Floración campos de Cieza y ribera del Segura por Soto de la Zarzuela y Salto del Progreso, desde El Horno (Región de Murcia)

Ruta realizada el 3 de marzo de 2024 junto a Carmen Abellán

Ayer hicimos la floración del almendro en Pliego, y hoy, sin dejar que se nos “pase el arroz”, nos dirigimos a los campos de Cieza para disfrutar del espectáculo de floración de frutales: nectarina y melocotón florecen en tonos rojizos, mientras que albaricoque, almendra y ciruela lo hacen en tonos blancos. La ciruela florece algo más tarde que el albaricoque, pero cuando lo hace ofrece un blanco aún más intenso. El período oficial de la floración de frutales discurre entre el 20 de febrero y 15 de marzo.

Creo recordar que con esta, son 5 veces las que he disfrutado de la floración, siempre por recorridos diferentes, pero si tuviera que recomendar alguno de ellos, me decantaría por este último. En mi opinión, ofrece la mejor relación entre resultado obtenido y esfuerzo realizado. Podemos caminar más por los campos de Cieza, pero no por ello vamos a obtener mejores resultados, aunque he de reconocer que el tramo por el viejo apeadero de La Macetúa, puede ser el más bonito de todos los rincones o al menos a mí me lo parece.

A pesar de que en estos momentos son muchos los visitantes, los vecinos del Paraje del Horno se esfuerzan en facilitar la visita y tienen preparado un amplio aparcamiento gratuito, así como varias casetas para comprar productos locales (aceitunas y frascos de melocotón en almíbar), donde se puede tomar los clásicos belmontes o carajillos.

A nada que salimos de El Horno en dirección al Mirador de Soto de la Zarzuela, desaparecen las aglomeraciones y podemos discurrir con total tranquilidad disfrutando de campos de melocotoneros y sentir su perfumado aroma. Llegamos al Mirador, donde se encuentra el Centro de Recepción de Visitantes, con un bar donde se puede tomar alguna cosa ligera y disfrutar de vistas espectaculares sobre campos de nectarinas.

Tras pasar por un par de embalses cuya agua se administra con extrema sabiduría, descendemos para ver la finca de nuestro querido amigo “El Duende”, donde coexiste una explotación de melocotones junto a otra de ciruelos, que este año van algo adelantados, por lo que podemos ver el contraste de colores blancos y rojizos. Nos comenta, que el frío de la noche hace que la flor del ciruelo se contraiga y conforme va avanzando el día recupera esplendor, por lo que al medio día es cuando más luce su flor.

Iniciamos un precioso paseo por el bosque de ribera del Segura, donde los cañaverales dificultan bastante la visión del río, pero sin restar protagonismo a los impresionantes abedules y sauces que abundan en la orilla. Cómo vamos bien de tiempo ascendemos hasta el Caserío Soto de la Zarzuela o Casas del Moro, para ver su conocido mirador enfrentado al impresionante Almorchón, el monte más emblemático de la zona.

Retornamos a la Ribera del Segura donde ahora el sendero está enmarcado por melocotoneros a la izquierda y cañaverales a la derecha. Un auténtico disfrute para los sentidos este recorrido bajo el susurro de las aguas del Segura. Entramos en el paraje del Salto del Progreso (Presa del Chápuli), antigua central hidroeléctrica aún en funcionamiento, que aprovecha el desnivel que crea el azud aguas arriba de la Hoya de García. El tramo entre el azud y Salto del Progreso se conoce como “el río muerto”.

Entramos en zona de azud naturales, donde los lugareños en época de bajo nivel, saben como cambiar de orilla aprovechando los recrecidos de piedras. Subimos una corta pero intensa cuesta que nos acerca a la pequeña localidad de La Parra, a la que en esta ocasión no entramos, para desviarnos a la izquierda y poco más adelante, tomar un último desvío por senda entre cultivos de melocotón, que nos conduce al punto de inicio en El Horno.

Tras la ruta visitamos la Ermita del Santo Cristo del Consuelo, que siempre me había llamado la atención por lo elevado de su emplazamiento. Inicialmente construida en 1614 sobre un antiguo humilladero, en 1864 el arquitecto municipal Juan José Belmonte diseñó el actual edificio, cuya construcción finalizó en 1879. En su interior se conserva una curiosa imagen del Copatrón de Cieza, que está fechada en 1612 y se atribuye a Cristobal de Salazar.

Por último, agradecer a los compañeros Javi Balaguer y FJMM, por ilustrarme en este corto pero completo recorrido, ideal para disfrutar de la floración de Cieza en una mañana que concluye en el Ventorrillo, con el clásico tomate partido con olivas de Cieza y cordero a la brasa con huevos fritos y patatas al ajo cabañil, finalizando con unas deliciosas natillas caseras, recomendación de mi buen amigo Músico&Montañero. Gracias a todos.