Garbea, Pelayos y Pico del Mojón desde la Iglesia San Severino de Balmaseda

Hoy madrugo bastante para desplazarme desde Bilbao a Balmaseda y hacer una ruta circular en la que excluyo el clásico Kolitza. Balmaseda tiene bastantes rutas de interés que no sean las del monte bocinero encartado por excelencia, además lo conozco muy bien por las numerosas veces que he subido.

En este caso parto desde Iglesia San Severino para ascender al llamado "Balcón de las Encartaciones". Se denomina así a la bonita y despejada cresta que une las cimas del Garbea, Pelayos y el Pico del Mojón hasta la zona recreativa de La Porqueriza. Verá el o la senderista que he fotografiado todos los cruces y desvíos clave señalizando con los bastones el sentido de la marcha.

Aparco cerca de la preciosa iglesia de San Severino y comienzo la ruta ascendiendo unas empinadísimas rampas que suben al lado de una casa roja de pisos junto al parking situado tras la iglesia. Hay unas escaleras al lado por las que también podemos subir. Pero ojo, tras subir el primer tramo, la durísima rampa gira a la izquierda, y no, no hay que ir a la izquierda, sino seguir de frente por unas estrechas escaleras que siguen hacia arriba tras el primer tramo de la casa roja. Yo me he equivocado, he girado a la izquierda y he tenido que volver a bajar unos metros para coger la subida correcta.

Al poco las escaleras de cemento se convierten en toscos escalones hechos con traviesas de ferrocarril y encajonados entre dos muros. Las escaleras continuan después por camino cementado, también con fuertes rampas durante un rato, que desemboca en otro camino más amplio en una curva junto a una casa. La pendiente se alivia y puedo respirar con más tranquilidad. Dejamos abajo y a la izquierda el Albergue de La Garbea. Según el mapa, toda esta fuerte pendiente se llama calle La Piedra y se puede decir que hemos subido sin duda el tramo más duro de la ruta, con diferencia. Señalar que la calle de La Piedra, tras una serie de vericuetos, llega hasta la cumbre de La Garbea, aunque nosotros no vamos por ella.

Ahora solo hay que seguir la carreterita sin desvíos hasta llegar a un cruce, en el que seguimos por la izquierda, para al cabo un unas decenas de metros desviarnos de nuevo a la izquierda por un camino de tierra bajo los eucaliptos. Vamos hacia arriba sin desvíos hasta llegar en un rato a un brusco giro a la izquierda a unos pocos metros de una amplia pista a la que no llegamos. En efecto, giramos a la izquierda siguiendo por camino de tierra. Hay unas marcas rojiblancas de la GR de las Encartaciones en un pino que indica el sentido del giro. Yo lo he indicado con los bastones.

Seguimos andando bajo el arbolado para llegar a una bifurcación en la que vamos por la derecha y desde allí seguir hacia arriba por suaves rampas, no desviándonos para nada del camino por el que subimos. Trazamos una curva a la derecha, y al poco llegamos a confluir en un amplio camino de piedrilla que parece mas importante. Seguimos por él de frente y a los pocos metros, en una bifurcación, elegimos el camino de la izquierda, siguiendo por él hasta llegar a un cruce, en el que seguimos por el camino situado más a la derecha (hay otro a la izquierda que obviamos).

El camino se empina más, llegando a otro cruce en el que seguimos de frente (siempre debemos seguir el camino mas evidente), y al poco llegamos otro cruce, en el que también vamos de frente. Seguimos subiendo y al poco vemos una antena, la primera de las muchas que hay en el entorno de La Garbea. El camino sigue dejando a la izquierda el corte rocoso de la cresta, y a la derecha el arbolado. Sabemos que el pequeño buzón de La Garbea esta casi olvidado entre antenas y alambradas, así que opto por lo sano y para llegar a él subo a derecho el talud de mi izquierda y por detrás de la alambrada que rodea el edificio de la antena accedo a hasta él (718 m). Tras sacar la correspondiente foto inicio el camino de la cresta.

Llego en unos metros a una pequeña y curiosa caseta redonda de hormigón, situada en el centro de un círculo y sigo adelante, siguiendo hacia la derecha por un camino que se desvía de la pista principal. Al poco llego a los dos mojones del Pelayos, que señalan su cima (716 m), siguiendo adelante para retomar la pista principal y desviarme de nuevo a unos metros a la izquierda para seguir por un herboso camino lateral, llegando al poco a un cartel que indica "Túmulo de Garbea" y un poco mas adelante a la tercera pequeña cumbre del día, consistente únicamente en un monolito de piedra con la inscripción: Pico del Mojón, 673 m, situado a pocos metros a la derecha del camino.

Antes de empezar lo que verdaderamente es el descenso solo nos queda caminar recto por la amplia y despejada cresta, entre amplias campas, hasta llegar en un rato a la zona de recreo de La Porqueriza. Al llegar a La Porqueriza rodeamos la zona vallada hacia la izquierda para coger la pista que sigue hacia Balmasada y, de inmediato, coger otro camino de tierra que sale por la derecha y va en descenso.

A partir de ahora y casi hasta llegar a Balmaseda elegiremos en los cruces el camino o pista que nos parezca más importante. Hay en toda esta ladera hay un sinfín de caminos y pistas forestales en los que no hay que despistarse, por ello en los cruces hay que elegir el que parece más evidente y desciende.

Enseguida llegamos a un primer cruce que nos puede despistar, pero en él hay que seguir de frente. No existen dudas hasta llegar a una curva de una pista de gravilla, siguiendo hacia la derecha. Enseguida trazamos un par de pequeños zigzags sin problemas para llegar hasta un pinar, yendo por su lateral un par de cientos de metros y girar a la derecha en una pista a la que accedemos. Trazamos otros dos zigzags, ahora más grandes, llegando en un rato a desembocar en una pista cementada, que mas abajo desemboca en una carretera (es el camino del barrio de Pandozales), donde seguimos hacia la izquierda, para desviarnos de nuevo en unos metros de nuevo a la izquierda en un cruce donde hay varias señales. Vamos a rodear por detrás el Cerro del Castillo, para sin desvío alguno llegar a la calle donde tenemos aparcado el coche, muy cerca de la iglesia de San Severino.

Como resumen, se trata de una ruta sencilla, fácil y corta, de algo mas de doce kilómetros y un desnivel positivo de 627 metros, que tampoco es demasiado. A tener en cuenta las fuertes rampas y escaleras al principio para salir del pueblo, que nos obligrarán a un calentamiento rápido del cuerpo. Interesante seguir un track (yo seguí el de "jmartinchez" en wikiloc) para facilitar el descenso por el laberinto de pistas forestales existentes que nos pueden confundir, aunque también nos servirá en los variados cruces del ascenso. El recorrido por la cresta no tiene duda alguna.