GARGANTA DE LOS INFIERNOS (valle del Jerte)

RUTA 'RESERVA NATURAL DE LA GARGANTA DE LOS INFIERNOS':

Tiene el valle del Jerte rincones que quitan el hipo por su belleza natural. Algunos más escondidos que otros, porque los hay que han perdido el misterio de la soledad, aunque no de la hermosura. La garganta de los Infiernos, y sus célebres pozas de Los Pilones, es uno de esos lugares: ciertamente concurrido en días no laborables de buen tiempo, desprende aún un intenso magnetismo paisajístico. Llegar a estas bañeras fluviales esculpidas por la erosión de la corriente es fácil: menos de una hora desde el centro de interpretación de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, en el municipio de Jerte.

Pero la mejor forma de conocer este edén natural del noreste de Cáceres, que atesora mucho más que las mencionadas pozas, es emprender la ruta circular de 16 kilómetros del PR-14 (sendero de pequeño recorrido): perfectamente señalizada con cartelería informativa, nos mete de lleno en el corazón de la belleza. Sí, la garganta de los Infiernos es mucho más que sus Pilones. Y esta ruta lo demuestra.

Se trata de una caminata que no presenta dificultades técnicas. Puede demorarse entre 5.45 y 7 horas: la duración dependerá de las paradas que se hagan, pues muchas tentaciones salen al encuentro del senderista: puentes con siglos de historia, gargantas, pequeñas cascadas, pozas donde bañarse, arroyos, robledales, castañares, panorámicas...

El itinerario propuesto deja el tramo de Los Pilones para el final, con la idea de darse un chapuzón tras haber completado el 85% del recorrido y superado los trechos más exigentes, además de haber disfrutado de parajes que provocan una dulce ebriedad visual. Por ejemplo: los entornos del puente Nuevo (o de Carlos V, en la garganta de los Tres Cerros) o del puente Carrascal (garganta del Collado de las Yeguas): banderas 10 y 16 del mapa (track).

INICIO: CENTRO DE INTERPRETACIÓN
La ruta comienza en el centro de interpretación de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, donde es posible estacionar el vehículo. Hasta aquí se llega cogiendo el desvío que hay en el km 367,800 de la Nacional 110. A derecha si se viene desde Navaconcejo; a izquierda, desde Jerte. A pesar de que hay varias fuentes en el camino, se recomienda llevar agua. Y protección solar para días despejados, pues algunos tramos se realizan a cielo abierto. También se puede empezar desde el mismo pueblo Jerte (en la bandera 3 del mapa).

El itinerario sigue al principio una pista asfaltada que recorre en paralelo el curso del río Jerte durante 2,5 km, cuyas aguas oímos pero no vemos a nuestra izquierda: nos separan de ellas unos 300 metros de fértil vega repleta de cerezos y arboleda. Según nos acercamos a la localidad de Jerte, se abren panorámicas de los montes de Tras la Sierra, el paredón montañoso norteño del valle, en cuyo extremo despunta el techo de Cáceres: el Calvitero (2.400 m).

LAS PRIMERAS CUESTAS
Tras completar 40 minutos de cómodo pateo siguiendo las marcas blancas y amarillas, y despreciar un primer desvío señalizado a derecha a Los Pilones (bandera 2 del mapa), alcanzamos una segunda intersección a derecha muy próxima a la anterior (ojo con no confundirlas). Este cruce de caminos se encuentra en las afueras de Jerte, cuyas casas divisamos. Un cartel nos guía: al puente Nuevo, 1.40 horas [4,5 kilómetros y 350 metros de desnivel].

Empiezan aquí las primeras rampas de la jornada. Continuamos avanzando por pista agrícola de cemento, que se usa para llegar a las terrazas de cerezos, que trepan escalonadamente por la falda de la montaña. Es primavera y el valle revienta de verdor. Y a las cerezas les queda poco para alcanzar el punto de madurez que permita su recolección.

Al rato, el camino se embosca por una hermosa arboleda.Tras superar 150 metros de desnivel, un nuevo cartel nos desvía a izquierda (bandera 4), adentrándonos por el Monte Reboldo y sus castaños, hasta dar con la fuente de la Jarandilla (bandera 5 y 1.15 horas de marcha). El camino se estira y nos sigue haciendo resoplar hasta cruzarnos con la Ruta de Carlos V (bandera 6), que seguiremos parcialmente: ésta enlaza el puerto de Tornavacas, cabecera del valle del Jerte y divisoria entre las provincias de Cáceres y Ávila, con la localidad de Jarandilla de la Vera, ya en la comarca de La Vera (25 km que se completan en 8-10 horas tras salvar la sierra de Tormantos).

