Garai-Astoagagana-Oiz-Monasterio Santa María de Zenarruza-Ziortza Bolibar
near Garai, País Vasco (España)
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Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 186:
Comienzo en una de las parada de buses y taxis de la bonita localidad vizcaína de Garai. Para llegar hasta aquí, he ido en un taxi que pone a disposición la compañía Bizkaibus, partiendo desde el municipio de Durango. Solo hay 3 servicios al día (eso los laborables, festivos no hay), y el primero es a las 11 de la mañana, así que para llegar a Garai o vais en este taxi entre semana, o sino hay que ir andando desde Abadiño.
Una vez allí, camino por la parte baja del pueblo, en busca de un sendero que sale por la izquierda. Desde aquí ya se ve mi principal objetivo, las antenas cimeras y la hilera de torres eólicas del monte Oiz. Hay un montón de formas de llegar a la cumbre, pero en esta ocasión utilizare una vía que mas que seguro no es muy utilizada. Mi intención será evitar en la medida de lo posible andar por la fea y monótona pista de cemento.
De este modo, avanzo por una serie de senderos que alternan la tierra, piedra y hierba. A medida que gano altitud, me adentro mas y mas en el corazón de un pinar. El camino, aunque encharcado en un par de puntos concretos, es de excelente calidad.
Al final del sendero, conecto con la mencionada pista, usada también a modo de carretera por los vehículos para acceder directamente a la cima de Oiz.
Lo cierto es que de primeras no tenía nada planeado sobre como continuar ganando altitud sin meterme por la pista, pero luego, echando un vistazo al mapa, descubrí varios caminos que me permitían atajar dicha pista, y de paso, poder andar mas distancia por senda natural. Decidí probar dichos caminos, a ver donde me llevaban.
Así pues, en ese cruce, tomo el segundo camino por la derecha, y avanzo cuesta abajo por senda natural. Eso fue algo que me molestó, ya que en vez de ir cuesta arriba, lo que hacía era perder altura, aunque no mucho.
Mas adelante, vuelvo a ir cuesta arriba, hasta llegar a otro cruce. Los teóricos caminos que atajaban y accedían a la pista estaban mas adelante, así que esta nueva opción me pilló por sorpresa. Aparentemente tenía muy buena pinta, era buen sendero, así que probé suerte yendo por aquí.
Sigo cuesta arriba en fuerte pendiente, aunque luego se allana un poco. Voy a cielo abierto por un sendero ancho y de calidad al principio, pero que luego, al entrar a una zona de tala de árboles, los diversos senderos que había por la zona estaban bastante destrozados. Aquí tiré de intuición para encontrar la forma de seguir hacia arriba y conectar con la inevitable pista. De primeras me equivoqué de senda, pero rápidamente di con el camino correcto. Seguid al pie de la letra el track y los waypoints, así llegareis a buen puerto.
Dicho y hecho, finalmente conseguí acceder a la pista o carretera principal. De aquí en adelante, hasta la cima de Oiz, y previamente a otra cumbre secundaria llamada Astoagagana, no me salgo de dicha pista.
A medida que gano altitud, las vistas mejoran considerablemente, hasta el punto de poder divisar los macizos de Aizkorri, Udalatx, Anboto, Gorbea, Aramotx, Sierra Salvada y Ganekogorta, entre otros.
Continuo por la pista, hasta llegar a un punto importante de la ruta, la ermita de San Kristobal. Desde aquí, puedo acceder a la cumbre del monte Astoagagana (801m), o al monte Oiz (1029m). Puesto que no voy a volver por aquí, giro a la izquierda, y camino rumbo al Astoagagana. En muy pocos minutos, accedo al cresterío y hago cumbre a dicho monte.
