Garganta del Oso (Sierra de Béjar)

Tiempo aproximado de ida 1h10min ó 1h20min, más otro tanto de vuelta.
El tiempo grabado en el track incluye una larga parada en la Garganta del Oso.

Partiendo del paraje de Monte Mario, también conocido como Los Pinos, seguimos la pista asfaltada que acaba en la explanada donde se encuentra el centro CAMPYCO, convirtiéndose en pista forestal. Inmediátamente llegamos a la primera intersección cerca de la Casa del Guarda o del Pintor. Nosotros tomamos el camino del medio, indicado con un letrero de color granate que reza "Camino de Candelario". Siguiendo esta pista por el exterior de la masa arbolada, paralelo a la pared de piedra, llegamos hasta el depósito que abastece a la mitad este de Béjar, con una fuente situada en una de sus paredes, para refrescarse del inicio de la subida. A la derecha queda el camino que conduce al albergue juvenil de La Canaleja. Nosotros seguimos la dirección que llevábamos hasta la siguiente intersección (sin indicar).

El camino de la izquierda baja hasta el barrio de Palomares de Béjar, el de la derecha, que es el que nos interesa, nos conduce, abandonando el pinar para dar paso a los pastos, los fresnos y los robles, en un paraje conocido como los Prados Domingos, hasta la carretera que une Candelario (a nuestra derecha) con Navacarros (a nuestra izquierda), y que corta perpendicularmente el camino que llevábamos. Seguimos esta carretera durante unos cien o doscientos metros en dirección a Navacarros (izquierda), para volver a la pista forestal que sale a nuestra derecha. A partir de aquí el camino sigue ascendiendo, en diversas revueltas, hasta el cerro que, en una breve bajada, nos lleva hasta el puente que cruza el río Barquillo, formado por la confluencia de los arroyos del Águila y del Oso.

Cruzamos el puente y llegamos hasta la revuelta, momento en el que abandonamos la pista forestal para internarnos en una vereda entre los pinos y las rocas, casi paralela al arroyo del Oso y que nos lleva hasta él. Si queremos ver los diversos saltos de agua (pequeñas cascadas pero de gran belleza), deberemos cruzar varias veces, a un lado y a otro, el arroyo, en busca del "camino" más cómodo y sin mojarnos los pies. Buens sitio para "comer un cacho", como se dice por aquí, y descansar al murmullo del agua.