Pueblo abandonado de Escó
near Escó, Aragón (España)
Viewed 42 times, downloaded 0 times
Trail photos
Itinerary description
Escó, o Esco, como es conocido por los pobladores de la zaragozana comarca de Jacetania, a la que pertenece, es prácticamente un pueblo abandonado desde que fuera expropiado durante la década de los 60 por la construcción del Embalse de Yesa. Tan solo una de sus casas está habitada por 4 vecinos, y no de forma permanente.
Esco se encuentra junto a las primeras estribaciones de la cordillera de los Pirineos, y sin duda es un pueblo que fascinará a los amantes de los lugares abandonados, esas poblaciones que guardan detrás de sí una historia que muchas veces parece perderse en la noche de los tiempos. Los pueblos abandonados tienen ese encanto especial y fantasmal de lo misterioso. En sus calles uno no puede dejar de pensar adónde se fue la vida que antes bullía en sus rincones.
Porque la historia de Esco es larga y rica. Hay que remontarse a los tiempos anteriores a la conquista romana del siglo I antes de Cristo para encontrar su origen, cuando la zona ya estaba habitada por jacetanos y vascones, hasta que en el siglo VI a. C. se asentaron allí unos celtas provenientes de la actual Bélgica, los suessetanos.
Tras la presencia romana, ya en la Edad Media, Esco adquirió una gran relevancia estratégica, contando con su propio castillo, construido por orden de Pedro II de Aragón a principios del siglo XIII.
A mediados del siglo XIX, Madoz, autor del muy popular en su época Diccionario geográfico, estadístico e histórico de España visitó la localidad, recogiendo que en aquel momento eran unos 250 sus habitantes. Un siglo después, la ya mencionada construcción del pantano de Yesa provocó su paulatino abandono.
Con vistas al pantano de Yesa.
Entre las fantasmales calles de Esco destacan las ruinas de la románica Iglesia de San Miguel, así como la reconstruida Ermita de Nuestra Señora de las Viñas. Un paseo entre sus desnudos ventanales y sus muros derruidos tiene algo de apocalíptico.
La localidad pertenece a la Confederación Hidrográfica del Ebro, que desde hace años se niega sistemáticamente las solicitudes de la Asociación Pro Reconstrucción de Escó para revertir la progresiva degradación del pueblo y conseguir que vuelva a estar habitado. Aunque es parte del Camino de Santiago y está declarado Conjunto Histórico-Artístico, ni desde el ámbito público ni desde el privado se da ninguna solución para poder rehabilitar esta pequeña joya arquitectónica de Aragón.
El pueblo de Escó está ubicado en el lado sur de la Sierra de Leyre, entre las fronteras de Zaragoza y Navarra, la única vía de comunicación que tiene como acceso es la N-240, en el tramo entre Liédena y Berdún.
Esco se encuentra junto a las primeras estribaciones de la cordillera de los Pirineos, y sin duda es un pueblo que fascinará a los amantes de los lugares abandonados, esas poblaciones que guardan detrás de sí una historia que muchas veces parece perderse en la noche de los tiempos. Los pueblos abandonados tienen ese encanto especial y fantasmal de lo misterioso. En sus calles uno no puede dejar de pensar adónde se fue la vida que antes bullía en sus rincones.
Porque la historia de Esco es larga y rica. Hay que remontarse a los tiempos anteriores a la conquista romana del siglo I antes de Cristo para encontrar su origen, cuando la zona ya estaba habitada por jacetanos y vascones, hasta que en el siglo VI a. C. se asentaron allí unos celtas provenientes de la actual Bélgica, los suessetanos.
Tras la presencia romana, ya en la Edad Media, Esco adquirió una gran relevancia estratégica, contando con su propio castillo, construido por orden de Pedro II de Aragón a principios del siglo XIII.
A mediados del siglo XIX, Madoz, autor del muy popular en su época Diccionario geográfico, estadístico e histórico de España visitó la localidad, recogiendo que en aquel momento eran unos 250 sus habitantes. Un siglo después, la ya mencionada construcción del pantano de Yesa provocó su paulatino abandono.
Con vistas al pantano de Yesa.
Entre las fantasmales calles de Esco destacan las ruinas de la románica Iglesia de San Miguel, así como la reconstruida Ermita de Nuestra Señora de las Viñas. Un paseo entre sus desnudos ventanales y sus muros derruidos tiene algo de apocalíptico.
La localidad pertenece a la Confederación Hidrográfica del Ebro, que desde hace años se niega sistemáticamente las solicitudes de la Asociación Pro Reconstrucción de Escó para revertir la progresiva degradación del pueblo y conseguir que vuelva a estar habitado. Aunque es parte del Camino de Santiago y está declarado Conjunto Histórico-Artístico, ni desde el ámbito público ni desde el privado se da ninguna solución para poder rehabilitar esta pequeña joya arquitectónica de Aragón.
El pueblo de Escó está ubicado en el lado sur de la Sierra de Leyre, entre las fronteras de Zaragoza y Navarra, la única vía de comunicación que tiene como acceso es la N-240, en el tramo entre Liédena y Berdún.
Waypoints
Comments (1)
You can add a comment or review this trail
Un lugar un tanto especial