Fuentes de la Alcarria: a Valdesaz y vuelta por caminos ancestrales

La Alcarria es una comarca pobre, sencilla y olvidada, con muchas huellas del paciente trabajo de colonización que el hombre agricultor y ganadero ha realizado desde la época medieval. Al ir descubriéndola, encontramos que nos proporciona más satisfacción que la naturaleza grandiosa, espectacular y soberbia de la alta sierra.

Fuentes de la Alcarria es un pueblo singularmente situado en un afilado istmo de la altiplanicie (alcarria) que penetra entre dos barrancos. Estos dos barrancos están entre los más atractivos de la comarca; pero ya los hemos visitado en otra ocasión (id=4137504). Esta vez venimos a recorrer los caminos ancestrales, menos conocidos, que encontramos entre este pueblo y su vecino Valdesaz. Los nombramos de la siguiente manera:

Camino ancestral 1: Nos baja de Fuentes de la Alcarria (waypoint 1) al puente medieval sobre el recién nacido río Ungría (wp. 2), en el antiguo camino a Brihuega.
C. A. 2: Nos sube desde el río a la altiplanicie (alcarria) pasando por el wp. 3.
C. A. 3: Desde Valdesaz nos sube a la alcarria pasando por el wp. 7. Es el antiguo camino a Valdeavellano.
C. A. 4: Nos baja de nuevo a Valdesaz pasando por el wp. 8. Es el antiguo camino a Archilla.
C. A. 5: Llamado camino del Llanillo, nos sube de Valdesaz a la alcarria pasando por el wp. 9.
C. A. 6: Es la antigua Senda de Los Molinos que nos devuelve al valle del Ungría; lo alcanzamos en el wp. 12, aunque debimos tomarlo mucho más arriba (explicación más adelante).
C. A. 7: Nos regresa desde el valle al pueblo de Fuentes de la Alcarria.

Una buena parte del camino del Llanillo ha sido labrada por los agricultores y en varios tramos hemos tenido que pisar el sembrado, sin remordimientos. En cambio, sí nos confesamos culpables y con remordimiento por haber cruzado un sembrado sin derecho alguno entre los waypoints 10 y 11. Lo previsto era rodear por el wp. 4 a tomar la Senda de los Molinos más de 1 km aguas arriba arriba (al este) de donde lo hicimos, en el wp. 11. El cambio fue por la tormenta que nos sorprendió en El Llanillo. Nos atemorizó el darnos cuenta de que éramos el punto más alto de toda la planicie. Un fuerte trueno nos puso en fuga hacia el barranco, como ciervos. Pudo haber sido un error si el bosque de roble de la ladera hubiera sido espeso y abrupto; nos habría atrapado por nuestras capas pluviales y dificultado el descenso considerablemente. Pero no fue así; y la tormenta calló en seguida y la lluvia no fue intensa. Confiamos en que el destrozo de nuestro paso por el sembrado no haya sido mayor que el causan los ciervos (que además se lo comen).

Tal vez las fotos y sus comentarios al pie ayuden a comprender los encantos de esta marcha. Fue más cansada de lo que sus parámetros sugieren. (El gps daba 16,6 km de recorrido y 620 m de ascenso/descenso acumulados. La grabación cada 50 m no es lo bastante precisa para captar el zigzagueo en planta y altura.)