Faro Cabo de Gata - San José (P.N. de Cabo de Gata-Nijar)

Esquema de la Ruta:
• Partimos desde el faro de Cabo de Gata y Arrecife de las Sirenas hacia el Torreón de la Vela Blanca.
• Bordeando este corto tramo de la costa mediterránea llegamos a la playa de la Media Luna.
• Continuamos por las playas de Mónsul y de los Genoveses para llegar a San José.
Diagnosis de la Ruta:
Por primera vez nos acercamos a este “trozo” de la bella costa mediterránea, dentro del Parque Natural del Cabo de Gata -Nijar, el primer espacio marítimo-terrestre protegido de Andalucía. Nuestro camino forma parte del Sendero GR- 92 (E-12), concretamente al tramo “Las Salinas – San Jose”. Después de haber pasado por las antiguas salinas y las salubres lagunas de la Almadraba, llegamos al inicio de nuestro sendero; al Imponente faro de Cabo de Gata, donde bajo su enorme sombra se resguarda el desgastado y erosionado Arrecife de las Sirenas, una bella formación de roca volcánica que el viento, sobre todo el constante oleaje, han ido moldeando caprichosamente. Un sendero sale a nuestro encuentro, el que iniciamos para bordear nuestros primeros pasos de costa, y pronto acercarnos a los cortados, promontorios y acantilados, para disfrutar de la proximidad marina. El dificultoso sendero nos lleva a los limites costeros para acercarnos a ver otro capricho de la naturaleza; el Arrecife del Dedo cerca de Cala Rajá. Nos volvemos y nos dirigimos a la pista asfaltada que sube al Collado que da acceso al Torreón (S. XVIII) en el Cerro de la Vela Blanca (213), desde donde se abren unas impresionantes vistas. Si nos volvemos con la vista atrás, veremos toda la costa de Cabo de Gata, las salinas, y el lugar desde donde hemos partido. Hacia delante, vemos casi toda la costa que nos queda por recorrer, parajes semidesérticos, y casi lunares, abundan a nuestro alrededor. En la costa, pequeñas playas e ínfimas calas hacen las delicias de exigentes bañistas que saborean la naturaleza marina en su máximo esplendor. Continuamos nuestra marcha, ahora descendiendo por una maltrecha pista que bordea y vadea algunos resecos barrancos, por donde única y exclusivamente discurre agua cuando llueve. El barranco de la Parra, el de Mónsul y el de Poyatos son algunos de ellos. Nuestro primer encuentro con la playa será cuando lleguemos a través de un sendero a la encantadora Cala de Carbón. Proseguimos, y saltamos a la coqueta Cala de la Media Luna. A continuación saltamos por el Cerro de la Punta del Mónsul, descendiendo por las dunas nos encontramos un pozo y aljibe característicos de estos entornos. Cerca encontramos lo que antiguamente era la casa cuartel de la Guarda Civil. Muy cerca de aquí en la playa nos topamos con la fotogénica Playa de Mónsul donde una afamada roca, conocida como La Peineta, aflora en medio de la oscura arena de la playa. Disfrutamos de este placentero entorno, acercándonos a una duna fósil, para posteriormente continuar con nuestro sendero que asciende por el Cerro de Barronal (163) desde donde tendremos unas inolvidables vistas de nuestros alrededores y del celeste mediterráneo. Descendemos hacia algunas de las Calas de la Playa del Barronal. Nos adentramos hacia el interior, y avanzamos por una dificultosa duna en la que multitud de pitas, palmitos y chumberas afloran a nuestro alrededor. Llegamos a la pista y buscamos un camino que nos lleva a otra bonita y también cinematográfica playa, se trata de la Playa de Los Genoveses. Donde igualmente se han filmando algunas películas de cine. Bordeamos la costa y nos acercamos a la otra punta de ésta, donde veremos unas antiguas baterías antiaéreas en la falda del Cerro Avemaría, el cual circunvalaremos por su margen costera para llegar a la turística población de San José, punto final de nuestra ruta.
Recomendaciones:
- Llevar botas de montaña, ropa apropiada a la época, gorra y chubasquero. - Llevar alimentación suave, fruta y agua.

VALORES NATURALES
El Parque Natural del Cabo de Gata – Níjar, es uno de los pocos enclaves de Andalucía donde la naturaleza se muestra casi intacta y constante entre la sierra y el mar. Es un privilegio contar con este espacio protegido, el cual ha permanecido prácticamente inmaculado a lo largo del tiempo. En esta excursión vamos a recorrer parte de las sierras litorales, la llanura litoral y la línea de costa que se dibuja quebrada entre las localidades de La Almadraba y San José. Partimos desde el promontorio del Faro del Cabo de Gata, lugar desde el que podremos contemplar el fotogénico espectáculo del Arrecife de Las Sirenas. Uno de los aspectos que más nos va a llamar la atención es el de la geología de esta zona. No en vano, el Cabo de Gata no se parece a nada de lo existente en la geografía ibérica. Estamos en territorios volcánicos, donde el suelo desnudo adquiere el color oscuro y las formas geométricas y tubulares del basalto. También destaca aquí el extraño paisaje vegetal, más propio del norte de África que de Andalucía. A las pintorescas especies introducidas, como las pitas, palmeras y eucaliptos, se unen toda una comunidad de arbustos y herbazales propios del desierto costero. Aquí medran los artos, las cambroneras, los palmitos, los tomillos de invierno y el raro azafrán del Cabo. La nota de color la dan las margaritas del cabo, las jaras almerienses y los cantuesos.
La fauna también resulta peculiar y exclusiva en este rincón de la costa andaluza. Estas costas han sido hasta hace sólo 50 años el último refugio ibérico de la foca monje, hoy tristemente desaparecida. No obstante, los arenales y sierras del Cabo de Gata acogen aún hoy algunas especies bastante raras en el contexto ibérico. Una de ellas es el escaso camachuelo trompetero, un pajarillo carmesí que sólo habita aquí, en Canarias y el norte de África. También se ha dejado ver en alguna ocasión al curioso corredor sahariano, parecido a un alcaraván. Mucho más fáciles de observar son las gaviotas patiamarillas y de audouin, así como al halcón peregrino o las curiosas collalbas negras y rubias.