Espejo-Tuesta-Bellojín-Villamaderne-Peña Motxa-Olvedo-Pelistornes-Atiega-Barrón
near Espejo, País Vasco (España)
Viewed 161 times, downloaded 5 times
Trail photos
Itinerary description
Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 138:
Tras la intensa jornada de ayer, tanto en lo físico como por el fuerte vendaval, hoy he querido hacer algo mucho más llevadero, y sin preocuparme por las condiciones climáticas.
En esta ocasión, me desplazo a la localidad alavesa de Espejo, el cual accedo yendo en bus desde Vitoria.
Después de visitar parte del pueblo, avanzo por una ancha y cómoda pista de piedras rumbo al cercano pueblo de Tuesta, siguiendo las marcas roja y blanca y de varias señales que indican el GR-1.
Recorro el pueblo prácticamente en su totalidad, y luego sigo de frente, a través de varias pistas que me llevarían hasta la minúscula aldea de Bellojín.
Por poder se podría llegar a los pueblos de Atiega y Barrón antes de ir a Bellojín, pero entonces la ruta no tendría gracia. Lo primero es visitar el mayor número de poblados posibles, coronar varias cumbres de la cercana Sierra de Olvedo, y luego ya si, pasar por los mencionados pueblos.
Como anécdota, decir que en una de las pistas, en el horizonte, pude distinguir la presencia de 5 corzos, que brincaban tranquilamente por el campo.
Una vez visito Bellojín, continuo durante varios minutos por una carretera sin apenas tránsito de coches, hasta llegar al bonito pueblo de Villamaderne.
De aquí en adelante, dejo atrás la ruta turística y el GR-1, para ir ya en serio por monte.
Giro hacia el Norte, y asciendo muy lentamente por diversas pistas que me llevarán al extremo occidental de la sierra de Olvedo.
Ya desde la parte baja, se puede disfrutar de una excelente vista de varios picos de la sierra de Árcena, entre ellos el omnipresente Bachicabo, el monte Raso, o el rocoso Carrias. Por abajo, se distingue las localidades de Villanueva de Valdegovía, Villanañe, y muy cerca de allí, la preciosa Torre de los Varona.
Poco a poco, me adentro por las arboledas del monte, avanzando rápidamente y cómodamente por sus anchas pistas. Éstas se encuentran señalizadas con marcas PR amarilla y blanca. En uno de ellos me confundí, aunque tenía fácil solución. Debí haber ido por la derecha, por una ancha pista, en vez de seguir el PR por otro sendero que casi va a la par que la pista.
Más adelante, al fin el camino empieza a picar hacia arriba, con pendientes algo exigentes aunque constantes, que se sobrellevan con mucha comodidad. El camino es de tierra y piedras, y va a la par de una línea de torres eléctricas.
Luego, giro a la derecha, y encaro los últimos metros de ascenso, antes de bajar levemente y en última instancia, volver a subir, hasta llegar a un pequeño mirador. Las vistas son casi siempre las mismas, pero ahora la amplitud es mucho mayor. Por el Norte, se observa la larga sierra de Arkamu, y hacia el Sur, también se aprecia el punto de partida, la localidad de Espejo, y a lo lejos, parte de la sierra de Toloño.
A la derecha, se encuentra la última pala que he de superar para llegar a la primera de las cimas de hoy, el Peña Motxa. Aquí vendrían las primeras dificultades, ya que aunque a ratos se deja ver un minúsculo sendero, realmente no hay camino a seguir, o al menos no lo he llegado a ver.
Hay que meterse de lleno en un denso bosque, con multitud de arbustos, que al menos no son de los que pinchan. Ante la imposibilidad de saber por donde anda el sendero, pero viendo lo cerca que estaba de la cima, y que los arbustos, aunque molestos, no me causaban problemas, la solución era la más lógica, ir lo más recto posible, sin alejarme en exceso de la línea del track, pasando por pocos huecos libres que había.
Después de una lucha incesante contra las ramas (secas, se rompían con facilidad) y los arbustos, consigo llegar a un claro donde se deja ver un pequeño sendero. Lo sigo, y al fin, consigo llegar a la cima del Peña Motxa (917m). Que decepción, no tiene buzón, después de tirar de intuición y hacer semejante palizón.
Al menos las vistas si eran interesantes, muy similares al anterior mirador, con el añadido de ver a mi derecha mi próximo objetivo, el monte Olvedo.
Retrocedo unos metros, y sigo el rastro del sendero... que a ratos vuelve a desaparecer. Que locura es esta? Ni una sola marca en los árboles, o hitos de piedra... si uno no lleva un track encima, salvo que tires siempre de intuición, es imposible saber a donde vas.
