GALICIA. Sª de SUÍDO. 'Iglexa de S Martiño de Verducido, Val do Laxe do Gato, petroglifos, Ponte de Anceu, Fervenza da Feixa.'

Bonita ruta, como no, por las estribaciones de la Sierra do Suído con varios puntos de interés tanto cultural como históricos y geográficos...

La ruta discurre por un terreno montañoso, accidentado. Cuenta con paisajes naturales
que nos llevan al escapismo.

Situado al suroeste del concello de A Lama, el pueblo de San Martiño de Verducido tiene una orografía muy diversa con valles y cumbre que van desde los 315 metros del río Parada, hasta los 789 metros de altura sobre el nivel del mar en el coto de Boqueiros en la Sierra del Suído.

Partiendo de la Iglesia de San Martiño de Verducido, ponemos rumbo dirección al cementerio en busca del Valle del Gato y la zona conocida como "Laxe do Val do Gato".

Al poco de pasar el cementerio, nos desviamos a nuestra derecha por carril de tierra abandonando así el asfalto.

Nos movemos entre muros pintados por el verde del verdín, un entorno singular y muy típico de estas tierras. Así, después de pasar por una fuente que dejamos a nuestra izquierda, llegamos a los restos de "A Fraga", aunque hay alguna evidencia de vida en alguna de las casas...

Estamos por el Monte de Parada.

Seguimos camino y vamos en busca de la zona conocida como "Laxe do Val do Gato" donde encontraremos los "Petroglifos do Val do Gato", aunque su estado de conservación no es de lo más óptimo y apenas si se aprecian los grabados...

Seguimos ruta y nos vamos aproximando a "O Eido de Abaxo". En este lugar nos encontramos una muy agradable sorpresa, el "Ponte Anceu" sobre el río Parada.

Entre Estacas y Verducido, sobre el río Parada, se localiza Ponte Anceu, un puente secular que une los concellos de A Lama y Fornelos de Montes.

Este puente formaba parte, según dicen, de una ruta de arrieros que desde O Ribeiro llevaban sus mercancías hasta Pontevedra, ciudad nobiliaria con gran demanda de vino y otros productos como sal y tabaco. Este camino fue de gran importancia para el desarrollo de la comarca ya que en su camino se situaban cantinas, herrerías y otras actividades que aprovechaban el trasiego de estos antiguos transportistas. Desde Ribadavia discurría un camino que llegaba a Verducido y aquí se bifurcaba en dos, uno seguía hacia Ponte Caldelas y Pontevedra y otro hacia Fornelos y Soutomaior que pasaba por este puente.

El puente que hoy se conserva está formado por cinco arcos y un pequeño aliviadero. En cuatro de ellos se muestra claramente su origen de medio punto, aunque hoy aparecen transformados con un ligero apuntamiento. El arco más grande es de una gran luz y alcanza una altura aproximada de 7 metros. Conserva la calzada y parte de los pretiles. Sobre el pretil conservado en el arco más grande existe un escudo que hoy no es legible. El puente tiene varios apartaderos lo que dan una idea del alto tránsito que soportaba.

Se sabe que tuvo buen uso durante el siglo XVIII y que en el XIX (1828) fue restaurado por los vecinos de Estacas y Verducido por un coste total de 5.600 reales de vellón. En su reparación se restauraron tres arcos, el pretil y la calzada. Los canteros encargados de su restauración eran de los vecinos concellos de Cotobade y del desaparecido Caldebergazo. A buen seguro que una vez restaurado pronto perdió su importancia, ya que la economía gallega se empezaba a resentir por la escasa modernización de la industria y del poco interés del estado hacia Galicia.

Una vez que abandonamos este espectacular entorno, vamos hacia "Os Campeliños". En este punto, en vez de seguir como marca el track, podemos girar a la izquierda. Si seguimos no hay nada de gran interés. Cuando pasamos, había un tramo que lo habían desbrozado algunos meses atrás, hubiera sido imposible pasarlo de no estarlo. Hay que pasar varias angarillas que no inspiran mucha confianza. Por tanto, y con el debido cuidado, es mejor obviar este pequeño tramo.

Por esta carretera (PO-255), llegamos a un puente, moderno, sobre el río Parada.

Llegamos a otro núcleo de población, creo que es "O Eido de Abaxo", aunque no lo tengo claro. El caso es que vemos una indicación que nos marca "A FEIXA", pasamos una fuente y por un callejón entre muros a nuestra derecha, bajamos en busca de otro espectáculo, "A Fervenza A Feixa". Pasamos por un pequeño lavadero y en poco estamos frente a un maravillosos rincón. Me quedé con la duda de si se sigue el sendero, se podría llegar a unas pozas del río Parada un poco más arriba y un molino.

Volviendo sobre nuestros pasos, seguimos en dirección de "O piñeiro". Este lugar sorprende por las impresionantes casas que nos encontramos, algunas en ruinas, pero es buena señal de la importancia que tuvo el lugar en sus días.

Ya solo nos quedan unos pasos más para estar de vueltas en la.Iglesia de San Martín de Verducido, poniendo punto y final a esta bonita e interesante ruta.