Fontajau Santuari dels Angels

Al norte de la ciudad de Girona existe un valle precioso, un valle umbrío, profundo, estancado en el tiempo, habitado desde muy antiguo, pues ya los romanos construyeron la Font de Pericot, está cruzado por una red de torrentes y un rio, El Galligans, que suavemente se desliza ondulando por los rincones del valle compitiendo con los pajarillos con sus sonidos primaverales, este corto y poco caudaloso rio tranquilo siempre, a veces se hace respetar y sus aguas se transforman en caudales alborotados y rápidos, inundando sus alrededores como en 1843 causando la muerte de más de 100 vecinos. Entramos en el valle por una sinuosa carretera a la derecha dejamos la Font del Bisbe con su puente medieval, para pasar rozando las paredes de Monasterio benedictino datado del 1015, avanzo unos pasos y me cruzo con la natura que con su alegre zarandeo bajaba de lo más alto, como una reina, para mostrarme sus encantos, melena rubia al viento, buen baile de bastones, amiga de tantas sendas y paseos, hoy me acompañara brevemente en el mío, feliz de conversar con ella continuamos juntos la andadura hacia el santuario, veinte kms de pinedas , alcornocales, roca y polvo, esquistos laminados, materia prima de las construcciones del valle, ruinas fantasmales olvidadas en rincones ocultos, de estas Gavarras, con pisada corta pero firme, avanzo lentamente viendo ahora alejarse a mi amiga natura como tantas veces hace, deslizándose entre choperas dirección al rio, pues estas tierras son su imperio, ella regenta el valle. Cruzo la variante por un túnel, el sendero rectilíneo asciende por la montaña, entrecortándose con la carretera, cabizbajo y pensativo rodeado de mi soledad , que será el resto de la ruta mi única compañera, llego a las escaleras del Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles, de paredes encaladas, altivo y presuntuoso edifico, lugar de indulgencias, visitado tantas veces por romerías y procesiones, fue saqueado en la guerra de Sucesión, incendiado en la guerra de la Independencia, convertido en cuartel durante la guerra Civil, nunca, pero nunca una guerra dio soluciones sin miseria, y dicen para más inri que su fundador fue expulsado de Jerusalén, hoy este nido de Ángeles es un espacio de paz y tranquilidad, junto a él, una terraza donde todo se ve, Montseny, Rocacorba, Pirineo, Montgri, y una gran franja de mar azul entre tantas tierras, hacen a este templo eterno.