Garganta de las Nogaledas: las siete cascadas (valle del Jerte): SL-CC 33
near Navaconcejo, Extremadura (España)
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Trail photos
Itinerary description
Además de por sus cerezos, cultivados en terrazas en escalera que crean uno de los paisajes más singulares de la geografía española, el valle del Jerte es célebre por sus gargantas, estrechamientos por donde se descuelga abruptamente el agua conformando cascadas y saltos espectaculares.
Probablemente las dos más célebres del valle cacereño son las del Infierno, y sus celebrados pilones para el baño (en el municipio de Jerte), y la de las Nogaledas (en Navaconcejo), donde río y vegetación se unen en una hermosa sinfonía de la naturaleza, conformando un tramo que bien podría llamarse el Bali extremeño.
Hasta siete cascadas de gran porte y varios brazos acumula la garganta de las Nogaledas en su tramo visitable por un sendero esculpido sobre la ladera empinada de la montaña, que nos acerca a los saltos y sus pozas, en una sucesión de sorpresas acuáticas que convierten el empinado paseo en una fiesta del agua.
El sendero local (SL-CC 33), que sale desde las últimas casas de Navaconcejo justo en el puente de la garganta cuando esta desemboca en el río Jerte, es una ruta circular de casi 7 kilómetros que asciende junto al cauce para regresar luego al pueblo por las pistas agrícolas que dan acceso a las fincas de cerezos, ya a cielo abierto y regalando impresionantes vistas del valle.
La remontada fluvial se divide en dos tramos, delimitados a sur y norte por la pista asfaltada del IRYDA (Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario), una vía que recorre a media altura la ladera norte del valle longitudinalmente. Para pasar del primer tramo de la garganta al segundo, se sale a esta pista, se avanza por ella unos 100 metros a izquierda y nos volvemos a emboscar en la garganta por un sendero que permite explorar el segundo tramo.
En el primer trecho, de 1,4 km y 200 metros de desnivel, se contemplan las cuatro primeras cascadas. En el segundo, de 1,6 kilómetros pero solo 90 metros de desnivel, se concentran otras tres.
Hay quienes completado el primer tramo declinan de seguir por el segundo y emprenden la vuelta a Navaconcejo: grave error, pues se perderán una de las cascadas más imponentes, atravesada frontalmente por una pasarela metálica que permite contemplar su frontal en todo su esplendor: un portentoso retablo acuático donde la mirada se aquieta (cascada 6).
Justo hasta esta penúltima cascada, donde cambiamos de orilla por el mencionado puente, habremos recorrido la garganta por su orilla izquierda, la derecha según se sube, para finalizar el ascenso por la orilla derecha (la izquierda, según se sube; el lado izquierdo o derecho de un río se determina según descienden las aguas).
Tras visitar una última poza menor (bandera 23), a la que se accede por un túnel de rocas (bandera 22) en un rápido ida y vuelta (desde la bandera 21), el sendero local nos saca de la garganta por el llamado mirador del Valle (bandera 24 y 3,50 kilómetros de pateo desde nuestra salida), donde negociamos la bajada a Navaconcejo por sucesivas pistas agrícolas de cemento que recorren las terrazas de cerezos.
Aunque lo que nos ha traído hasta aquí son las cascadas de la garganta, esta segunda parte del recorrido también engancha por su belleza, pues nos ofrece estupendas panorámicas del valle. Si es día caluroso y de sol, conviene protegerse, pues es un tramo a cielo abierto, de unos 3 kilómetros.
La mejor época para visitar la garganta es en primavera, cuando las lluvias permiten al cauce ganar caudal y potencia.
En nuestro caso, iniciamos la caminata desde el aparcamiento público principal situado junto al puente principal del pueblo, sobre el río Jerte, en el casco urbano de Navaconcejo (bandera 1 del mapa). Esto es, como unos 600 metros antes del inicio oficial de la ruta (bandera 2).
