Fuenlabrada - Arroyomolinos
near Fuenlabrada, Madrid (España)
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Trail photos
Itinerary description
FUENLABRADA-ARROYOMOLINOS
Empezamos la caminata de hoy en la cercanía de la Universidad Rey Juan Carlos de Fuenlabrada.
Por el camino del Molino llegamos a la zona del Charquillo y cruzamos la M-407. El camino del Charquillo nos deja en su homonimo de Humanes a Móstoles hasta cerca de las instalaciones de Metrosur.
Por la vía de servicio, coincidente con un tramo de la RUTA 30 del Parque regional del Guadarrama, siempre en paralelo a la R-5 vamos dejando a nuestra izquierda barbechos y campos sembrados de verdes trigos nos muestran su luminoso verdor primaveral, que al caminante le parece encontrar un pequeño paraíso entre tanto ruido de motores a toda velocidad.
Distintos arroyos cortan la monotonía del paisaje hasta el camino de Manoteras que nos llevará a Moraleja de Enmedio, pueblo que se ha convertido ya en ciudad como otros muchos de la periferia de Madrid, perdiendo su “sabor” tradicional.
En la rotonda de la confluencia de las calles Pensamiento y Geranio tomamos a nuestra derecha y por la margen izquierda hasta encontrar la colada del Camino del Monte. La ruta 31 del Parque Regional del Guadarrama será nuestra fiel compañera hasta el final del recorrido.
Despreciamos el camino de Batres por donde caminan dos trabajadores de AVIMOSA. Continuamos nuestro viaje y cruzamos por un subterráneo la M-410 y la AP-41 en la zona de las Arboledas. A la derecha, en las Camorzas vemos a lo lejos el club hípico y la granja de la Deseada.
El arroyo de Sotillo de Moraleja la Mayor nos indica que estamos transitando por el Junqueral. Los tractores se afanan en sus labores de arado de los barbechos que serán sembrados en octubre de cereal. Llama la atención la avanzada edad de los conductores de dichos vehículos, cosa que se repite por todas las latitudes que el caminante ha pisado. La ausencia de jóvenes a pesar del lavadero de coco de la caja tonta con la altísima tasa de paro juvenil, aunque las mesas de las terrazas estén llenas de veinteañeros disfrutando de la cervecita y la tapa al sol del mediodía nadie se presta a un tan duro como necesario. El día que estas personas no puedan seguir trabajando por una cuestión puramente física, todo el campo se va al garete.
Las Matillas a la izquierda, Maturana y los Torviscos a la derecha nos dejan a las puertas de la urbanización Cotorredondo. Antes de entrar en la “civilización” encontramos un vehículo todoterreno con dos agentes forestales de mediana edad que, como los guardias civiles y policías de cualquier tipo, no pueden dejar el coche e ir andando no sea que se cansen.
Inmediatamente dejamos la calle asfaltada y nos adentramos por un encinar disfrutando de la soledad y el canto de los plumíferos que huyen veloces asustados de nuestra presencia.
Al tocar de nuevo la calle asfaltada giramos a la derecha descendiendo en dirección al cerro Albayalde. Dejamos a la izquierda El Montecillo y rápidamente cruzamos la R-5 y nos quedamos un rato disfrutando de dos hermosos ejemplares de encinas que han sobrevivido a los tiempos y a las máquinas.
Ya estamos en el Parque Regional del Rio Guadarrama y lo primero que hacemos es vadear el arroyo de la arroyada que en esta fecha lleva un abundante caudal.
Remontamos el arroyo y seguimos el trazado de la Ruta 31. A poco encontramos las ruinas de un antiguo molino, (no olvidemos que el pueblo se llama Arroyomolinos por algo), y sobrepasamos Las Arroyadas a la derecha y El Molino a la izquierda.
Abandonamos el trazado de la ruta del parque y nos adentramos por una calle paralela al arroyo hasta dar por terminada la ruta de hoy en el torreón o palomar de Arroyomolinos.
Ruta algo larga pero muy cómoda que se puede hacer incluso con niños, dado que pasamos por paradas de bus que nos pueden servir para retornar antes de lo previsto en caso de cansancio. No olvidemos que hay que vadear el arroyo.
