Fotografiando el Cañón de Almadenes. Anthercas

Accedemos desde Murcia por la autovía A-30, enlazamos pasado Cieza por la comarcal 330 dirección Mula (Embalse del Quipar señalizado con 17 km), desviándonos por El Ginete al cruce entre carreteras, (una de ellas propiedad de la Confederación Hidrográfica del Segura) y la de Almadenes (señalizada con 3 km).

Pasamos por la entrada de Avensur Camping Los Losares, bordeamos la aldea de Almadenes, dejamos atrás el Centro de Interpretación y enfrente, al otro margen del río Segura, antes de la pasarela, hay un afloramiento de los pocos que lo hacen dentro del río, llamado la Fuente del Borbotón (antiguamente la Fuente Negra que cita Az-Zuhri).

Continuamos en coche pasando la Central hasta la balsa, donde se recogen las aguas que descienden desde la presa de la Mulata, a 4 km aguas arriba; es una presa de derivación construida en 1925, que conduce el agua a través de un túnel, hacia las turbinas de la Central Hidroeléctrica de Almadenes.

Iberdrola la ha blindado, impidiendo el paso a la ruta senderista circular por el cañón.

Si deseamos promover el turismo en la zona, debería construirse una pasarela para no depender de una empresa, que no desea ser denunciada en caso de accidente al paso por sus instalaciones, pero que impide la realización de la más espectacular ruta circular senderista de la Región Murciana, no del todo conocida aquí, aunque afamada fuera de nuestras fronteras.

El origen del Cañón de Almadenes se debe a una falla tectónica, que corta estratos superpuestos de dolomías y calizas; junto a los conglomerados y areniscas, son rocas que se erosionan con mayor dificultad dando lugar a escarpes, resaltes, abrigos y cañones en los cursos fluviales; en este caso las aguas han ido horadando y labrando un desfiladero de casi 12 km de largo, con paredones que oscilan entre los 70 y los 120 m de altura, resultando un entorno privilegiado e impactante, con un bosque de ribera virgen, habitado por murciélagos, águilas reales y nutrias.

La ruta se inicia desde la explanada de la balsa, en corta subida por un sendero con escalones de piedra y desgastadas señales del GR127, que salvando una loma, nos aboca a la rivera del Barranco de la Higuera y sus pozas de Canín; gracias a muretes artificiales que remansar el agua cristalina y fresquita, proveniente de los pozos del Sinclinal de Calasparra, cuyo acuífero se explota para auxiliar a los regantes del Trasvase Tajo-Segura en los meses del verano y sirve como zona de baño.

Vadeamos el arroyo junto a unos practicantes de barranquismo, salimos brevemente de la senda, para asomarnos al límite del borde del cañón, gozamos de las fabulosas vistas, hasta que el vértigo, la falta de paso y llevar a Perrete Tierno a pulso, hace que retornemos a la senda.

Vemos un pequeño nido abandonado; desde un mirador, volvemos a observar otra perspectiva el fondo del cañón; seguimos los hitos que nos conducen a sortear el siguiente barranco, con evidentes muestra del pasado incendio en agosto del 2015, producido por un rayo en la Sierra de la Palera.

Al otro lado del cañón aparece la Cueva-Sima de la Serreta, morada antaño del hombre primitivo con pinturas rupestres, restos de cerámica y herramientas rudimentarias, como las halladas en el entorno próximo (Cueva del Pozo/Abrigos de los Monigotes en Calasparra, también las Cuevas de las Cabras, de Jorge y el Conjunto del Arco en Cieza).

Salvamos otro barranco ramblero, para descender inicialmente por unas escalerillas rocosas en mal estado, posibilitan el acceso a pie de río para llegar a la Presa de la Mulata; con el chihuahua tomado casi todo el tiempo para que no se despeñe, vemos muy difícil continuar y paramos a comer los bocadillos; conformándonos con disfrutar del momento, las excepcionales vistas aéreas de los paredones y la fuerza de la corriente que fluye abajo.

En la vuelta, alternamos veredas con campo a través por el atochar recuperado, no en balde, Cieza fue la principal productora de esparto de España; buscando igualmente miradores o rincones, desde donde hacer bellas fotos, que nunca hacen justicia a la magnificencia del Cañón de Almadenes.

Actualmente, se realizan descensos fluviales en barcas neumáticas o en kayac, por el cañón hasta la Presa de La Mulata, visitando las pinturas rupestres de la cueva de los Monigotes, a través de la Oficina de Turismo de Calasparra.

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