Faro Punta Nati en Ciutadella(Menorca)
near ses Truqueries, Baleares (España)
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Trail photos
Itinerary description
*Faro de Punta Nati
En el noroeste de la isla y a tan sólo 6 kilómetros de Ciutadella por carretera se llega al faro de Punta Nati, erigido en un paraje árido, envolvente y casi mágico. En esta isla repleta de contrastes que es Menorca, Punta Nati es otro atractivo de excepción. Se llega por una estrecha carretera con carril bici flanqueada a ambos lados por paredes hechas de piedras a las que los isleños llaman “paret seca” (pared seca).
Es una visita recomendada(ETAPAS 9 y 10 CAMÍ DE CAVALLS)tanto para aquellos que amen la historia como para cuantos admiren la naturaleza en estado puro; para aquellos que busquen un lugar tranquilo o para los que ansíen un refugio único donde contemplar la puesta de sol. Incluso acercarse al faro de Punta Nati, de noche para contemplar las estrellas, es todo un hallazgo.
Punta Nati, con la isla de Mallorca en el horizonte, es a su vez uno de los extremos más castigados de la costa por las constantes corrientes marinas, el influjo de los vientos de tramontana y la formación de impresionantes“Bufadors”, que no son más que las olas, en días de temporal, que se cuelan entre las cavidades de las rocas del acantilado y que impulsadas hacia arriba brotan del terreno cercano al faro en forma de columnas de agua que rugen.
Los constantes naufragios producidos a principios del siglo XX y en especial el del barco de vapor francés “Général Chanzy” motivaron su construcción en 1912. El faro se inauguró finalmente el 1 de septiembre de 1913. Y ahí sigue, con su perímetro vallado, la altura de su soporte 19 metros y esos parpadeos de luz que se distinguen a unas 18 millas(33km) de distancia.
El paisaje que envuelve Punta Nati es árido, apenas tiene vegetación y el relieve llano del terreno acaba en un escarpado acantilado.
Las características hileras de pared seca además de sus accesos también perfilan los caminos de la zona, entre los que se divisan multitud de barracas de bestiar donde solía refugiarse el ganado ante el mal tiempo.
En un “balcón” muy cerca de los acantilados que caen al mar en vertical se puede ver un túmulode piedras con una cruz que rinde homenaje a las víctimas del barco de vapor francés.
NAUFRAGIO
La historia trágica del barco francés llamado Général Chanzy, que entró en servicio el año 1892, se escribió en la madrugada del día 10 de febrero de 1910, después de una navegación nocturna con muy mala mar. Este barco de 109 m de eslora pertenecía a la Compagnie Générale Transatlantique encargada de la ruta correo entre los puertos de Marsella y Argel, y hasta entonces había hecho cientos de viajes, pero aquel día acabó naufragando frente al Codolar de Sa Torre Nova, cuando aún no existía un faro en la zona. El naufragio se convirtió en una catástrofe cuando la entrada de agua en el barco produjo la explosión de las calderas. Casi sin tiempo de reacción, la nave partida en dos se llevó la vida de 156 personas entre pasajeros y miembros de la tripulación. El único superviviente, Marcel Bodez (agente de aduanas de 23 años), que saltó al agua equipado con un chaleco salvavidas poco antes de la explosión de las calderas, no consiguió llegar a la finca de Son Escudero para pedir ayuda hasta el día 11, después de má de 24 horas de estar refugiado en el interior de una cueva y posteriormente remontar la muralla de acantilados.
En el noroeste de la isla y a tan sólo 6 kilómetros de Ciutadella por carretera se llega al faro de Punta Nati, erigido en un paraje árido, envolvente y casi mágico. En esta isla repleta de contrastes que es Menorca, Punta Nati es otro atractivo de excepción. Se llega por una estrecha carretera con carril bici flanqueada a ambos lados por paredes hechas de piedras a las que los isleños llaman “paret seca” (pared seca).
Es una visita recomendada(ETAPAS 9 y 10 CAMÍ DE CAVALLS)tanto para aquellos que amen la historia como para cuantos admiren la naturaleza en estado puro; para aquellos que busquen un lugar tranquilo o para los que ansíen un refugio único donde contemplar la puesta de sol. Incluso acercarse al faro de Punta Nati, de noche para contemplar las estrellas, es todo un hallazgo.
Punta Nati, con la isla de Mallorca en el horizonte, es a su vez uno de los extremos más castigados de la costa por las constantes corrientes marinas, el influjo de los vientos de tramontana y la formación de impresionantes“Bufadors”, que no son más que las olas, en días de temporal, que se cuelan entre las cavidades de las rocas del acantilado y que impulsadas hacia arriba brotan del terreno cercano al faro en forma de columnas de agua que rugen.
Los constantes naufragios producidos a principios del siglo XX y en especial el del barco de vapor francés “Général Chanzy” motivaron su construcción en 1912. El faro se inauguró finalmente el 1 de septiembre de 1913. Y ahí sigue, con su perímetro vallado, la altura de su soporte 19 metros y esos parpadeos de luz que se distinguen a unas 18 millas(33km) de distancia.
El paisaje que envuelve Punta Nati es árido, apenas tiene vegetación y el relieve llano del terreno acaba en un escarpado acantilado.
Las características hileras de pared seca además de sus accesos también perfilan los caminos de la zona, entre los que se divisan multitud de barracas de bestiar donde solía refugiarse el ganado ante el mal tiempo.
En un “balcón” muy cerca de los acantilados que caen al mar en vertical se puede ver un túmulode piedras con una cruz que rinde homenaje a las víctimas del barco de vapor francés.
NAUFRAGIO
La historia trágica del barco francés llamado Général Chanzy, que entró en servicio el año 1892, se escribió en la madrugada del día 10 de febrero de 1910, después de una navegación nocturna con muy mala mar. Este barco de 109 m de eslora pertenecía a la Compagnie Générale Transatlantique encargada de la ruta correo entre los puertos de Marsella y Argel, y hasta entonces había hecho cientos de viajes, pero aquel día acabó naufragando frente al Codolar de Sa Torre Nova, cuando aún no existía un faro en la zona. El naufragio se convirtió en una catástrofe cuando la entrada de agua en el barco produjo la explosión de las calderas. Casi sin tiempo de reacción, la nave partida en dos se llevó la vida de 156 personas entre pasajeros y miembros de la tripulación. El único superviviente, Marcel Bodez (agente de aduanas de 23 años), que saltó al agua equipado con un chaleco salvavidas poco antes de la explosión de las calderas, no consiguió llegar a la finca de Son Escudero para pedir ayuda hasta el día 11, después de má de 24 horas de estar refugiado en el interior de una cueva y posteriormente remontar la muralla de acantilados.
Waypoints
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