Etapa 7. Camino de Invierno a Santiago: Monforte de Lemos - Chantada (Lugo)

PRÓLOGO AL CAMINO DE INVIERNO
El Camino de Invierno es la ruta jacobea que une Ponferrada con Santiago de Compostela.
En sus 270 kms, transcurre por dos comunidades (Castilla y León y Galicia), cinco provincias (León, Orense, Lugo, Pontevedra y A Coruña), cuatro comarcas ( el Bierzo, Valdeorras, la Ribera Sacra y la del Deza), incontables ríos (Sil, Miño, Deza, Ulla, Sar...), sierras, montes, valles, parajes patrimonios de la humanidad...; grandes poblaciones tales como Ponferrada, Monforte de Lemos, Lalín, Santiago de Compostela...; un sinfín de poblaciones pequeñas y otras minúsculas, muchas de ellas casi deshabitadas y,otras, literalmente desiertas; todo ello junto a múltiples atractivos paisajísticos, culturales e históricos que hacen que este Camino a Santiago sea muy especial y diferente a los demás.
Lo hemos hecho en 12 etapas, teniendo en cuenta el tema del hospedaje y combinar etapas largas con otras más llevaderas. Así nos ha quedado:
1ª Etapa: Ponferrada-Las Médulas(29kms/+782-573)
2ª Etapa: Las Médulas- O Barco de Valdeorras (30kms/+536-963)
3ª Etapa: O Barco de Valdeorras-A Rúa de Valdeorras (14kms/+133-152)
4ª Etapa: A Rúa de Valdeorras – Quiroga (28kms/+681-733)
5ª Etapa: Quiroga-A Barxa de Lor(17kms/+511-478)
6ª Etapa: A Barxa de Lor-Monforte de Lemos (21kms/+312-314)
7ª Etapa: Monforte de Lemos- Chantada (32kms/+769-589)
8ª Etapa: Chantada- Rodeiro (29kms/+759-614)
9ª Etapa: Rodeiro-Lalín (22 kms/+334-414)
10ª Etapa: Lalín-Silleda (16 kms/+247-307)
11ª Etapa: Silleda-Ponte Ulla (18kms/+201-519)
12ª Etapa: Ponte Ulla -Santiago (22kms/+571-377)

Etapa 7. Camino de Invierno a Santiago: Monforte de Lemos (Lugo) – Chantada (Lugo)

Nos encontramos ante la etapa, en mi opinión, más dura del Camino de invierno. Por un lado por su longitud (más de 32 kms), por otra por la empinada y resbaladiza bajada desde Diomondi a Belesar (dos kms de calzada romana) y la posterior subida, en las mismas condiciones, hasta las inmediaciones de Chantada. A nosotros se nos unieron unas condiciones meterológicas extremadamente desfavorables (tormenta, lluvia torrencial, granizada y viento) que nos complicaron bastante el tránsito por este tramo hasta el final de etapa.
Iniciamos esta séptima etapa abandonado la villa de Monforte desde el puente romano para ir adentrarnos poco a poco en el corazón de la Ribera Sacra. Alternanos el asfalto de carreteras locales con pistas terrizas y otras de cemento, senderos estrechos… mientras vamos atravesando diferentes núcleos de población: A Vide, A Lagoa, A Corga, Os Campos, Pacios, O Regueiro, Moreda, Pantón, Broza, O Reguengo, Castrotañe, San Vicente de Castillón, O Outeiriño, Virís, Rendal, San Martín de A Cova y Fontela.
A la salida de Fontela nos desvíanos unos cientos de metros (fuera del camino oficial) para retener en nuestras retinas y cámaras una de las imágenes más icónicas del Sil encajonado entre las laderas de la Ribera Sacra. Se trata del mirador del Cabo del Mundo II (ver foto). Totalmente recomendable.
Una vez retornados al “camino oficial” seguimos encontrando aldeas a nuestro paso (Rosende, Vilaravides, Vilatiñosa, Mourelos y O Cerdeiro) hasta llegar a Diomondi en cuyas afueras se encuentra la iglesia románica del XII de San Paio. Tras retroceder unos metros, es aquí donde se inicia un empinado, resbaladizo y pedregoso sendero (en el trazado de una calzada romana) que nos baja a la misma orilla del Miño (poco antes el Sil ya le da donado sus aguas) en la localidad de Belasar entre viñas aterrazadas. Belasar es un lugar muy turístico por ser el corazón de la Ribera Sacra, por sus paisajes aterrazados donde maduran las cepas, por sus bodegas y por ser el lugar en el que encuentran los embarcaderos desde donde parten los cruceros para visitar desde el río esta bonita zona.
Nuestro camino sigue cruzando por el puente a la otra orilla de Belasar y ahora toca subir todo lo bajado por la misma calzada romana que se nos vuelve a aparecer pero ya en la otra orilla. Como al principio comenté, las condiciones meteorológicas se volvieron tan adversas, que nos obligaron a refugiarnos en una bodega por un rato. Cuando parecía amainar el temporal, reanudamos la marcha, pero fue un espejismo… todo fue a peor hasta nuestra llegada a Chantada. Atravesamos carreteras inundadas, subimos por torrenteras furiosas, buscamos el paraguas de grandes robles…y por fin calados hasta los huesos llegamos a nuestro destino: Chantada.