Magnificas vistas de 360º, pudiendo ver además de las mencionada panorámica hacia el Sur, añadir hacia el Este parte de la comarca del Gran Bilbao, así como varios montes colindantes. Y hacia el Norte, el mar Cantábrico, el estuario de Urdaibai, Gernika, y montes como el Illuntzar, Santa Eufemia y Bedartzandi, entre otros.
No me quedo aquí mucho tiempo, ya que había una plaga de microbichos que se me pegaban por todo el cuerpo.
Vuelvo hacia la ermita de San Kristobal, y ahora, continuo recto hacia arriba, todavía por la pista principal. Tras varios minutos de lento y pesado avance, consigo llegar a las numerosas antenas de radio cimeras. Por último, consigo llegar al buzón y vértice geodésico del monte Oiz.
Aquí la panorámica pierde hacia el Este por culpa de las antenas, pero gana al Oeste, donde puedo observar multitud de montes y sierras de la provincia de Gipuzkoa, como Aralar, Hernio, Izarraitz, Aizkorri, Elgea, Zaraia, y muchos mas. Ni que decir que también se ven numerosas torres eólicas, que por una parte empañan la magnifica panorámica, pero que por otro lado le da un toque diferente e interesante al entorno.
Tras las fotos de rigor, hago un pequeño parón para comer y beber algo. Luego, inicio el descenso por el otro lado del monte, rumbo a mi destino, la localidad de Ziortza Bolibar.
Tras superar un tramo con numerosa presencia de rocas y senda estrecha, llego a una amplia campa herbosa. Aquí se ubican las torres y otra pista, aunque esta vez de piedras. No obstante, yo decido caminar por la cómoda hierba, donde además se encontraban pastando y cubriéndose del sofocante sol un amplio grupos e caballos y de ovejas.
Estos animales nunca fallan en mi cita con el monte Oiz, es una maravilla!
Mas adelante, abandono la campa herbosa por la izquierda, cruzando una larga alambrada por un pequeño paso de madera. Y a los pocos metros, hago la misma jugada una segunda vez. A partir de aquí hasta conectar con otra pista asfaltada, el camino a seguir es bastante duro, incómodo y lento de coj. en buena parte por culpa del barro. Hoy, afortunadamente, apenas había presencia de este chocolate marrón, pero ya he pasado por aquí tiempo atrás, y en aquella ocasión no me libré de sufrir de lo lindo.
El sendero está sumamente roto, agrietado, el avance es muy lento e incómodo. Y lo dicho, suerte que no había barro, sino esto sería mucho peor, pero para poder ir a Ziortza Bolibar, previo paso por el monasterio de Santa María de Zenarruza, no he visto otra opción que no requiera de andar muchos km desde esta posición. Os recomiendo pasar por aquí en primavera o verano, cuando los días sean calurosos, con muchas horas de luz, y que no haya llovido durante varios días. de lo contrario, llevad botas y polainas, que os van a hacer falta.
Una vez realizado este tramo de descenso, llego a la mencionada pista. Lo sigo durante un rato, hasta llegar a un cruce. Aquí, sigo recto, siguiendo las marcas roja y blanca del GR. Ahora, avanzo por un sendero de tierra y piedras, que luego será íntegramente de tierra, al adentrarme por un largo y denso bosque. Esta vez el avance es muy cómodo y rápido, y a pesar de la larga distancia, enseguida consigo llegar al bonito monasterio de Zenarruza.
Este monumento aparte de tener su historia, es importante y emblemático porque es lugar de paso de los peregrinos en su viaje por el Camino de Santiago. Aquí hago una segunda parada para recuperar fuerzas.
Luego, sigo unos metros por una carretera, aunque enseguida lo abandono, yendo por una especie de calzada romana. Este camino me lleva directo a mi destino, el pueblo de Ziortza Bolibar, donde pongo punto y final a esta interesante ruta.
La vuelta la hago en parte a pie, ya que por Ziortza Bolibar apenas pasan autobuses. Camino hasta el barrio de Iruzubieta (Markina-Xemein), y ahí ya si, cojo un bus regular que me lleva de vuelta a casa.
