Figueruela de Arriba. Ribera del río Cabrón - Aliste- Sierra de la Culebra. Tierra de Lobos
near Figueruela de Arriba, Castilla y León (España)
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Itinerary description
DATOS FIGUERUELA DE ARRIBA
El municipio está ubicado junto a la falda sur de la sierra de la Culebra, próximo al parque natural de Montesinho, en el que las riberas de los ríos Manzanas y Cabrón han dado lugar a parajes de gran riqueza natural como el denominado «Jardín de Aliste». Su término cuenta con la triple protección de ser un espacio natural protegido, zona LIC y reserva regional de caza. Toda esta tutela se debe a que este territorio es la distribución límite septentrional de algunas especies mediterráneas, como es el caso del alcornoque, y además tiene una notable diversidad y riqueza faunística, entre las que destaca la mayor población de lobo ibérico, una de las especies más emblemáticas del territorio español, con la que se regula de forma natural las poblaciones de ungulados existentes, principalmente de ciervos, corzos y jabalíes.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Tomo una pista que se precipita cuesta abajo hacia el profundo valle recorrido por el río Cabrón, hondón que ahora divisamos en toda su impactante orografía. El descenso es acusado, inmersos entre una frondosa masa de escobas. Pronto, en una primera bifurcación, nos desviamos por la senda de la izquierda. Por ella la bajada resulta aún más vertiginosa, penetrando tangencialmente en el bosque que prospera en una vaguada contigua. Tras una casi interminable serie de zigzags llegamos al fin al camino que recorre el valle por sus fondos. En ese descenso hemos perdido más de doscientos metros de altitud. Abajo la arboleda se adensa, formada por robles y a trechos cerezos silvestres y grandes castaños, además de sotos de alisos junto al lecho fluvial. Ante la disyuntiva de elegir dirección, optamos por continuar emulando el rumbo de las corrientes. Éstas no las divisamos de momento, encerradas, ocultas por una intrincada masa forestal. Bien es verdad que sí sentimos el rumor de su chapoteo. Por fortuna, un poco más allá ciertas roderas nos permiten acercarnos hasta el propio cauce. Reposar junto a él, contemplar el discurrir de las aguas, viene a ser un grato espectáculo. Todo es pureza, el triunfo rotundo de una naturaleza poderosa que hace que las personas nos sintamos un tanto insignificantes. Antaño se mantuvo a raya la vegetación, pues sembraron y aprovecharon todos estos espacios. Además, existieron a lo largo de la quebrada numerosos molinos, llenando de fragor y actividad estas soledades. Atendiendo a esas factorías harineras se han arruinado todas ellas, perdurando sólo confusos paredones. Sí resisten mejor las rústicas presas de las que arrancaban los respectivos caces. Con ellas se generan pozas como espejos seguidas de deliciosos saltos acuáticos, con su reguero de espumas y burbujas. Pero hemos de saber que no siempre se mantiene el aspecto idílico. En inviernos lluviosos los caudales son torrenciales y arrolladores, para cesar del todo la escorrentía con la aridez de ciertos estíos.
Dispuestos para el retorno, tras algún centenar de metros hacia el oeste topamos con un empalme en el elegimos otra vez el desvío de la izquierda. Lo que antes bajamos ahora lo tenemos que ascender, resultando fatigoso ese remonte.. Pero, más lejos abarcamos gran parte de Aliste, un amplio trecho de Portugal y hacia el norte el sinuoso y profundo barranco del que venimos. Dominando todos los horizontes descuella Peña Mira, atalaya cumbrera de la rotunda Sierra de la Culebra.
