Fuencaliente por el río Cereceda, Las Lastras, La Batanera y vuelta por Peñaescrita

Espléndida ruta en plena Sierra Madrona, la zona más elevada de Sierra Morena, en las cercanías del bonito pueblo ciudarrealeño de Fuencaliente. Se accede por una pista asfaltada que parte desde la N-420 y que va hasta las pinturas rupestres de Peñaescrita. El coche se deja en un pequeño parking que hay a media distancia entre el desvío de la carretera y las pinturas.
La ruta parte desde ese parking y tras atravesar una cadena para impedir el acceso de los vehículos empieza un bonito sendero que va a ir paralelo al curso de río Cerecedas. Remontando este curso nos adentramos en un mundo de bosque de ribera en el que nos encontraremos las Lastras, enormes losas de piedra cuarcita que forman planos inclinados. Son resbaladizas si están mojadas, pero el sendero las evita, en la medida de lo posible, incluso con algún tramo en el que hay cadenas por si hay que agarrarse. Nos vamos a encontrar puentes de madera para cruzar el río, una represa para el abastecimiento de agua potable de Fuencaliente, un alcornoque centenario y, al final, la preciosa cascada de La Batanera. Cuando hice esta ruta ya llevaba muy poca agua, al ser el final de la primavera. Pero puedo asegurar que en años buenos de lluvia es un auténtico espectáculo.
Una vez en La Batanera hay que remontarla por una empinada, pero corta, cuesta para situarnos en su parte superior y, tras pasar por otras lastras, llegamos a las pintura rupestres del arte esquemático desde el Neolítico. Las de La Batanera no son muy espectaculares. Lo es el paraje. Pero se ven algunos ejemplos protegidos por rejas.
Una vez vistas las pinturas y admirado el paraje, se continúa la subida hasta llegar a una valla y una puerta que hay que atravesar (y dejar cerrada después). Hay una indicación que lleva al otro conjunto de pinturas. Se sigue un bonito sendero, en su mayor parte descendente o llano, que nos lleva hasta el otro conjunto de pinturas. En este track no subí a estas pinturas, pero merece la pena, si no se conocen, porque son el conjunto más espectacular de este tipo de arte rupestre prehistórico en España. Por lo tanto, esta ruta se puede completar con la subida a estas pinturas que es cortita, bien indicada y preparada con escalones. En mi caso no las visité y cogí directamente la pista asfaltada que lleva hasta la N-420 que en terreno llano o en descenso me llevó hasta donde tenía el vehículo.