Pronto vuelvo a ver el camino, que afortunadamente, me llevaría directo a donde quería, la cima del monte Olvedo (932m). Este monte tiene 2 cumbres identificadas, la que me encuentro (teóricamente la mas elevada, y donde está un buzón y vértice geodésico) y la Oriental, que por ahora no lo llego a ver. En frente observo un saliente, que en mi opinión debe de ser el Olvedo Occidental, aunque no está identificado. Desde aquí si que llego a ver el Oriental. Hacia allí voy.
Avanzo por un minisendero que va a la par de la línea del precipicio, aunque luego continuo por el interior. Rápidamente alcanzo la cima del Olvedo Oriental (930m), que para mí sorpresa, tiene buzón. Desde aquí se aprecia más nítidamente la parte Oriental del valle que hay justo debajo, junto con un par de poblados. Hacia el Este, se ve también mi último objetivo, el monte Pelistornes.
Ahora, continuo haciendo el cabra un poco, yendo cerca de la línea del precipicio, descendiendo por un minúsculo aunque apreciable camino que se adentra en la arboleda.
Más adelante, en un cruce, giro a la derecha, y acto seguido a la izquierda. De nuevo, al igual que en el Peña Motxa, vuelvo a perder el rastro del sendero entre la densa vegetación, al menos durante la primera mitad de ascenso. Luego, en la parte alta, si que se llega a ver el sendero, que me lleva hasta la cima del monte Pelistornes (942m), máxima elevación de esta sierra. Aquí solo se ve el buzón entre la arboleda, aunque si se sale de ahí unos metros, hay una buena panorámica hacia el Sur.
Precisamente al Sur voy ahora, dejando atrás la montaña, para volver a las andadas por pueblos, en este caso, Atiega.
El pueblo se encuentra algo distante, pero los caminos son lo suficientemente anchos y cómodos como para caminar a muy buen ritmo y llegar allí en poco tiempo.
Tras llegar a Atiega (son 2 pequeñas aldeas, la Sur, donde está la iglesia, y la Norte, que hay una fuente), avanzo hacia el Norte por una carretera rumbo a mi destino, el pueblo de Barrón.
Una vez allí, lo recorro en su totalidad, hasta llegar a la parada del taxi comarcal, junto a la casa del pueblo y la iglesia, y finalizar así esta bonita ruta.
He calificado la ruta de MODERADO por las dificultades que tiene seguir varios de los tramos de montaña, especialmente en los montes Peña Mocha y Pelistornes. Por lo demás, la travesía es muy fácil de realizar.
La vuelta la he realizado en un taxi comarcal (previa reserva el día anterior) que va hasta Pobes, y luego de allí en bus a Vitoria.
Tras la intensa jornada de ayer, tanto en lo físico como por el fuerte vendaval, hoy he querido hacer algo mucho más llevadero, y sin preocuparme por las condiciones climáticas.
En esta ocasión, me desplazo a la localidad alavesa de Espejo, el cual accedo yendo en bus desde Vitoria.
Después de visitar parte del pueblo, avanzo por una ancha y cómoda pista de piedras rumbo al cercano pueblo de Tuesta, siguiendo las marcas roja y blanca y de varias señales que indican el GR-1.
Recorro el pueblo prácticamente en su totalidad, y luego sigo de frente, a través de varias pistas que me llevarían hasta la minúscula aldea de Bellojín.
Por poder se podría llegar a los pueblos de Atiega y Barrón antes de ir a Bellojín, pero entonces la ruta no tendría gracia. Lo primero es visitar el mayor número de poblados posibles, coronar varias cumbres de la cercana Sierra de Olvedo, y luego ya si, pasar por los mencionados pueblos.
Como anécdota, decir que en una de las pistas, en el horizonte, pude distinguir la presencia de 5 corzos, que brincaban tranquilamente por el campo.
Una vez visito Bellojín, continuo durante varios minutos por una carretera sin apenas tránsito de coches, hasta llegar al bonito pueblo de Villamaderne.
De aquí en adelante, dejo atrás la ruta turística y el GR-1, para ir ya en serio por monte.
Giro hacia el Norte, y asciendo muy lentamente por diversas pistas que me llevarán al extremo occidental de la sierra de Olvedo.
Ya desde la parte baja, se puede disfrutar de una excelente vista de varios picos de la sierra de Árcena, entre ellos el omnipresente Bachicabo, el monte Raso, o el rocoso Carrias. Por abajo, se distingue las localidades de Villanueva de Valdegovía, Villanañe, y muy cerca de allí, la preciosa Torre de los Varona.
Poco a poco, me adentro por las arboledas del monte, avanzando rápidamente y cómodamente por sus anchas pistas. Éstas se encuentran señalizadas con marcas PR amarilla y blanca. En uno de ellos me confundí, aunque tenía fácil solución. Debí haber ido por la derecha, por una ancha pista, en vez de seguir el PR por otro sendero que casi va a la par que la pista.
