Foz - Obispo Santo-San Martiño

Realizada el día 11 de Oct de 2015 y repetida el día 15. Las fotos son del día 11 y el itinerario, que hubo que repetir por un fallo informático, del día 15.
Desplazamiento a Foz en microbús.
La ruta es toda por carretera asfaltada, 5,2 km que se pueden hacer a pie en poco mas de una hora. En un tramo coincide con el Camino Natural de San Rosendo Foz-Mondoñedo (31,5 km). y que irá hasta Celanova (Orense).
OBISPO SANTO
En el año 1611, el obispo de Mondoñedo da cuenta al rey Felipe III de una capilla en el lugar que la tradición señala como el punto donde San Gonzalo realizó el milagro del hundimiento de una escuadra de piratas normandos.
Monte “A Grela”, parroquia de San Martiño, Foz. Esta capilla consta de una sola nave y sacristía, cubierta de madera y con arco circular. Posee un retablo barroco popular de un solo cuerpo donde podemos ver las imágenes de San Gonzalo Dumiense, San Roque y San Rosendo; esta última imagen es de estilo barroco popular.
San Rosendo nació el día 26 de noviembre del año 907, fue obispo en San Martiño del 928 al 947. Se trasladó a Celanova (Orense) en el año 942. Murió el 1 de marzo de 977.
En un documento del año 1637 se recoge información sobre el milagro de San Gonzalo y la romería que se hacía. Se comentaba sobre esta que cada parroquia llevaba una cruz y un pendón, siguiendo una orden previamente establecida, por lo que hubo pleitos entre Foz y Vilaronte, acabando estos últimos por abandonar la romería, desviándose a la Capilla del Carmen de San Martiño.
LA LEYENDA DE SAN GONZALO Y EL MILAGRO DE LAS NAVES
Más por tradición popular que por evidencias históricas, se cree que existió en San Martiño un obispo llamado San Gonzalo, conocido por todos como el Bispo Santo. Cuentan las gentes que en tiempos de las invasiones bárbaras, San Gonzalo, ya viejo y enfermo guió al pueblo de Foz a lo alto de un monte para salvarlos del inminente saqueo de las hordas normandas que a punto estaban de arribar a nuestras costas: “…no fiando la defensa de las fuerzas humanas, se valió de las divinas, y vistiéndose túnica de cilicio, desnudos los pies, y con una cruz a cuestas, ordenó una procesión de lágrimas y preces con sus canónigos, clero y pueblo en dirección a lo alto del monte donde a la presente se halla la capilla”.
Doblegado por el peso de los años y de la cruz, el Santo Obispo tenía que descansar cada poco: “…lo cual se hacía quedando (…) de rodillas y enarbolando la Cruz (…) Se hizo esto muchas veces, de suerte que permitió Dios Nuestro Señor que se abravase el mar de tal manera que se vino a averiguar que tantas veces como el Santo Obispo Había adorado la cruz de rodillas (…) otras tantas naves faltaban de los enemigos que las inundaba el mar con sus olas (…).
Viendo el Santo Prelado que no habían quedado ya de la armada sino las naves que no podían hacer ofensa alguna, suplicó nuevamente al Señor las dejase, para que llevaran la noticia de aquel terrible castigo y no volvieran; el Señor oyó su oración, se sosegó el mar y las naves que quedaron libres se dieron a la vela, quedando todo el pueblo y aún todo el Reino, lleno de admiración por este prodigio…
(Texto extraído del folleto de San Martiño)
Todos los años a finales de mayo o principios de junio, se celebra en este monte, conocido como monte de “O Bispo Santo”, una romería popular en su honor, en conmemoración del Milagro de las Naves. Esta fiesta, de gran arraigo entre las gentes de Foz, congrega a familias enteras y a multitud de grupos de amigos dispuestos a pasar allí un buen rato y dar buena cuenta de sus meriendas. Esta es, sin duda alguna, una de las fiesta que cuenta con una mayor tradición en toda la zona, sobre todo entre la gente joven.
También en Foz se celebra a finales de agosto la Fiesta Normanda para conmemorar el hecho.
Realizamos una visita a la capilla del obispo santo, favorecida por el párroco de Foz y la guía de San Martiño.
PICO DA LEBRE
Este monte pertenece al barrio de Forxán (San Martiño).
Su altitud es de 358 m. y su nombre es “A LEBRE”, mientras el lugar donde se encuentra el mirador se llama Monte da Lebre o Pico da Lebre. Hasta el mirador cuenta con carretera asfaltada (fatal para el coche, mejor ir andando, en el mismo mirador no se ve nada, la vista es antes de llegar)) y tiene una altitud de 284 m.
Se puede llegar hasta el mirador en coche (no se recomienda pues está fatal) y desde este lugar se divisa toda la costa. La vista está subiendo al mirador, desde este no se ve nada pues está tapada la vista por la vegetación (eucaliptos). Lo mejor es subir un tramo caminando y disfrutar de la vista de Foz y su ría y la costa hasta Tapia de Casariego, antes de bajar de nuevo. El punto de salida es siguiendo la carretera hacia arriba y coger una pista que hay a la derecha (la 2ª)) cerca del cartel de San Martiño.