A cinco minutos de la intersección, hollamos el collado de las Losas (bandera 7; km 5,4 de ruta y 960 metros de altitud). Aquí finaliza el tramo principal de subida de la caminata. Desde que empezamos a negociar el ascenso a las afueras del pueblo de Jerte (bandera 3), hemos superado 360 metros de desnivel en 3 km (5,5 km desde el inicio del itinerario). Un nuevo cartel nos informa: quedan 25 minutos al puente Nuevo. Serán 1,5 kilómetros que combinan llaneo y ligero descenso, con zonas de bosque y otras a cielo abierto.

PUENTE NUEVO
Tras 2.05 horas y 7 km de pateo, llegamos al puente Nuevo o de Carlos V, que salva las aguas de la garganta de los Tres Cerros, corriente subsidiaria de la de los Infiernos. El puente, de piedra y un solo ojo, es de gran belleza, como todo el entorno. Una fabulosa poza amansa las aguas bajo la arcada, invitando al baño.

Por esta pasarela pasó Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico en su viaje al monasterio de Yuste, adonde se retiró a vivir sus últimos años de vida tras abdicar en su hijo Felipe II en 1556.

Tras el puente, el sendero vuelve a coger elevación. Enseguida damos con una nueva bifurcación con señales informativas (bandera 11). Si seguimos por la derecha, llegaremos en 40 minutos a Los Pilones. Pero nuestra ruta nos lleva por la izquierda, en un espléndido rodeo, en dirección al puente Carrascal. Mientras continuamos la subida, conviene echar la mirada atrás: vistas paradisíacas de la orografía del lugar, con la garganta de los Tres Cerros y el puente Nuevo quedándose en la lejanía.

Tras superar la fuente de Robledo Hermoso (bandera 13, 2.40 h y a la sombra de un magnífico roble de nobles proporciones), nueva intersección señalizada (bandera 14). A izquierda sigue la Ruta de Carlos V, que abandonamos ahora para enfilar el último tramo hasta el puente Carrascal. Éste, según el letrero, queda a 1,25 km y 30 minutos, en un trecho que nos hace cambiar de gargantas: de la de los Tres Cerros a la del Collado de las Yeguas, ambas tributarias de la de los Infiernos, cuando sus aguas se abrazan en una única corriente que desemboca más tarde en el río Jerte. Alcanzamos la cota de 1.000 metros en la fuente de los Zarzalones (bandera 15).

PUENTE CARRASCAL
El puente Carrascal está ya a tiro de pisada. Se trata de un paso más encañonado que el anterior, con una pequeña cascada en su parte norte y una mayor virulencia de las aguas (bandera 16 y 3.05 horas). Unos travesaños de madera colocados a media altura al inicio del puente obligan a agachar los riñones para franquearlo. El escenario, recóndita angostura, sobrecoge por su belleza. Un cartel advierte: 4 km a Los Pilones y 1.45 horas.

Tras llanear brevemente, se inicia el descenso por la orilla izquierda de la garganta del Collado de las Yeguas, aunque alejados del cauce. Tras salvar unas zetas, damos con un arroyo (bandera 17), como a 1,2 km del puente Carrascal, con una breve caída de agua lamiendo una gran roca. El sendero nos aproxima luego a la corriente, donde brotan pozas como la Charca Bonita.

COLLADO DE LAS YEGUAS
Y así, una hora después de cruzar el puente Carrascal, llegamos al puente y collado de las Yeguas (bandera 18 y 4.08 h), donde confluyen, un poco más adelante, la garganta de los Tres Cerros y del Collado de las Yeguas, para formar la corriente principal de la garganta de los Infiernos.

En este punto nos reencontramos con el sendero que despreciamos al pasar el puente Nuevo (el de la bandera 11) y avanzamos por la cómoda senda que nos dejará en Los Pilones. Pasamos por las ruinas del molino Sacristán, 20 metros más abajo en la orilla del río, y alcanzamos la fuente del Camino (bandera 19). Y al rato, otra fuente (bandera 20) y una nueva bifurcación (bandera 21) que nos indica el rumbo, en breve descenso, a Los Pilones (bandera 22).

LOS PILONES
Son estas pozas el tramo de ruta más concurrido, no apto para amantes de las soledades. Bañistas se apuestan en las grandes rocas que brotan en una y otra orilla. Tras un breve chapuzón (las aguas bajan frías) y un ligero almuerzo, cruzamos el puente (bandera 23) para cambiar de ribera y llegar, en la última hora de camino, al punto inicial de la ruta, el centro de interpretación, pasando antes por el mirador del Chorrero de la Virgen (bandera 24) y algún que otro tramo boscoso de robles. Esta última parte de la ruta suele estar transitada en jornadas con buen tiempo de fin de semana o días vacacionales, pero sigue siendo igualmente hermosa, como lo es el valle del Jerte y sus gargantas. Gargantas como ésta, llamada del Infierno, que poco tienen de averno y mucho de edén.