Empezamos la caminata de hoy en la cercanía de la Universidad Rey Juan Carlos de Fuenlabrada.
Por el camino del Molino llegamos a la zona del Charquillo y cruzamos la M-407. El camino del Charquillo nos deja en su homonimo de Humanes a Móstoles hasta cerca de las instalaciones de Metrosur.
Por la vía de servicio, coincidente con un tramo de la RUTA 30 del Parque regional del Guadarrama, siempre en paralelo a la R-5 vamos dejando a nuestra izquierda barbechos y campos sembrados de verdes trigos nos muestran su luminoso verdor primaveral, que al caminante le parece encontrar un pequeño paraíso entre tanto ruido de motores a toda velocidad.
Distintos arroyos cortan la monotonía del paisaje hasta el camino de Manoteras que nos llevará a Moraleja de Enmedio, pueblo que se ha convertido ya en ciudad como otros muchos de la periferia de Madrid, perdiendo su “sabor” tradicional.
En la rotonda de la confluencia de las calles Pensamiento y Geranio tomamos a nuestra derecha y por la margen izquierda hasta encontrar la colada del Camino del Monte. La ruta 31 del Parque Regional del Guadarrama será nuestra fiel compañera hasta el final del recorrido.
Despreciamos el camino de Batres por donde caminan dos trabajadores de AVIMOSA. Continuamos nuestro viaje y cruzamos por un subterráneo la M-410 y la AP-41 en la zona de las Arboledas. A la derecha, en las Camorzas vemos a lo lejos el club hípico y la granja de la Deseada.
El arroyo de Sotillo de Moraleja la Mayor nos indica que estamos transitando por el Junqueral. Los tractores se afanan en sus labores de arado de los barbechos que serán sembrados en octubre de cereal. Llama la atención la avanzada edad de los conductores de dichos vehículos, cosa que se repite por todas las latitudes que el caminante ha pisado. La ausencia de jóvenes a pesar del lavadero de coco de la caja tonta con la altísima tasa de paro juvenil, aunque las mesas de las terrazas estén llenas de veinteañeros disfrutando de la cervecita y la tapa al sol del mediodía nadie se presta a un tan duro como necesario. El día que estas personas no puedan seguir trabajando por una cuestión puramente física, todo el campo se va al garete.
Las Matillas a la izquierda, Maturana y los Torviscos a la derecha nos dejan a las puertas de la urbanización Cotorredondo. Antes de entrar en la “civilización” encontramos un vehículo todoterreno con dos agentes forestales de mediana edad que, como los guardias civiles y policías de cualquier tipo, no pueden dejar el coche e ir andando no sea que se cansen.
Inmediatamente dejamos la calle asfaltada y nos adentramos por un encinar disfrutando de la soledad y el canto de los plumíferos que huyen veloces asustados de nuestra presencia.
Al tocar de nuevo la calle asfaltada giramos a la derecha descendiendo en dirección al cerro Albayalde. Dejamos a la izquierda El Montecillo y rápidamente cruzamos la R-5 y nos quedamos un rato disfrutando de dos hermosos ejemplares de encinas que han sobrevivido a los tiempos y a las máquinas.
Ya estamos en el Parque Regional del Rio Guadarrama y lo primero que hacemos es vadear el arroyo de la arroyada que en esta fecha lleva un abundante caudal.
Remontamos el arroyo y seguimos el trazado de la Ruta 31. A poco encontramos las ruinas de un antiguo molino, (no olvidemos que el pueblo se llama Arroyomolinos por algo), y sobrepasamos Las Arroyadas a la derecha y El Molino a la izquierda.
Abandonamos el trazado de la ruta del parque y nos adentramos por una calle paralela al arroyo hasta dar por terminada la ruta de hoy en el torreón o palomar de Arroyomolinos.
Ruta algo larga pero muy cómoda que se puede hacer incluso con niños, dado que pasamos por paradas de bus que nos pueden servir para retornar antes de lo previsto en caso de cansancio. No olvidemos que hay que vadear el arroyo.
Waypoints
Intersection
2,068 ft
Izquierda
Intersection
2,057 ft
Derecha, camino de Humanes a Móstoles
Intersection
1,999 ft
Entrada a Cotorredondo
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