LUGARES DE INTERÉS DENTRO DE LA PARROQUIA
Playa de Peizás, Basílica Menor de San Martiño, Capilla de O Bispo Santo con Área Recreativa donde se celebra una espectacular fiesta, Mirador Pico da Lebre, Antiguos Molinos en el Río Centiño, Capilla del Carmen, Cruz del Carmen, Cabozos (cabazos) Antiguos, “Píos” de lavar la ropa, Palomares, Gran celebración de Semana Santa, Capilla de la Magdalena en la Ermida.
BASÍLICA MENOR DE SAN MARTIÑO
ALGUNOS APUNTES HISTÓRICOS DE SAN MARTIÑO DE MONDOÑEDO
Siglos de historia contemplan las insignes piedras de San Martiño, fue sede episcopal (870-1112), por sus estancias se pasearon figuras como las de San Rosendo, obispo aquí y, posteriormente fundador del monasterio de Celanova y arzobispo de Santiago. También fue lugar de recogimiento para agustinos y franciscanos, centro culturas, hospital de peregrinos…, es por todo lo que ha significado, una obligación moral para todos nosotros rememorar este ilustre pasado a través de los ojos del tiempo y del recuerdo. Esperamos que estas pequeñas anotaciones sirvan para revelar al visitante un poco de la esencia de ese esplendoroso pasado.
Para descubrir los orígenes de San Martiño debemos remontarnos al S. IX. En el año 870 el obispo de San Martín de Dumio (monasterio y diócesis cercano a Braga, Portugal), Sabarico, se vio obligado a huir, con algunos de sus monjes, de las invasiones árabes que en aquellos días estaban devastando suelo portugués. De este modo, la sede dumiense encontró continuidad en San Martiño, donde una vez instalados, el monarca Fernando III les hizo entrega de los territorios que en adelante iban a ser propiedad de la sede episcopal, tomando el cetro de la también desaparecida sede britoniense (actual Bretoña).Llegaron a pasar por esta sede hasta 15 obispos entre ellos el citado San Rosendo y D. Gonzalo, último obispo de esta diócesis, que no debemos confundir con San Gonzalo, el Obispo Santo de la leyenda de las naves. A la muerte del obispo Gonzalo, en el año 1112, la reina Urraca, por delegación del papa Pascual II, trasladaba la sede a Vallibria o Villamayor de Brea, actual Mondoñedo, villa que también adoptó su nombre de la antigua sede de San Martiño.
Despojados de su episcopado, el monasterio quedó ocupado por los monjes de S. Agustín hasta finales del siglo XV, momento en el que fueron sustituidos por frailes franciscanos.
Desde el Concilio de Trento (1542) hubo siempre sacerdotes que ocuparon el viejo cenobio, aunque la gente les siguió llamando canónigos.
En unos documentos de 1595 encontramos esta interesante descripción del conjunto catedralicio: “Su iglesia el muy buena y grande, de tres naves con capilla mayor de bóveda y altar mayor sin retablo; con dos capillas laterales y en lo demás techumbre de madera muy bien labrada y dos altares en el cuerpo de la iglesia, coro alto de madera, órgano, atril y once sillas, diez de los canónigos y la del prelado; que tiene tres puertas, la dos en dirección a los claustros altos y bajos y que por el alto se entra en el coro… junto a la iglesia está una casa grande del prior, los aposentos para los canónigos, y uno grande que se llama refectorio…”
De las dependencias originales aquí descritas han desaparecido el monasterio, la sede episcopal y la colegiata, quedando solamente en pie la vieja catedral y la casa del prior, que durante años ha servido de rectoral.
Su valor histórico y artístico fue reconocido ya en tiempos de la II República, momento en el que fue declarada Monumento Nacional, distinción que todavía hoy se conserva. Desde el 7 de febrero de 2007, fue declarada Basílica Menor por el Papa Benedicto XVI.
Cabe destacar como anécdota que consideramos muy importante la construcción de los contrafuertes.
El 28 de febrero de 1861, se derrumba el techo de la catedral y con él el coro e incluso los ábsides quedaron dañados.
Los arquitectos que envió la Administración para evaluar los daños sufridos en el templo, aconsejaban su total derribo.
El cura párroco, Salvador Pardo Romero (prior) se opuso rotundamente a tal solución por lo que recabó ayuda al obispo Arciniega de Mondoñedo.
El obispo Arciniega, cumpliendo los deseos del prior encomendó la restauración al maestro de obras Francisco Lanteiro, también de Mondoñedo, el cual se comprometió a mantener íntegra la catedral y asi fue como se le acoplaron los contrafuertes, obra que consideramos “impecable”
Se celebra la fiesta en honor de San Martiño el día 11 de Noviembre.
LUGARES DE INTERÉS DENTRO DE LA PARROQUIA
Playa de Peizás, Basílica Menor de San Martiño, Capilla de O Bispo Santo con Área Recreativa donde se celebra una espectacular fiesta, Mirador Pico da Lebre, Antiguos Molinos en el Río Centiño, Capilla del Carmen, Cruz del Carmen, Cabozos (cabazos) Antiguos, “Píos” de lavar la ropa, Palomares, Gran celebración de Semana Santa, Capilla de la Magdalena en la Ermida.
(Texto del panel)
Llegamos a San Martiño a las 11,45 y aprovechamos para tomar un descansar y tomar un aperitivo.
A las 12 de la mañana (a la una había misa) hicimos una visita de unos 45' guiada y gratuita al interior de la Iglesia Basílica de San Martiño con una explicación muy completa y documentada.
Al llegar nos esperaba el microbús que nos devolvió a Figueras.