FERVENZA DA CIDADELLA (OURENSE)

Para llegar al inicio de la senda que nos lleva a la Fervenza, tomaremos la carretera OU-310 que pasa por Vilardevós y Soutochao. Una vez pasada esta segunda población, la carretera se estrecha mucho. Hay que tener precaución aquí porque entramos en una zona montañosa.
Los ríos de Vilardevós tienen su vertiente hacia el sur, hacia Portugal. En uno de estos valles discurre un pequeño río conocido como Regueiro do Reboral o Regueiro do Pontón. Este recibe las aguas del Rego do Val da Cerva y un poco más abajo también las del Cabanco da Cidadella. En esta zona el primer río se encaja formando un profundo valle por el que discurre una hermosa ruta entre molinos y una profunda vegetación de ribera. Aprovechando los molinos existentes y la ruta se ha habilitado en esa zona un área recreativa conocida como de A Cidadella.
Hay poco sitio para dejar el coche, apenas caben cuatro y pegados a la carretera. Tuve la suerte de llegar a mediodía y no había nadie. Tras dejar el coche uno se interna en la primera área recreativa, donde hay algún molino y puentes sobre el río.
Seguiremos el río en sentido descendente, entrando en un bosque de hoja caduda.
Un poco más abajo, el río se enfrenta a un descenso vertiginoso de sus aguas, ya que al pasar a la altura do Lombo de Mendoza, ya muy cerca de la frontera de Portugal, el río tiene que descender un terreno duro que forma un descenso de 50 metros de desnivel en un tramo de tan solo 200 metros. Para ello el río forma unos espectaculares saltos y pozas en donde el más grande supera los 30 metros de verticalidad.
Aquí hay varios miradores y una senda circular que nos llevará al Mirador do Castelo, donde hay una palloza. Allí hay un sendero que baja hasta la altura inferior de la fervenza, gracias a escalones, pasarelas y un puente de madera.
Desde la parte inferior de la fervenza, volveremos a subir por unas escaleras metálicas hasta el primer mirador y, desde allí, subiremos a la carretera, por donde realicé la vuelta, ya que tenía poco tiempo.