ESPAÑA - La Coruña - Costa de la Muerte - O Camiño dos Faros - Etapa 3. De Ponteceso al Monte Castelo de Lourido y Lage

ESPAÑA - La Coruña - Costa de la Muerte - O Camiño dos Faros - Etapa 3. De Ponteceso al Monte Castelo de Lourido y Lage

⇐ Enlace a la etapa anterior: ESPAÑA - La Coruña - Costa de la Muerte - O Camiño dos Faros - Etapa 2. De la Playa de Niñóns al Faro Roncudo y Puenteceso
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No existe una delimitación oficial de la denominada Costa de la Muerte o Costa da Morte, topónimo que le viene siendo atribuido periodísticamente sobre todo desde mediados del siglo pasado, por la gran cantidad de naufragios de barcos que se registran en esta zona del litoral atlántico español, en la provincia de La Coruña (hay registros de más 1.400 barcos hundidos en estas aguas).

Para algunos, la Costa da Morte comienza en Arteixo, próximo a la ciudad de La Coruña, y termina en el Cabo de Finisterre. Para otros, comienza en la Punta Roncudo; y no falta quien argumenta que en realidad el tramo con mayor número de naufragios es el comprendido entre Traba (Laxe) y el Cabo Vilán (Camariñas).

Se trata pues de un topónimo un poco ambiguo, que viene a ilustrar, sin imponer límites geográficos, la dureza de la navegación a lo largo de las rutas costeras que rodean el noroeste de España, con imponentes acantilados graníticos batidos sin cesar por olas que llegan a superar los 25 metros de altura, y rachas de viento de más de 140 km. por hora, asombrosamente acompañados por idílicas playas de arena blanca y fina, muchas de ellas con magníficas dunas, y unas apacibles rías que proporcionan el necesario refugio o abrigo a las aldeas y pueblos marineros de la zona.

El trazado del Camiño dos Faros sigue de cerca este espectacular litoral, casi virgen, a través de hermosos senderos naturales, tratando de huir de las carreteras, pistas y caminos construidos con fines turísticos, económicos o especulativos.

La esencia y originalidad del Camiño dos Faros, que lo convierten en algo realmente singular y único, y lo diferencia notoriamente de tantísimos malos senderos que han proliferado en España en los últimos años (muchos con la etiqueta de "homologados"), es precisamente ese carácter natural, casi salvaje en algunos tramos de su itinerario, que invita al caminante a sentirse parte de la naturaleza, y a dejarse embelesar, casi hipnotizar, por la fuerza y el poderío del mar y por el rugir de sus olas al romper contra la costa.


Punta de Canduas. Bonita vista

Muchos bellísimos paisajes de montaña se nos presentan frecuentemente como algo estático, inmóvil, inerte, silencioso, casi sin vida, y a pesar de todo son preciosos, pero al caminar junto a esta costa Atlántica, por magníficos senderos de montaña, el caminante tiene además el gran privilegio de poder sentir el latido de las entrañas de la naturaleza, como si el Océano, además de dar cobijo a la mayor reserva de vida de nuestro planeta, fuera en si mismo un gigantesco organismo vivo.

Es imposible caminar por estos senderos sin emocionarse. Una experiencia que ningún montañero debería de perderse.

La gran hospitalidad, simpatía y cariño hacia el caminante, por parte de los habitantes de los pequeños pueblos pesqueros por los que pasa el sendero; una exquisita oferta gastronómica; precios muy razonables; facilidades para los suministros, alojamiento y transporte; y buenas comunicaciones, han permitido también que la excelente buena fama de esta ruta haya traspasado desde hace años nuestras fronteras, y cada año son cientos los caminantes procedentes de otros países del mundo, que acuden a conocerla.


A Insua. Punta con bravo oleaje. Isla do Castelo y Furnela Mundiña

El diseño, impulso y promoción de este itinerario, nacido en 2012, es obra de un entusiasta grupo de amigos, conocidos como Los trasnos, y actualmente agrupados en la Asociación O Camiño dos Faros.

Sin apenas apoyo oficial, y con muchas trabas burocráticas por parte de algunas instituciones, los trasnos han sabido mantener viva esta ruta, dedicando miles de horas de trabajo voluntario; mejorando cada temporada su trazado y su señalización; desbrozando los senderos de la maleza que se extiende con fuerza si se descuida el mantenimiento de la ruta; y trabajando incansablemente para lograr el necesario apoyo económico y reconocimiento "oficial".

Y digo "oficial", y no "público", porque el reconocimiento público lo tiene ya desde el primer día. Y el "oficial" llegará antes o después, cuando quienes ahora niegan todo apoyo, por cobardía, envidia, ignorancia o pura estupidez, se vean superados por la fuerza del reconocimiento "público", que miles de senderistas le hemos otorgado ya al Camiño dos Faros.

El sendero cumplirá pronto su décimo aniversario. Es por tanto un sendero muy joven, que nació y se mantiene activo con muchísimo ímpetu y que cautivó rápidamente a todos los que lo conocen, alcanzando renombre y reconocimiento en todo el mundo.

Como ha ocurrido y ocurre a todos los grandes senderos, cada temporada se van mejorando tramos de ruta y trazado. Actualmente, sigue habiendo todavía tramos de asfalto y pistas que convendría eliminar, y en mi opinión, sobran algunos de los rodeos e incursiones que hace hacia el interior, ya que la esencia y naturaleza de este sendero es la costa y el mar, y esta ruta es más genuina cuando sigue el litoral, y pierde valor cuando se aleja mucho de él.



