EU BI Gámiz Cinturón de Hierro. Recorrido de la memoria histórica

EU BI Gámiz Cinturón de Hierro. Recorrido de la memoria histórica

El recorrido de 9 km y 300 m de ascenso nos lleva a visitar los restos del Cinturón de Hierro en la zona de Gamiz-Fika, desde el lado que los sublevados llevaron a cabo el ataque a las defensas del Gran Bilbao el 12 de junio de 1937.

Desde Gamiz nos acercaremos a algunos nidos de ametralladora y trincheras recientemente recuperadas. La ruta nos permite conocer la línea defensiva entre Loba y Urrusti, hacernos una idea de cómo estaban situadas estas defensas y visualizar el entorno en el que se desarrolló la batalla. Es además un lugar emblemático, el sitio donde se produjo la ruptura del Cinturón de Hierro, que permitió el rápido acceso hasta Bilbao.

El Cinturón de Hierro en Gamiz-Fika

El Cinturón Defensivo de Bilbao, más conocido con el nombre de Cinturón de Hierro, era una línea de fortificaciones de más de 80 km de longitud que el Gobierno Vasco decidió construir en 1936 para proteger Bilbao y su entorno y para defender la democracia y la libertad, frente al avance de las tropas sublevadas. Aquella gran obra, que hasta la primavera de 1937 ejecutaron más de 14.000 personas- entre ellas algunas mujeres y adolescentes-no fue suficiente para defender Bilbao y el Cinturón se rompió el 12 de junio de 1937, en la zona de Gaztelumendi y Urrusti, entre Gamiz- Fika y Larrabetzu.

Para su construcción el Cinturón de Hierro estuvo dividido en 5 sectores y Gamiz-Fika estaba integrado en el 5°, que iba desde Larrabetzu hasta Berango, Barrika y Urduliz. La línea defensiva en Gamiz-Fika abarcaba desde las estribaciones de Berreaga (Mungia) hasta las de Gaztelumendi (Larrabetzu), a través de las cotas de Gamizmendi y Urrusti.

Las obras de la línea defensiva comenzaron el 9 de octubre de 1936. En esta zona, cuando se inicio el ataque, las fortificaciones no estaban concluidas y eran muy débiles, cosa que los sublevados conocían, porque el ingeniero Goicoechea se paso al enemigo llevándose los planos y aportando información sobre el estado de las obras.

Por este motivo, los franquistas, eligieron este sector para romper las defensas republicanas, cosa que consiguieron con facilidad con un violento ataque el 12 de junio de 1937.

Descripción de la ruta

Desde Gámiz avanzamos por pista asfaltada en dirección a la parte alta del cordal. Al llegar al casorio Loba bekoa abandonamos el asfalto y continuamos ascendiendo por pistas en buen estado.

Antes de llegar a la parte alta aparecen los nidos de ametralladoras de Loba I y II, con sus correspondientes refugios. Loba no estuvo en primera línea de conflicto pero parece que jugó un papel importante en relación almacenaje y control.

Continuamos ascendiendo hasta las proximidades de Gamizmendi, punto más elevado del recorrido. Seguiremos por una amplia pista rodeada de arbolado y que recorre el cordal.

Más tarde, tras recorrer aproximadamente un km por la pista, nos encontramos con la desviación a las fortificaciones de Eperlanda, según los indicios encontrados, cabe suponer que en esta zona sí se produjeron enfrentamientos. Desde estas defensas se disparó hacia Kantoibaso, desde donde los sublevados intentaban acceder a la línea defensiva. Los cráteres encontrados en ambos asentamientos nos muestran que todo el cordal fue bombardeado.

Nos llaman la atención las trincheras de Eperlanda, una de ellas situada bajo un magnifico castaño.Es una pena que la vegetación impida imaginar las vistas que podían tener sobre el valle y el ejército franquista. Solamente en las últimas trincheras del recorrido dispondremos de una amplia vista de todo el entorno.

Tras esta trinchera, más adelante, aparecen las indicaciones de un nido de ametralladoras y posteriormente junto a un bonito merendero lo que podemos denominar como Eperlanda II, con un nido de ametralladoras, refugio y trinchera.
Desde este punto iniciamos el descenso por una bonita senda rodeada de árboles autóctonos. Llegamos a una zona de campas que tendremos que cruzar tras abrir el paso permitido en las alambradas.

Al llegar al primer caserío del descenso, nos dan la bienvenida 6 o 7 perros que su dueño tiene que tranquilizar.
Tras pasar el casorio se inicia la parte asfaltada que no abandonaremos hasta el final. Ya en el valle llegamos a la carretera general que seguiremos por el bidegorri, que discurre en paralelo, durante unos 900 m hasta llegar a Gámiz.