FRESNEDO (590)-SIERRA DE LA SOBIA (1.517) (Quirós-Proaza-Teverga)

FRESNEDO (590)-SIERRA DE LA SOBIA (1.517) (Quirós-Proaza-Teverga)

DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 17,34 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.517 m.
ALTURA MÍNIMA: 590 m.
ASCENSO TOTAL: 1.333 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 5,50 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Junio de 2013.

FRESNEDO (Concejo de Quirós) es una pequeña población, al término de una carretera secundaria que se desvía de la AS-229, a la altura de VEGA próxima a S.Pedro de Arrojo, parroquia de Casares. Se ubica en la vertiente oriental de Cordal de la Sobia, dista 4,5 kilómetros de Bárzana, capital del concejo, cuenta con una ermita dedicada a la Magdalena y en sus proximidades se explotó una mina de hierro, Los LLamargones.

A su vez la SIERRA DE LA SOBIA es una cadena montañosa fundamentalmente de roca caliza, con elementos de areniscas ferruginosas y cuarcitas, que se expande de norte a sur, en un tramo de nueve kilómetros, a lo largo del valle formado por el río PÁRAMO hasta la capital del concejo, separando asimismo los municipios de Quirós y Teverga. En la misma se integran las peñas BARZANALGAS (1.459), SOBIA (1.426), LLANA (1.485) y pico SIELLA (1.517) en su tramo septentrional, cumbres que forman parte de nuestro recorrido de hoy. El cordal finaliza en PEÑA SALERAS (1.778), techo del mismo, en el extremo meridional.

Sobia, Llana y Siella forman un imponente baluarte con abruptos acantilados verticales hacia el poniente, a cuyos pies se sitúan los núcleos de población más significativos del concejo tevergano. Encajonadas entre estas cimas y Barzanalgas se encuentran las VEIGAS DENTRU y DE AFUERA (1.327), anfiteatro de extensas praderas salpicadas de cabañas recostadas al abrigo de cordales y collados.

Conviene aparcar el coche en la cuneta, a unos doscientos metros de la entrada de FRESNEDO, por las dificultades de espacio libre en el mismo. Iniciada la ruta, inmediatamente a la izquierda encontramos la pista que hemos de tomar en subida. Podemos también optar por hacer una visita al pequeño núcleo de casas pintorescas, y al término del mismo proseguir por un sendero amplio rumbo sur, que poco después concluye en la pista principal mencionada.

La ruta continúa en ascenso hacia occidente, alternándose tramos de tierra y cemento, a través de bosques de castaños centenarios entre roquedos de formas caprichosas, TABLADIELLO (830), hasta desembocar en la majada PRADO DE LA FELGUERA (905) con sus cabañas dispersas. Un sendero virando al poniente continúa el ascenso hasta la COLLADA BUSTREMUNDI (1.102), braña a cuya parte cimera no necesitamos llegar, para proseguir siempre rumbo oeste subiendo por zona de bosque mixto, donde a veces se pierden las marcas de la vereda.

Terminaremos en amplia meseta con vegetación y arbustos de distintas especies, donde retomamos el sendero dirección sur-oeste hasta avistar a nuestros pies, allá al fondo, LA BRAÑA DE BUSTREMENDI, que nos limitamos a contemplar desde la distancia. Giro a la derecha que nos lleva hasta otra campera, en el entorno de CANTU LA CHALGA (1.373), montículo que sorteamos por la vertiente sur, para encarar en subida rumbo al poniente el último tramo boscoso que culmina en el la línea divisoria entre los municipios de Quirós y Teverga (1.443).

A partir de aquí la vista se recrea en las amplias VEGAS DE AFUERA Y DENTRO (1.327), anfiteatro rodeado de cordales y collados de la SIERRA DE LA SOBIA, con sus cumbres destacadas al norte y oeste, cumbres que recorreremos. A nuestra espalda al este merece que echemos un vistazo a las SIERRAS DEL GORRIÓN y DE CARANGA. Se puede continuar cresteando por el cordal hacia el noroeste sin perder altura. Nosotros preferimos bajar primero a las cabañas de las VEGAS DE AFUERA y fotografiarlas con sus tejos centenarios como centinelas en derredor.

Retomamos el camino de ascenso suave por terreno mixto de vegetación y rocas, pasando por el COLLÁU LA SOBIA (1.420), hasta la cumbre de la PEÑA BARZANALGAS (1459), silueta que se asemeja a las nalgas de una persona vista desde el Bosque de la Vallinona (Lindes-Quirós). Desde la misma se divisa al norte la SIERRA DE GRADURA Y TAMEZA, con Peña la Gradura (1.159), Peña Sala (1.099), Pico Oubiu (1.357)...

Descendemos rumbo oeste entre vegetación y peñascales hasta la majada, prolongación al norte de las Vegas de Dentro. Nuevo y suave ascenso hacia el noroeste culminando en PEÑA SOBIA (1426). Es la atalaya perfecta para admirar el valle de Teverga con SAN MARTÍN y LA PLAZA, reverso de la panorámica que desde estas poblaciones se contempla al este con la apabullante masa rocosa como fondo, donde ahora nos hallamos, divisando asimismo al fondo del valle los picos y peñas del CAMÍN REAL DE LA MESA y sus estribaciones más inmediatas con PEÑA MANTECA en el horizonte lejano.

Continuamos por la cresta hacia el sur. Sorteamos PEÑA LLANA (1.485) con su marcada entalladura y el abismo que se adivina allá al fondo de la CANAL DE FAYA. Proseguimos dejando a nuestra derecha PEÑA REQUEIXU (1.465) de menor entidad, y avanzamos subiendo cómodamente con la vista puesta en el pico SIELLA (1517), techo del Cordal en su extremo norte, cima marcada con vértice geodésico, cruz y buzón de cumbre.

Es la atalaya perfecta para admirar de nuevo al poniente y norte las panorámicas ya descritas a las que se añade por el mediodía el cuadro de la CORDILLERA CANTÁBTRICA, con destacadas cotas del MACIZO DE LAS UBIÑAS asomando, Peña Rueda (2.155), Fontanes (2.414) y Ubiña Grande (2.417). Al este, la SIERRA DEL ARAMO en lejanía más allá de las SIERRAS DE CARANGA Y DEL GORRIÓN. El descenso hasta las VEIGAS DE DENTRO está bien señalizado. Dejamos a nuestra derecha las cabañas y atravesamos la campera rumbo este hasta las VEGAS DE AFUERA, donde retomamos el camino de ida en dirección opuesta.

Existen otras alternativas de acceso al CORDAL DE LA SOBIA más cortas y cómodas -desde CARREA (Teverga)-, pero no tan ricas en paisaje. La ruta un poco larga no presenta dificultades técnicas, aunque requiere esfuerzo físico por el desnivel acumulado, que se aborda progresivamente. Son fascinantes las cimas ante los bellísimos escenarios que se abarcan por los cuatro costados, especialmente el contraste con el valle tevergano habitado, a los pies del cordal, que desde abajo se percibe como muro infranqueable allá en las alturas. Pocos asentamientos humanos podrán presumir de tan privilegiadas perspectivas donde, a tiro de piedra, cénit y nadir prodigiosamente se complementan.