(Texto de La Opinión de Zamora) yo no sabría explicar tantas sensaciones
DATOS TÉCNICOS
km 3.642 5% 324 m
km 5.512 9% 223 m
km 6.789 9% 381 m
km 7.17 10% 265 m
km 7.642 8% 406 m
km 8.049 13% 126 m
km 8.174 7% 259 m
Desn. de subida acumulado: 374.3 m
Desn. de bajada acumulado: 376 m
IBP: 46
El municipio está ubicado junto a la falda sur de la sierra de la Culebra, próximo al parque natural de Montesinho, en el que las riberas de los ríos Manzanas y Cabrón han dado lugar a parajes de gran riqueza natural como el denominado «Jardín de Aliste». Su término cuenta con la triple protección de ser un espacio natural protegido, zona LIC y reserva regional de caza. Toda esta tutela se debe a que este territorio es la distribución límite septentrional de algunas especies mediterráneas, como es el caso del alcornoque, y además tiene una notable diversidad y riqueza faunística, entre las que destaca la mayor población de lobo ibérico, una de las especies más emblemáticas del territorio español, con la que se regula de forma natural las poblaciones de ungulados existentes, principalmente de ciervos, corzos y jabalíes.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Tomo una pista que se precipita cuesta abajo hacia el profundo valle recorrido por el río Cabrón, hondón que ahora divisamos en toda su impactante orografía. El descenso es acusado, inmersos entre una frondosa masa de escobas. Pronto, en una primera bifurcación, nos desviamos por la senda de la izquierda. Por ella la bajada resulta aún más vertiginosa, penetrando tangencialmente en el bosque que prospera en una vaguada contigua. Tras una casi interminable serie de zigzags llegamos al fin al camino que recorre el valle por sus fondos. En ese descenso hemos perdido más de doscientos metros de altitud. Abajo la arboleda se adensa, formada por robles y a trechos cerezos silvestres y grandes castaños, además de sotos de alisos junto al lecho fluvial. Ante la disyuntiva de elegir dirección, optamos por continuar emulando el rumbo de las corrientes. Éstas no las divisamos de momento, encerradas, ocultas por una intrincada masa forestal. Bien es verdad que sí sentimos el rumor de su chapoteo. Por fortuna, un poco más allá ciertas roderas nos permiten acercarnos hasta el propio cauce. Reposar junto a él, contemplar el discurrir de las aguas, viene a ser un grato espectáculo. Todo es pureza, el triunfo rotundo de una naturaleza poderosa que hace que las personas nos sintamos un tanto insignificantes. Antaño se mantuvo a raya la vegetación, pues sembraron y aprovecharon todos estos espacios. Además, existieron a lo largo de la quebrada numerosos molinos, llenando de fragor y actividad estas soledades. Atendiendo a esas factorías harineras se han arruinado todas ellas, perdurando sólo confusos paredones. Sí resisten mejor las rústicas presas de las que arrancaban los respectivos caces. Con ellas se generan pozas como espejos seguidas de deliciosos saltos acuáticos, con su reguero de espumas y burbujas. Pero hemos de saber que no siempre se mantiene el aspecto idílico. En inviernos lluviosos los caudales son torrenciales y arrolladores, para cesar del todo la escorrentía con la aridez de ciertos estíos.
Dispuestos para el retorno, tras algún centenar de metros hacia el oeste topamos con un empalme en el elegimos otra vez el desvío de la izquierda. Lo que antes bajamos ahora lo tenemos que ascender, resultando fatigoso ese remonte.. Pero, más lejos abarcamos gran parte de Aliste, un amplio trecho de Portugal y hacia el norte el sinuoso y profundo barranco del que venimos. Dominando todos los horizontes descuella Peña Mira, atalaya cumbrera de la rotunda Sierra de la Culebra.
(Texto de La Opinión de Zamora) yo no sabría explicar tantas sensaciones
DATOS TÉCNICOS
km 3.642 5% 324 m
km 5.512 9% 223 m
km 6.789 9% 381 m
km 7.17 10% 265 m
km 7.642 8% 406 m
km 8.049 13% 126 m
km 8.174 7% 259 m
Desn. de subida acumulado: 374.3 m
Desn. de bajada acumulado: 376 m
IBP: 46
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