*****
Ruta circular desde Navaconcejo, por la garganta de las Nogaledas, pasando por:
- Puente Pequeña Cascada (0.6 km)
- Parte alta Cascada (1.4 km)
- Cascada Mirador (2.2 km)
- Cascada y puente (2.4 km)
- Mirador del Valle (3.1 km)
Probablemente las dos más célebres del valle cacereño son las del Infierno, y sus celebrados pilones para el baño (en el municipio de Jerte), y la de las Nogaledas (en Navaconcejo), donde río y vegetación se unen en una hermosa sinfonía de la naturaleza, conformando un tramo que bien podría llamarse el Bali extremeño.
Hasta siete cascadas de gran porte y varios brazos acumula la garganta de las Nogaledas en su tramo visitable por un sendero esculpido sobre la ladera empinada de la montaña, que nos acerca a los saltos y sus pozas, en una sucesión de sorpresas acuáticas que convierten el empinado paseo en una fiesta del agua.
El sendero local (SL-CC 33), que sale desde las últimas casas de Navaconcejo justo en el puente de la garganta cuando esta desemboca en el río Jerte, es una ruta circular de casi 7 kilómetros que asciende junto al cauce para regresar luego al pueblo por las pistas agrícolas que dan acceso a las fincas de cerezos, ya a cielo abierto y regalando impresionantes vistas del valle.
La remontada fluvial se divide en dos tramos, delimitados a sur y norte por la pista asfaltada del IRYDA (Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario), una vía que recorre a media altura la ladera norte del valle longitudinalmente. Para pasar del primer tramo de la garganta al segundo, se sale a esta pista, se avanza por ella unos 100 metros a izquierda y nos volvemos a emboscar en la garganta por un sendero que permite explorar el segundo tramo.
En el primer trecho, de 1,4 km y 200 metros de desnivel, se contemplan las cuatro primeras cascadas. En el segundo, de 1,6 kilómetros pero solo 90 metros de desnivel, se concentran otras tres.
Hay quienes completado el primer tramo declinan de seguir por el segundo y emprenden la vuelta a Navaconcejo: grave error, pues se perderán una de las cascadas más imponentes, atravesada frontalmente por una pasarela metálica que permite contemplar su frontal en todo su esplendor: un portentoso retablo acuático donde la mirada se aquieta (cascada 6).
Justo hasta esta penúltima cascada, donde cambiamos de orilla por el mencionado puente, habremos recorrido la garganta por su orilla izquierda, la derecha según se sube, para finalizar el ascenso por la orilla derecha (la izquierda, según se sube; el lado izquierdo o derecho de un río se determina según descienden las aguas).
Tras visitar una última poza menor (bandera 23), a la que se accede por un túnel de rocas (bandera 22) en un rápido ida y vuelta (desde la bandera 21), el sendero local nos saca de la garganta por el llamado mirador del Valle (bandera 24 y 3,50 kilómetros de pateo desde nuestra salida), donde negociamos la bajada a Navaconcejo por sucesivas pistas agrícolas de cemento que recorren las terrazas de cerezos.
Aunque lo que nos ha traído hasta aquí son las cascadas de la garganta, esta segunda parte del recorrido también engancha por su belleza, pues nos ofrece estupendas panorámicas del valle. Si es día caluroso y de sol, conviene protegerse, pues es un tramo a cielo abierto, de unos 3 kilómetros.
La mejor época para visitar la garganta es en primavera, cuando las lluvias permiten al cauce ganar caudal y potencia.
En nuestro caso, iniciamos la caminata desde el aparcamiento público principal situado junto al puente principal del pueblo, sobre el río Jerte, en el casco urbano de Navaconcejo (bandera 1 del mapa). Esto es, como unos 600 metros antes del inicio oficial de la ruta (bandera 2).
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Ruta circular desde Navaconcejo, por la garganta de las Nogaledas, pasando por:
- Puente Pequeña Cascada (0.6 km)
- Parte alta Cascada (1.4 km)
- Cascada Mirador (2.2 km)
- Cascada y puente (2.4 km)
- Mirador del Valle (3.1 km)
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