Comienzo en una de las parada de buses y taxis de la bonita localidad vizcaína de Garai. Para llegar hasta aquí, he ido en un taxi que pone a disposición la compañía Bizkaibus, partiendo desde el municipio de Durango. Solo hay 3 servicios al día (eso los laborables, festivos no hay), y el primero es a las 11 de la mañana, así que para llegar a Garai o vais en este taxi entre semana, o sino hay que ir andando desde Abadiño.
Una vez allí, camino por la parte baja del pueblo, en busca de un sendero que sale por la izquierda. Desde aquí ya se ve mi principal objetivo, las antenas cimeras y la hilera de torres eólicas del monte Oiz. Hay un montón de formas de llegar a la cumbre, pero en esta ocasión utilizare una vía que mas que seguro no es muy utilizada. Mi intención será evitar en la medida de lo posible andar por la fea y monótona pista de cemento.
De este modo, avanzo por una serie de senderos que alternan la tierra, piedra y hierba. A medida que gano altitud, me adentro mas y mas en el corazón de un pinar. El camino, aunque encharcado en un par de puntos concretos, es de excelente calidad.
Al final del sendero, conecto con la mencionada pista, usada también a modo de carretera por los vehículos para acceder directamente a la cima de Oiz.
Lo cierto es que de primeras no tenía nada planeado sobre como continuar ganando altitud sin meterme por la pista, pero luego, echando un vistazo al mapa, descubrí varios caminos que me permitían atajar dicha pista, y de paso, poder andar mas distancia por senda natural. Decidí probar dichos caminos, a ver donde me llevaban.
Así pues, en ese cruce, tomo el segundo camino por la derecha, y avanzo cuesta abajo por senda natural. Eso fue algo que me molestó, ya que en vez de ir cuesta arriba, lo que hacía era perder altura, aunque no mucho.
Mas adelante, vuelvo a ir cuesta arriba, hasta llegar a otro cruce. Los teóricos caminos que atajaban y accedían a la pista estaban mas adelante, así que esta nueva opción me pilló por sorpresa. Aparentemente tenía muy buena pinta, era buen sendero, así que probé suerte yendo por aquí.
Sigo cuesta arriba en fuerte pendiente, aunque luego se allana un poco. Voy a cielo abierto por un sendero ancho y de calidad al principio, pero que luego, al entrar a una zona de tala de árboles, los diversos senderos que había por la zona estaban bastante destrozados. Aquí tiré de intuición para encontrar la forma de seguir hacia arriba y conectar con la inevitable pista. De primeras me equivoqué de senda, pero rápidamente di con el camino correcto. Seguid al pie de la letra el track y los waypoints, así llegareis a buen puerto.
Dicho y hecho, finalmente conseguí acceder a la pista o carretera principal. De aquí en adelante, hasta la cima de Oiz, y previamente a otra cumbre secundaria llamada Astoagagana, no me salgo de dicha pista.
A medida que gano altitud, las vistas mejoran considerablemente, hasta el punto de poder divisar los macizos de Aizkorri, Udalatx, Anboto, Gorbea, Aramotx, Sierra Salvada y Ganekogorta, entre otros.
Continuo por la pista, hasta llegar a un punto importante de la ruta, la ermita de San Kristobal. Desde aquí, puedo acceder a la cumbre del monte Astoagagana (801m), o al monte Oiz (1029m). Puesto que no voy a volver por aquí, giro a la izquierda, y camino rumbo al Astoagagana. En muy pocos minutos, accedo al cresterío y hago cumbre a dicho monte.
Magnificas vistas de 360º, pudiendo ver además de las mencionada panorámica hacia el Sur, añadir hacia el Este parte de la comarca del Gran Bilbao, así como varios montes colindantes. Y hacia el Norte, el mar Cantábrico, el estuario de Urdaibai, Gernika, y montes como el Illuntzar, Santa Eufemia y Bedartzandi, entre otros.