Por ello, el trazado va cambiando poco a poco, de un año a otro, lo que hace necesaria la continua actualización de los "tracks". Este que aportamos está grabado en septiembre de 2021, con un día muy soleado y un tiempo magnífico, algo que no siempre se encuentra en esta costa atlántica.

Hemos efectuado el recorrido respetando para ello el reparto de las etapas propuesto por la Asociación O Camiño dos Faros, aunque a priori nos parece que este reparto no es el más adecuado, y que hay etapas excesivamente largas que convendría dividir.

En esta jornada hemos seguido la etapa 3, entre Ponteceso y Laxe.

COMENTARIO DE LA ETAPA:

Para emplear terminología cariñosa, podríamos referirnos al recorrido de hoy, como una etapa diferente.

Ya de por si es muy diferente el litoral del interior de las rías, del de la costa a mar abierto, pero además, cuando la ruta se adentra hasta el fondo de la ría, y recorre su estuario hasta el punto de confluencia con el río, como es el caso de Ponteceso, el oleaje y la bravura del océano quedan ya a bastantes kilómetros de distancia, y el paisaje se torna suave y apacible.

Pero lo que hace realmente diferente a la etapa de hoy, no es tanto el hecho de caminar por la zona del interior y fondo de la ría, sino el itinerario elegido para hacerlo.

No es muy afortunada la salida de Ponteceso a través de una carretera y asfalto, aunque se asume como algo inevitable cada vez que se pasa por un núcleo urbano. Afortunadamente, el sendero la abandona rápidamente para continuar a través de los caminos rurales que rodean el Monte das Pías, hasta el reencuentro con el estuario del río Anllóns.

Pero poco duran las sendas naturales en este tramo, ya que apenas un kilómetro después, el itinerario enlaza y sigue durante 3,5 km. un ancho paseo litoral de hormigón recubierto con losa, que las autoridades locales denominan Senda dos Anllóns.


Playa do Curro, fuente y camino pavimentado con losa. Senda dos Anllóns

En esta ocasión, los fondos europeos que habitualmente se utilizan para estos menesteres, no han dado lugar a un bodrio urbanístico, como es tan frecuente, y podríamos decir que este paseo litoral, si bien ha destrozado por completo la primitiva senda natural que discurría junto al estuario, sin posibilidad de recuperación ni de trazado alternativo, al menos no se ha construido con tan mal gusto, y es habitualmente utilizada como espacio de recreo y paseo de los vecinos de la zona.

Pero el caso es que pasado Cabana de Bergantiños, al llegar a la pequeña playa y ensenada do Lodeiro, en la que hay un viejo astillero artesanal, en lugar de dirigirse hacia el norte siguiendo el litoral, para abandonar ya el estuario y entrar en la zona abierta de la ría, el sendero gira completamente hacia el sur, hacia el interior, siguiendo lo que en su día fue probablemente una bonita senda (la ruta del rego dos Muíños), convertida ahora en un caminito artificial delimitado por puntales de madera, con firme de grava compactada.

Que me perdonen las autoridades locales de Cabana de Bergantiños, decididas a promocionar los valores etnográficos y paisajísticos del municipio, pero no es de recibo arruinar de ese modo un sendero natural. ¿De dónde han sacado ustedes la idea de que la forma de "arreglar" un sendero consiste en colocar puntales de madera, con una base plástico sobre la que se vierten toneladas de grava exógena compactada con pequeñas apisonadoras? ¿Nadie les ha explicado que, para caminar, lo mejor es el sendero de tierra y nada más?

A la hora de diseñar el itinerario de la ruta, los promotores del Camiño dos Faros habrán tenido sin duda que lidiar con presiones de todo tipo, también con los intereses particulares de las propias entidades locales, y ceder a esos intereses para mantener los apoyos necesarios, pero es una pena que en este tramo el sendero se olvide por completo de su esencia y en lugar de seguir el litoral se adentre en el continente dando un gran rodeo de más de 10 km., para seguir esta Ruta de los Molinos, visitar el Dolmen de Dombate y ascender al Monte Castelo de Lourido por una fea y empinada pista de balastro y grava, agregando al itinerario una buena ración de desnivel positivo y negativo.

Sin duda, este itinerario "etnográfico" puede tener su propio interés, sin necesidad de estar integrado en el Camiño dos Faros, e incluso, si no hay más remedio, tal vez formar parte de una especie de "variante" del Camiño, pero en mi opinión, no debería formar parte del itinerario principal de esta ruta, porque resulta un gran pegote que la desvirtúa completamente.

Tras la bajada del Monte Castelo de Lourido, pasados los bosques de Taboído, el sendero se reencuentra finalmente con la ría de Corme y Laxe y al menos durante los últimos 7 km. de la etapa podemos reconciliarnos con el mar, con un recorrido a través de bonitas "puntas y furnas", con las playas de Rebordelo, San Pedro y la preciosa playa de Laxe, en la ensenada del mismo nombre.


Playa de Rebordelo

Índice IBP: 72 HKG
Distancia total: 24.03 Km
Desn. de subida acumulado: 475.91 m
Desn. de bajada acumulado: 481.37 m
Altura máxima : 305.44 m
Altura mínima : 0.75 m
Tiempo total : 8:44:19 h
Tiempo en movimiento: 6:47:00 h
Tiempo parado : 1:57:19 h
Velocidad media total: 2.75 Km/h
Velocidad media en movimiento: 3.54 Km/h


Índice IBP. IBP index es un sistema de valoración automático que puntúa la dificultad de una ruta recorrida