Más adelante, al fin el camino empieza a picar hacia arriba, con pendientes algo exigentes aunque constantes, que se sobrellevan con mucha comodidad. El camino es de tierra y piedras, y va a la par de una línea de torres eléctricas.
Luego, giro a la derecha, y encaro los últimos metros de ascenso, antes de bajar levemente y en última instancia, volver a subir, hasta llegar a un pequeño mirador. Las vistas son casi siempre las mismas, pero ahora la amplitud es mucho mayor. Por el Norte, se observa la larga sierra de Arkamu, y hacia el Sur, también se aprecia el punto de partida, la localidad de Espejo, y a lo lejos, parte de la sierra de Toloño.
A la derecha, se encuentra la última pala que he de superar para llegar a la primera de las cimas de hoy, el Peña Motxa. Aquí vendrían las primeras dificultades, ya que aunque a ratos se deja ver un minúsculo sendero, realmente no hay camino a seguir, o al menos no lo he llegado a ver.
Hay que meterse de lleno en un denso bosque, con multitud de arbustos, que al menos no son de los que pinchan. Ante la imposibilidad de saber por donde anda el sendero, pero viendo lo cerca que estaba de la cima, y que los arbustos, aunque molestos, no me causaban problemas, la solución era la más lógica, ir lo más recto posible, sin alejarme en exceso de la línea del track, pasando por pocos huecos libres que había.
Después de una lucha incesante contra las ramas (secas, se rompían con facilidad) y los arbustos, consigo llegar a un claro donde se deja ver un pequeño sendero. Lo sigo, y al fin, consigo llegar a la cima del Peña Motxa (917m). Que decepción, no tiene buzón, después de tirar de intuición y hacer semejante palizón.
Al menos las vistas si eran interesantes, muy similares al anterior mirador, con el añadido de ver a mi derecha mi próximo objetivo, el monte Olvedo.
Retrocedo unos metros, y sigo el rastro del sendero... que a ratos vuelve a desaparecer. Que locura es esta? Ni una sola marca en los árboles, o hitos de piedra... si uno no lleva un track encima, salvo que tires siempre de intuición, es imposible saber a donde vas.
Pronto vuelvo a ver el camino, que afortunadamente, me llevaría directo a donde quería, la cima del monte Olvedo (932m). Este monte tiene 2 cumbres identificadas, la que me encuentro (teóricamente la mas elevada, y donde está un buzón y vértice geodésico) y la Oriental, que por ahora no lo llego a ver. En frente observo un saliente, que en mi opinión debe de ser el Olvedo Occidental, aunque no está identificado. Desde aquí si que llego a ver el Oriental. Hacia allí voy.
Avanzo por un minisendero que va a la par de la línea del precipicio, aunque luego continuo por el interior. Rápidamente alcanzo la cima del Olvedo Oriental (930m), que para mí sorpresa, tiene buzón. Desde aquí se aprecia más nítidamente la parte Oriental del valle que hay justo debajo, junto con un par de poblados. Hacia el Este, se ve también mi último objetivo, el monte Pelistornes.
Ahora, continuo haciendo el cabra un poco, yendo cerca de la línea del precipicio, descendiendo por un minúsculo aunque apreciable camino que se adentra en la arboleda.
Más adelante, en un cruce, giro a la derecha, y acto seguido a la izquierda. De nuevo, al igual que en el Peña Motxa, vuelvo a perder el rastro del sendero entre la densa vegetación, al menos durante la primera mitad de ascenso. Luego, en la parte alta, si que se llega a ver el sendero, que me lleva hasta la cima del monte Pelistornes (942m), máxima elevación de esta sierra. Aquí solo se ve el buzón entre la arboleda, aunque si se sale de ahí unos metros, hay una buena panorámica hacia el Sur.
Precisamente al Sur voy ahora, dejando atrás la montaña, para volver a las andadas por pueblos, en este caso, Atiega.
El pueblo se encuentra algo distante, pero los caminos son lo suficientemente anchos y cómodos como para caminar a muy buen ritmo y llegar allí en poco tiempo.
Tras llegar a Atiega (son 2 pequeñas aldeas, la Sur, donde está la iglesia, y la Norte, que hay una fuente), avanzo hacia el Norte por una carretera rumbo a mi destino, el pueblo de Barrón.
Una vez allí, lo recorro en su totalidad, hasta llegar a la parada del taxi comarcal, junto a la casa del pueblo y la iglesia, y finalizar así esta bonita ruta.
He calificado la ruta de MODERADO por las dificultades que tiene seguir varios de los tramos de montaña, especialmente en los montes Peña Mocha y Pelistornes. Por lo demás, la travesía es muy fácil de realizar.
La vuelta la he realizado en un taxi comarcal (previa reserva el día anterior) que va hasta Pobes, y luego de allí en bus a Vitoria.
Waypoints
You can add a comment or review this trail
Comments