualan o superan a la mayoría.
Tras recorrer todas las pasarelas y hacer abundantes fotos, cruzamos al otro lado del puente y seguimos el sendero mientras sube por las Fuentes del Alba hasta llegar a la pista inicial. Tras cruzar el puente sobre el Ésera salimos al camino asfaltado que nos devuelve al parking de Llanos del Hospital y el Hotel de Llanos, donde termina la ruta.
Una excelente ruta, fácil en exigencia física y accesible a niños y personas con regular forma física, aunque hay zonas húmedas y pequeños desniveles donde hay que tener cuidado para evitar caídas. Hay varias posibilidades de pasos alternativos en la zona; de hecho la ruta que hemos seguido es distinta a las referencias que llevábamos, que hemos cambiado sobre la marcha. Si quiere seguir la ruta descrita le aconsejamos que la lleve grabada en el GPS, porque hay otras posibles rutas y la descrita no está marcada específicamente. Calzado de montaña, no necesariamente botas, protección solar, agua y tal vez algo de comida para los niños, son recomendables. Es posible bañarse en el Plan de Turpí.