No me quedo aquí mucho tiempo, ya que había una plaga de microbichos que se me pegaban por todo el cuerpo.
Vuelvo hacia la ermita de San Kristobal, y ahora, continuo recto hacia arriba, todavía por la pista principal. Tras varios minutos de lento y pesado avance, consigo llegar a las numerosas antenas de radio cimeras. Por último, consigo llegar al buzón y vértice geodésico del monte Oiz.
Aquí la panorámica pierde hacia el Este por culpa de las antenas, pero gana al Oeste, donde puedo observar multitud de montes y sierras de la provincia de Gipuzkoa, como Aralar, Hernio, Izarraitz, Aizkorri, Elgea, Zaraia, y muchos mas. Ni que decir que también se ven numerosas torres eólicas, que por una parte empañan la magnifica panorámica, pero que por otro lado le da un toque diferente e interesante al entorno.
Tras las fotos de rigor, hago un pequeño parón para comer y beber algo. Luego, inicio el descenso por el otro lado del monte, rumbo a mi destino, la localidad de Ziortza Bolibar.
Tras superar un tramo con numerosa presencia de rocas y senda estrecha, llego a una amplia campa herbosa. Aquí se ubican las torres y otra pista, aunque esta vez de piedras. No obstante, yo decido caminar por la cómoda hierba, donde además se encontraban pastando y cubriéndose del sofocante sol un amplio grupos e caballos y de ovejas.
Estos animales nunca fallan en mi cita con el monte Oiz, es una maravilla!
Mas adelante, abandono la campa herbosa por la izquierda, cruzando una larga alambrada por un pequeño paso de madera. Y a los pocos metros, hago la misma jugada una segunda vez. A partir de aquí hasta conectar con otra pista asfaltada, el camino a seguir es bastante duro, incómodo y lento de coj. en buena parte por culpa del barro. Hoy, afortunadamente, apenas había presencia de este chocolate marrón, pero ya he pasado por aquí tiempo atrás, y en aquella ocasión no me libré de sufrir de lo lindo.
El sendero está sumamente roto, agrietado, el avance es muy lento e incómodo. Y lo dicho, suerte que no había barro, sino esto sería mucho peor, pero para poder ir a Ziortza Bolibar, previo paso por el monasterio de Santa María de Zenarruza, no he visto otra opción que no requiera de andar muchos km desde esta posición. Os recomiendo pasar por aquí en primavera o verano, cuando los días sean calurosos, con muchas horas de luz, y que no haya llovido durante varios días. de lo contrario, llevad botas y polainas, que os van a hacer falta.
Una vez realizado este tramo de descenso, llego a la mencionada pista. Lo sigo durante un rato, hasta llegar a un cruce. Aquí, sigo recto, siguiendo las marcas roja y blanca del GR. Ahora, avanzo por un sendero de tierra y piedras, que luego será íntegramente de tierra, al adentrarme por un largo y denso bosque. Esta vez el avance es muy cómodo y rápido, y a pesar de la larga distancia, enseguida consigo llegar al bonito monasterio de Zenarruza.
Este monumento aparte de tener su historia, es importante y emblemático porque es lugar de paso de los peregrinos en su viaje por el Camino de Santiago. Aquí hago una segunda parada para recuperar fuerzas.
Luego, sigo unos metros por una carretera, aunque enseguida lo abandono, yendo por una especie de calzada romana. Este camino me lleva directo a mi destino, el pueblo de Ziortza Bolibar, donde pongo punto y final a esta interesante ruta.
La vuelta la hago en parte a pie, ya que por Ziortza Bolibar apenas pasan autobuses. Camino hasta el barrio de Iruzubieta (Markina-Xemein), y ahí ya si, cojo un bus regular que me lleva de vuelta a casa.
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