Escamilla: A Torronteras (fracaso parcial)

Nuestro objetivo era llegar a Torronteras por los caminos “ortodoxos” y atajar a la vuelta. (Lo sensato es hacerlo al revés, enfrentando las incertidumbres cuanto antes; pero ciertas razones nos forzaban a hacerlo así.) A la vuelta, bajaríamos como pudiéramos de Torronteras al valle para coger allí cualquiera de los caminos más directos que nos devolvieran a Escamilla. Ahí estuvo nuestro fracaso.

Los antiguos vecinos de Torronteras tendrían seguramente huertas junto al arroyo Ompolveda, y caminos para subir y bajar con relativa facilidad. Llevábamos grabados en el GPS los caminos que figuran en la primera edición del MTN50 (pero no, en las actuales). Incluso los encontramos, pero tan alterados e intransitables por la confabulación de maleza, orografía y terrazas de repoblación que finalmente optamos por volvernos por donde habíamos venido, no sin haber gastado antes preciosa energía tozuda. Que este fracaso sirva para evitar que otros “sinsenderistas” lo repitan y para incitarles a encontrar y publicar una vía de acceso. (12 años atrás, en sentido contrario, conseguimos subir del río al pueblo, pero también con mucha dificultad.)

¿Por qué nuestro interés en volver a Torronteras? Porque es un pueblo de la “España Vaciada” excepcional en se despobló totalmente pero fue más tarde colonizado por una familia extranjera que le ha devuelto cierta vida. Esta historia de éxito está bien contada en: http://lospueblosdeshabitados.blogspot.com/2013/01/torronteras-guadalajara.html

Por el camino no encontramos vida animal alguna: ni pájaros ni ganados ni fauna, ni los ciervos furtivos que en esta época bajan a pastar en los sembrados. Parece como si la desaparición del hombre hubiera acarreado también la de la fauna. Escamilla afortunadamente conserva bastante vida y tuvimos la gran suerte de encontrar la iglesia abierta y que nos permitieran incluso subir a la torre, la más hermosa de toda la Alcarria. Fue un brillante final para una marcha triste.