FUENTE DEL ARENAZO - CABEZA GORDA - MONTEAGUDILLO - EMBALSE DE LA TOBA

Tiempo en movimiento: 6 h 21'.

Cerca del Embalse de La Toba nace una carretera que se dirige a Buenache de la Sierra. La tomamos y aparcamos pronto junto a la Fuente del Arenazo, donde podemos aprovisionarnos.

Es factible ahorrarse el tramo lineal inicial/final si os desviáis poco antes en la localización que he marcado como "CARRIL"; sólo hay que conducir con cuidado en un par de puntos.

Yo salí desde la fuente y empecé el periplo siguiendo las marcas de un sendero de pequeño recorrido, sendero que nos deja en la cola del embalse, que es el Arroyo del Boquerón, encontrándome yo seco el arroyo. Existe una senda que nos facilita el discurso por sus riberas.

Abandonamos, de momento, la dirección, para subir a visitar someramente la Cueva del Boquerón, ya que una visita más extensa requiere de equipo y experiencia.

Desandamos y retomamos el discurso junto al arroyo. Durante el invierno 2017/18 las copiosas nevadas doblegaron muchos pinos en la serranía, siendo aquí un claro ejemplo. En otros sitios han limpiado el paso, pero en lo que nos queda ahora hasta abandonar la compañía del arroyo no lo creo por no haber senda evidente, sólo trazas de ganado. Así pues tenemos que sortear algún que otro pino caído hasta dejar el arroyo. El tramo es corto, mas algo engorroso.

Tras ello remontamos hasta alcanzar un camino en una llanada, camino del que nos desviamos para enfilar la subida a la cima de la jornada, no sin antes cruzar una carretera y deleitarnos con un hermoso megalito natural que no se sabe cómo se sostiene.

Las vistas desde la cima son casi nulas debido a la arboleda, así que nos encaminamos ahora hacia Monteagudillo, que sí tiene unas vistas espléndidas a pesar de ser una cota más baja. La rampa final es empinada y está señalizada. Es posible salvar el castillete cimero gracias a una fácil trepada que encontraréis sin dificultad al rodearlo.

Descendemos y cogemos ahora una senda que nos lleva, primero, a la más que generosa Fuente de Las Tablas y su adyacente albergue y, después, al embalse, donde al poco hallamos una senda que discurre bajo un castillete y que se dirige a la presa.

Antes de llegar a la presa cambiamos de sentido para ir en busca de un camino que, en un principio, atajamos y que nos dirige al tramo lineal. Sólo queda rematar la jornada por tramo conocido.