FERVENZAS Y MOLINOS DEL REGO DE FIGUEIRAS

El Pedroso es uno de los miradores más bonitos de la ciudad de Santiago de Compostela. Desde sus 461 metros de altitud nos permite admirar la belleza de la Catedral y, practicamente, de toda la ciudad.
Por la cara opuesta, nace un pequeño río, O Rego de Figueiras, que va formando una sucesión de rápidos y fervenzas en sus primeros metros de recorrido.
demás existe un grupo de cuatro molinos que acompañan al río en su descenso por la montaña. La pena es que el estado de conservación de los mismos es pésimo y terminarán desapareciendo, si alguien no se preocupa de restaurarlos.
Para poder ver estas fervenzas que tenemos al lado de casa, hay que coger la carretera DP-7803 que sube al monte Pedroso. En el cruce con la subida al monte, seguiremos de frente hasta llegar a Figueiras.
Dejaremos la iglesia a mano derecha y continuaremos unos metros más por la carretera, dejando el coche donde se encuentra el campo de futbol.
Empezaremos a caminar por la carretera, desviándonos unos metros más adelante por una pista forestal que sale a mano derecha. Subiremos por esta pista y nos desviaremos por un sendero que nos sale a mano izquierda. Es fácil de encontrar el sendero, sobre todo si nos guiamos por el oído, por el sonido de las fervenzas.
Siguiendo el sendero hacia arriba, encontraremos el primero de los molinos, con el río a su derecha formando una pequeña fervenza. En este mismo punto recoge las aguas de otro regato, que desemboca también al lado del molino.espués sólo nos queda bajar al lado del río por un pequeño sendero, que en ocasiones desaparece.
Bajando por su margen izquierda, nos encontraremos con tres molinos más, hasta que la vegetación se abre llegando a un prado.
Una vez que el Regato cruza la carretera, seguimos descendiendo al lado del río porque forma algunas fervenzas más.