Floranes-Sendero del Tío Capote-Arroyo de Bodurria-Puerto de los Tejos-Calar de Casa Heredia-Refugio Puerto de las Palomas

La ruta sale de las proximidades del Refugio de Floranes y nos lleva al corazón de la Sierra de Baza, coronando el Calar de Casa Heredia, con unas magníficas vistas al conjunto de calares que forman esta sierra en el entorno de Prados del Rey.

Si se está en buena forma física no es un recorrido duro, las subidas son sostenidas, siendo la única más empinada la subida a dicho calar.

Técnicamente no tiene ninguna complicación, avanzamos por claros senderos, restos de veredas o caminos y pistas. El único tramo sin rastro de sendero o vereda es la subida y bajada del Calar de Casa Heredia; pero la progresión es cómoda y no revierte más complicación que ir atentos al terreno o al track para que la sabina rastrera no nos corte el paso.

En el punto de inicio de la ruta hay varios carteles informando de diferentes senderos señalizados con salida desde aquí. Nosotros seguiremos el “Sendero del Tío Capote”, que usando el camino se adentra en un bonito pinar.

Este sendero es muy corto, un lineal de 1’8 km, que nos lleva hasta las proximidades de las ruinas del cortijo del mismo nombre. A partir de aquí descenderemos sin un sendero evidente, habrá restos de alguna vereda, pero realmente este no será necesario para hacer cómoda la progresión. Lo que sí os recomiendo es que hagáis los cruces de los diferentes barrancos por los lugares que os he marcado.

Nos estamos adentrando en una zona muy bonita de vegetación de ribera, vertebrada y nutrida por las aguas del Arroyo de Bodurria, que en primavera y en otoño lucirá especialmente bella.

Tras cruzar el arroyo de la Fábrica encontraremos clara vereda, que salvo por algún corto momento en que desaparece, nos va a guiar hasta el Cortijo de Pinar Hoya, donde cogeremos un camino.

A partir de aquí nos esperan unos 8 km de camino y pista donde se acometerán de forma sostenida 400 m de desnivel.

En este tramo pasaremos por el Cortijo la Loma, con una pequeña balsa que, en octubre del 2020, cuando pasé por primera vez por este lugar, rebosaba de agua y hoy está seca, debido al largo periodo de ausencia de lluvias. Por el contrario, la fuente Artear, a unos 5 km de aquí si tiene un buen chorro de agua.

Como curiosidad indicaros que en esta fuente hay un ejemplar de alerce. Este es de la familia de las pináceas, pero caducifolio (por lo que en otoño sus acículas estarán amarillas, no las tendrá en invierno y estas serán verdes en primavera y en verano). Es el único representante de las coníferas autóctonas de Europa que pierde sus hojas en otoño. Las piñas inicialmente son de un color rojo carmín y pardo oscuras al madurar, de aproximadamente 3x2 cm. Las hojas verdes tiernas tienen sabor a limón, por lo que se pueden añadir a ensaladas y a diferentes platos.

Con la llegada al Puerto de los Tejos encontraremos los primeros carteles que han ido colocando por la zona para poner en valor este entorno y dar a conocer su pasado minero. El primero pone nombre a las vistas que estamos viendo desde este lugar.

La llegada al puerto supone el inicio de la subida hacia el calar de Casa Heredia. Como dije no tiene sendero, pero la progresión no es incómoda. Durante la dura subida (300 m de desnivel en 1’7 km) no tendremos más preocupación que evitar que en los tramos donde la sabina rastrera se ha extendido mucho esta nos corte el avance, ya que por todos los medios debemos evitar pisarla, para ser respetuosos con el entorno.

Hacia la mitad de la subida tendremos los primeros restos mineros, donde destaca un antiguo horno, casi oculto por una de las pocas zonas de pinar que encontraremos. En su lateral derecho hay un pozo minero sin protección, por lo que tener cuidado al andar por ahí.

También veremos algunas dolinas, lo que nos recuerda que nos estamos moviendo en un macizo calizo.

La cima del Calar de Casa Heredia nos da unas bastas vistas. En un primer plano el conjunto de calares de esta sierra, presidido por el Santa Bárbara (punto más alto de la Sierra de Baza), el Boleta, el calar de Tejotelas, el Cerro del Calar, Calar de San Sebastián y el Calar de Rapa (detrás de este estaría el Descabezado, que más adelante sí que veremos). También se verá un trozo de la Hoya de Baza, donde asoma el pueblo de Caniles, y a continuación el Valle del Almanzora, donde se alza la sierra de Lújar, y por detrás de esta, la sierra de las Estancias. Más a la derecha, asoma la sierra de los Filabres, que orográficamente es una continuidad de la de Baza, solo consideradas sierras diferentes a nivel administrativo. En esta destaca la Tetica de Bacares y el Calar Alto. Mirando en dirección sur tendremos vistas a Sierra Nevada, donde destacan el Picón de Jérez, cerro Trevélez, cerro del Gallo, Alto de San Juan y Morrón del Mediodía.

Acometemos el descenso, sin sendero que nos guie, con la única atención a la sabina rastrera, que en esta ladera es más abundante.

Al alcanzar un camino encontraremos otro cartel que informa de las vistas, apareciendo ya ante nuestros ojos el Calar del Descabezado.

Si cogemos el camino hacia la derecha, en unos 350 m estaríamos en un enorme socavón conocido como “Filón violeta”.

La sierra de Baza tiene un pasado minero que se remonta a la época de los romanos; pero que, en una historia reciente, este tiene lugar en la década de los 60-80 del siglo pasado.

El recorrido nos permite ahora pasear por el antiguo coto minero de las Minas de la Cruz o de San José. Veremos hitos con marca roja, señalizando uno de los cuatro recorridos que se han diseñado para mostrar este entorno minero (todos salen desde Prados del Rey).

Los socavones se sucederán, pudiendo disfrutar aquí del pinar, porque tras la culminación de la explotación, se restauró su entorno.

El socavón que más nos llamará la atención, por su tamaño, es el que da acceso al nivel superior de las Minas de la Cruz. Luego, posteriormente, y una vez que estemos en la pista, ya de regreso hacia el Puerto de los Tejos, tendremos vistas al nivel inferior de esta explotación minera, que casi alcanzaba las 30 ha.

Dicho nivel inferior será fácil de identificar, pues en su entrada se ha reconstruido el castillete o malacate que había y que en 2015 terminó por derrumbarse (la vista a este las tendremos muy próximos a alcanzar el refugio Puerto de las Palomas, justo donde se encuentra el panel "El pasado minero").

El trasiego por la pista nos hará pasar por el pequeño Refugio Puerto de las Palomas en muy buen estado. A partir de aquí restarán 12’7 km de ruta, siendo el recorrido el mismo que el de la ida, una vez que alcancemos el Puerto de los Tejos.
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Tened presente que tanto el track como la descripción de la ruta deben ser tomados solo como una información orientativa. El entorno natural es un entorno cambiante (donde antes había senderos puede con el tiempo no haberlos, donde antes había pasos fáciles, puede que ya no los haya…) y las condiciones climatológicas pueden complicar hasta la ruta más fácil. Por otra parte, la preparación física y técnica de cada cual añadirá o restará dificultad a cualquier ruta. Por todo ello, es responsabilidad de quién decida realizar la ruta, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario (valorar su forma física y su preparación técnica) y llevar bien estudiada la ruta para solventar cualquier imprevisto que pueda surgir, eximiéndose la autora de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.

QUE LA DISFRUTÉIS y, recuerda, LLÉVATE TODA TU BASURA, POR PEQUEÑA QUE ESTA SEA.