Espinosa de Cervera - El Picacho - Pico Castro - Rabavilanos

Mañana cálida y despejada, pero después de Rabavillanos, se cubrió completamente, se levantó un viento moderado y cayó algo de lluvia. Ruta muy fácil, que discurre en gran parte por el PR-BU-78 sabinares del Arlanza, muy bien marcado y en buen estado. Sólo lo abandonamos para subir las cumbres de Pico Castro y Rabavillanos. Las subidas en todo momento son muy suaves.

Salimos de Espinosa de Cervera por la Ermita de San Roque, siguiendo el PR por una pista hasta llegar a la ermita de San Ginés. Desde aquí, una senda nos devuelve a la carretera, que cruzamos para andar por una pista que nos conduce al collado de El Picacho. En verdad, son dos cimas, la norte y la sur, claramente diferenciadas desde el collado. Yo sólo hice la Norte por desconocimiento y fiándome de las señales, pero se pueden hacer las dos sin dificultad.

De vuelta al collado, una senda nos conduce a la ermita de la Virgen de Talamanquilla. Y aquí es donde abandonamos momentáneamente el PR. Nos dirigimos en dirección al Pico Castro, al principio por una pista, pero enseguida giramos a la izquierda para buscar una grieta en la muralla rocosa, la cual encontramos sin mucha búsqueda. Hay que decir que hay que atravesar un par de campos de siembra, que en esta época ya están cosechados y no nos dan problemas. Una vez en la loma cimera, una pista nos conduce hasta una caseta que corona el Pico Castro.

Retrocedemos para buscar otra grieta, la cual encontramos unos metros más atrás de la caseta. Ahora sin camino claro, pero sin mucha dificultad, bajamos al collado con el Rabavilanos, por el que cruza una pista. Seguimos de frente, por donde se intuye una senda que da a parar a otra pista por la que ganamos la última cima del día.

Regresamos al collado cogiendo la pista que lo atraviesa. Al poco, giramos a la derecha para coger otra, también clara pero más herbosa. Tras recorrer un buen tramo, ésta desemboca en otra muy amplia. Otro gran tramo, parte de él por un pinar, hasta volver a variar el rumbo, esta vez a la derecha. Y aquí retornamos al PR, que en su mayor parte es una buena senda hasta llegar de vuelta a Espinosa. Hay que decir que la senda va todo el rato pegada a un arroyo, y que hay que cruzarlo varias veces. En esta época del año, está seco, pero desconozco el caudal del mismo.