Finca de Son Quint. Palma.

Ruta circular realizada con un grupito de amigos para un domingo soleado en las cercanías de Palma. La finca de Son Quint ha resistido el envite de la urbanización especulativa desde 1982, año en el que se quiso urbanizar 350 hectáreas, casi su totalidad. Hoy día sus 200 hectáreas están protegidas bajo la figura de Área Natural de Especial Interés (ANEI)¹. Arrancamos desde el cruce del Camí de la Vileta con la calle de Son Puig por la senda que va por la derecha, en ligera subida, y durante toda la ruta hay que estar pendiente del track debido a la infinidad de cruces existentes.

También por la derecha, cogemos un desvío a noventa grados y pasamos junto a una pared desde donde comenzamos a obtener las primeras vistas de Palma y su bahía. La subida se acentúa y al llegar a una pared transversal todo será llevarla siempre por nuestra derecha hasta cruzarla por un derrumbe junto a una puerta de hierro.

A lo lejos el Massanella y la Sierra de Alfabia y si nos fijamos bien la bola del Puig Major. Delante de nosotros tenemos el gran corte que se ve desde muchos rincones de Mallorca: la cantera de Establiments, con más de veinte años cerrada a la espera de su regeneración. Lo último que proponen las asociaciones de vecinos es que sea comprada por el ayuntamiento.

Pasado dos mojones junto a una torre de alta tensión abandonamos la pista forestal por la izquierda, por un sendero estrecho que más adelante nuevamente se desvía a la izquierda para llegar a un diminuto horno de cal. Por la derecha se llega a la cova des Coals o es Cavals, a la que se puede bajar y conviene llevar frontal. Con un agujero en lo alto a modo de ventilación, al igual que otras tantas cuevas de la zona, fue dedicada a la explotación de yeso.

En un coll con hito giramos a la derecha y enseguida empieza una de las subidas más empinadas de la jornada por la que se llega a una cima coronada por dos hitos, con buenas vistas.

Luego iremos a dar al Coll de Son Marill, con un hito de tres piedras, una sobre la otra cimentada y encrucijada de caminos. A unos 200m por la derecha, fuera de nuestra ruta, se encuentran las ruinas de las casas que fueron destinadas a posada para las gentes y las bestias de carga que transitaban por el este camino real.

En la mina des Coll d'en Marill se aprecia con claridad la trinchera de entrada y las cavidades de extracción del yeso. Como en toda la zona de Na Burguesa, aparte de las pedreras, las cuevas son legión. En bajada conectamos con el camí de Palma a Puigpunyent, camino que data del siglo XIII¹, y del que veremos poquísimos tramos empedrados. Ha sido recientemente incorporado por el Consell de Mallorca a la Ruta de la Pedra en Sec pero no existe ninguna señal indicadora.

Un sinfín de cruces nos llevan a la parte alta de las pedreras de Son Quint, donde unas cuerdas hacen las veces de barandilla de protección. En este tramo si se va con niños conviene llevarlos de la mano.

A la derecha, algo oculta, está la entrada a Sa Trinxeta, una mina de yeso con dos bocas; la de la parte superior a 17m de altura. El acceso por el largo pasillo entre paredes es espectacular. Exploramos la inferior y al final, después de un derrumbe, existen unas cuantas cavidades ciegas pequeñas. Al lado se encuentra la Cova des Matalás, cerrada con puerta de hierro y candado. Junto con las cercanas cuevas del Pilar posee galerías, cuevas, estalactitas y estalagmitas; son las llamadas formaciones endocársticas, filtraciones calizas que llegan hasta el interior de la tierra.

Bajando por la Coma de Son Quint a la izquierda quedan unos antiguos hornos de yeso, casi sepultados por el material de la cantera. Se suelen confundir con una caseta a la que le falta el tejado y las puertas. El espacio que ocupa las canteras de Son Quint y sus instalaciones es inmenso y lo atravesamos en toda su longitud para ir a dar con el camino asfaltado.

Traspasamos la puerta de hierro que se abre, sin valla lateral, entrando en la urbanización Pinar Park. Iremos bordeando el campo de golf para llegar al cementerio de la Vileta y en pocos minutos llegar al final de la ruta.

La pongo moderada debido a que algunos tramos aunque cortos son muy empinados con piedras sueltas y la gran cantidad de cruces que nos obliga a ir pendientes del track. Cerca de las cuevas y el mirador de cuerda de la cantera conviene tener cuidado a los resbalones.

Compañeros de ruta: Eva, Lobo, Joana, Pino y Magdalena.

Páginas consultadas y para saber más:

1.-https://palmaforaportes.cat/son-quint/