Gantzorrotz y Pagotxueta. Paseando Aramotz

Gantzorrotz y Pagotxueta
paseando Aramotz

Bilbao, a 10 de marzo de 2018.


Este sábado de forma un tanto precipitada decidimos calzarnos las botas y salir a estirar los pies.
Ayer por la tarde a última hora decidimos acercarnos a la meseta kárstica de Aramotz o Legarmendi.
Esta es la tercera salida que hacemos a esta zona, y hemos decidido hacer una circular, si nos da tiempo. La idea es salir de Bernagoitia, hacer Gantzorrotz y continuar cordal para bajar por la cantera cercana al collado del Aizkorri.
Cuanto más subo a esta zona más me gusta, creo que merece mucho la pena y me propongo hacer unas cuantas excursiones por la zona para intentar pisar todas sus cimas y recorrer sus pistas y senderos.
Salimos de la Iglesia del barrio de Bernagoitia y por una buena pista vamos poco a poco camino de Belatxikieta. El camino es agradable, tiene un par de rampas pero se progresa muy cómodamente y casi sin darnos cuenta, disfrutando de una plantación de Alerces, con su tronco blanco, nos plantamos en el primer desvío a la izquierda que hay que tomar.
Dejamos la pista principal que, como he dicho termina en Belatxikieta y nos metemos al pinar, para subir en un par de zetas a la fuente de Agieta y al Colado Muñarri, una de las puertas de entrada al Karst.
Aquí mismo vemos ya la franja herbosa por la que vamos a subir al Pagotxueta. Solo al final habrá que poner las manos para subir a la cima, sin riesgos ni peligros, no hablo de trepar sino de subir.
Las vistas son fabulosas. Es esta una zona que sin tener mucha altura, estamos a setecientos y pico metros, pero sin embargo la situación en la que está permite ver muchísima zona. Por cierto Gorbea conserva algo de nieve.
Bajamos de la cima, volviendo un poco por nuestros pasos y cogemos otra canal herbosa para bajar a la pista que va hacia Gantzorrotz, nos damos cuenta que vamos despacio y dejamos para otro día subir al Urtemondo. Esa zona da para un par de excursiones mas.
Por la pista alcanzamos fácilmente el collado a los pies del Gantzorrotz.
Según veníamos para aquí hemos visto por donde bajaban de la cima cuatro montañeros que nos han precedido, así que sin mirar más, nos hemos metido tripa arriba sin sendero claro, al menos yo no lo he visto. Ni sendero, ni marcas ni hitos ni nada. Subes poniendo las manos donde haga falta, eso si sin riesgos y, como decía el otro “al final llegas arriba”.
Aquí las vistas son muy parecidas a las de la cima anterior.
Descansamos un rato y damos unos tragos de agua aprovechando que la cima presenta una zona llana y con hierba, junto a una cruz y un buzón que simula un torreón.
Lastima amenaza agua y de hecho nos caen unas gotas, pero nada serio.
En cualquier caso decidimos que cambiamos rumbo y no vamos a hacer lo que teníamos previsto sino que volvemos para atrás, dado que además no parece que vayamos sobraos de tiempo, que hay que volver a casa a comer.
Estando en la cima, mientras sacábamos fotos, vemos como por otra vertiente distinta a por la que hemos subido nosotros, es decir que por la cara norte sube sin pega alguna, otro montañero. Aprovecha una canal herbosa, que ciertamente es muy pendiente pero sin rocas, así que decidimos que bajaremos por ahí hasta el hoyo de Pagotxueta y de ahí subir después al collado Muñarri, y así ya por la pista conocida de la subida ir regresando a Bernagotia.
Las sensaciones de esta salida han sido buenas. Esta claro que no estoy en la mejor de mis formas y por otro lado este año parece que la rodilla va a dar más pegas que en otras ocasiones, lástima porque llevaba una temporada buena.
En cualquier caso como antes he dicho creo que esta zona la voy a pisar mucho.
Hasta otra, nos vemos en el monte.

Agur.