Garciaz- El Venero-Embalse de los Muruelos- Garciaz

Ruta realizada con el club senderista Cabezarrubia.
Partimos desde la carretera que nos ha traído desde Conquista, atravesando las calles de Garciaz y llegamos a la Plaza Mayor donde fotografiamos el Rollo de la Justicia.
Dejamos a la derecha el Ayuntamiento y descendemos para pasar por un puente el río Garciaz.
Seguimos por un camino para llegar a la ermita de la Concepción.
Más adelante nos desviamos a la derecha dejando una cantera abandonada que debido a la sequía que padecemos este año está sin agua, siendo la primera vez que la vemos vacía.
Por un repecho, entre jaras, llegamos a la carretera CC-129, dejando el cerro de Fontanalejo a nuestra izquierda.
Paramos en una bonita cruz que nos señala el camino tendido por el que debemos ascender hacia la Cuerda de las Viñas. El pico Pirón nos acompaña en la subida, viendo en la llanura a lo lejos Garciaz.
Pasamos a la otra vertiente, desde donde se aprecia el pico Villuercas con sus antenas.
Seguimos el ascenso por la cuerda de Martín Herreros hasta llegar al cerro del Fresno.
Más adelante llegamos al Pico Venero, con su punto geodésico a 1128 m. desde donde se ve en la llanura Logrosán, los embalses de Sierra Brava y de los ríos Ruecas y Cubilar.
Iniciamos un fuerte descenso entre castaños para seguir por la senda muy bien señalizada, atentos a los desvíos, hasta llegar a un bosque centenario de castaños singulares. Uno en especial debe tener varios cientos de años.
Seguimos entre las hojas caídas, que dan una belleza especial a la senda y tras un brusco giro dejamos los castaños para adentrarnos entre robles.
Tras dejar una casa y una gran nave abandonadas y con las paredes llenas de zarzas llegamos a la presa del río Garciaz, o pantano de los Maruelos. Está casi vacía por la sequía que arrastramos desde hace meses.
En marchas anteriores se podía cruzar por la presa, pero actualmente está cerrada con cancelas ya que han puesto placas solares en la misma, por lo que nos desviamos por la parte baja de la misma (está bien señalizado) y cruzamos al margen izquierdo del río.
Una vez retomado el camino, seguimos por éste hasta encontrar el camino de la Marrueca, donde nos desviamos por una senda entre paredes de piedra de las fincas colindantes, donde se cultivan olivos e higueras.
Continuamos hasta cruzar en las inmediaciones de Garciaz el arroyo Labrados por un puente de piedra e iniciamos el ascenso a la población.
Apreciamos las bonitas fachadas de las casas y llegamos a la imponente iglesia de Santiago Apostol y tras hacer unas fotos, seguimos por las calles hasta el final de la ruta, ya con una llovizna que nos hace resguardarnos en las casas de Garciaz.