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Geoformas y oquedades rocosas de arenisca de Grankanto en Jaizkibel

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Trail stats

Distance
2.94 mi
Elevation gain
1,329 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
1,329 ft
Max elevation
868 ft
TrailRank 
48
Min elevation
135 ft
Trail type
Loop
Moving time
one hour 47 minutes
Time
2 hours 53 minutes
Coordinates
858
Uploaded
May 28, 2022
Recorded
May 2022
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near Donibanealdea, País Vasco (España)

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Itinerary description

Esta etapa es bastante durilla pues se trata de sucesivos descensos y ascensos de casi 200 m al fondo de los dos barrancos más accidentados del litoral de Jaizkibel.
La inicio junto al merendero situado en la ctra que sube de Lezo, pasado el pk 4.
Previamente al descenso y para ir entrando en calor para la caminata rompepiernas que me espera, realizo un paseo por las campas herbosas del entorno de Mitxintxola donde pasta abundante ganado. Buscando ruinas de caseríos por la zona me encuentro con algunos de nombres tan curiosos como Londres, Buenos Aires...
Ya en Mitxintxola siguiendo las indicaciones del cartel, comienzo el descenso al primer valle colgado.
El sendero al principio con espesa vegetación de helechos y zarzales, se va clarificando según te vas acercando al fondo del barranco en forma de V pronunciada de Grankanto, con areniscas ocres erosionadas de gran belleza tanto a la izda como frente al litoral.
Nada más cruzar la regata comienza el duro y largo repecho desde el que se pueden contemplar las placas rocosas de gran inclinación hacia el mar y detrás al fondo el barranco que vas dejando.
Llegado al alto se divisa al fondo el siguiente valle colgado de Galea. En su descenso llama la atención un curioso arco o dolmen.
Y pasada la regata, otro largo ascenso cuya parte final te recompensa con las vistas de más formaciones de areniscas con espectaculares geoformas.
En este punto, en lugar de continuar el sendero del litoral que te llevaría a Azabaratza, me adentro por los prados del interior hacia el punto de partidaEs impresionante las maravillas de geoformas y estructuras rocosas que he podido ver y fotografiar en cavidades colgadas en escarpes casi verticales.
Entre otras las siguientes:
-Geoformas con diseños escultóricos, originadas por procesos de disolución del cemento intergranular, destacando las formas alveolares, coraloides, celdas en panal de abejas, hojaldres enormes (boxworks) con celdas hexagonales y poligonales.
-Cortinajes cordados con estructuras separadas de la pared.
-Bandeados, anillos, cintas troqueladas…
-Estructuras de corriente, con finos dibujos ondulados de líneas de diferentes coloraciones de minerales movilizados por la disolución intergranular.
-Pequeños ventanales que asoman al exterior.

JAIZKIBEL, los últimos acantilados

GRANKANTO, la escultura del océano
El último eslabón de la costa guipuzcoana hacia el oriente se encuentra en el litoral del monte Jaizkibel. Son los acantilados más salvajes, con las geoformas más increíbles, enigmáticas, atormentadas, extrañas, desconocidas y mejor conservadas. Un escenario excepcional que sorprende por los parajes naturales que se encierran y se guardan celosamente en sus entrañas como tesoros secretos que se deben descubrir. En esta primera sugerencia la ruta de hoy se inicia junto a la Cantina JAIZKIBEL (punto kilométrico 4,6 de la carretera de Jaizkibel) para encontrar el primer relevante monumento, la gran escultura del océano, GRANKANTO.
El monte Jaizkibel, la alargada cadena que protege el corredor de Oarsoaldea, conserva en su vertiente norte el espacio más valorado de los litorales europeos, dado que guarda en su interior (con Ulia) delicadas joyas naturales que son poco conocidas, incluso para personas que viven en sus alrededores. Es una especie de museo vivo y natural, que es necesario conocer, para así, con conocimiento, consecuencia y en conciencia, valorar, conservar y proteger. Porque existe una amenaza, un proyecto de momento parado temporalmente, para destruir este escenario que supondría el mayor atentado ecológico jamás realizado.
Jaizkibel es en la actualidad un espacio designado como ZONA ESPECIAL DE CONSERVACIÓN (ZEC) dentro de la Red Europea NATURA 2000. Pero nos encontramos con que aspectos tan importantes en Europa como son la protección de la biodiversidad marina y la geodiversidad, están fuera de los objetivos de dichas ZEC. Aunque se está trabajando para que Jaizkibel-Ulia se considere Patrimonio Europeo de geología y biodiversidad marina y terrestre, hasta que no se consiga la protección, hay que estar vigilantes y desconfiar de los políticos, que salvo excepciones, no tienen sensibilidad alguna con el patrimonio Natural y hasta consideran que el impacto ambiental con la dársena exterior será mínimo, que es una gran mentira.
En esta excursión conoceremos “la ruta geológica de Víctor Hugo” dado que en su libro “Los Pirineos” escrito y publicado por primera vez en el año 1843, ya describía estos lugares. Con una narrativa insuperable, totalmente vigente en la actualidad, la obra y especialmente sus capítulos sobre Pasaia merecen su lectura.
DESDE LA CANTINA JAIZKIBEL
El itinerario comienza unos metros antes de la entrada a la Cantina Jaizkibel, punto kilométrico 4,6 de la carretera que une las poblaciones de Pasai Donibane y Hondarribia. Tomamos dirección noroeste hacia el caserío y su nueva construcción de KABITTE, de los pocos habitados en la zona. Junto a él observamos un mojón/placa que el grupo sanjuandarra ITXASMENDI colocó hace unos años en cada uno de los 18 caseríos de Donibane con los “bertsoak “ que en 1933 escribió IKUR, haciendo una glosa de cada uno de los que contaba la población entonces. Giramos a la derecha para pasar cerca de las ruinas del caserío LONDRES, no hace demasiados años, famoso por las magníficas cuajadas (mamias) que podían degustar todos los que llegaban a sus inmediaciones. Tras ascender unos pocos metros y dejar a la izquierda la cima de MITXITXOLA, junto a la cual se encuentra la geoforma popularmente conocida como SUKALDEA (bajo su cubierta se cocinaban las lapas y los percebes que se recogían en la costa cercana), toca descender en dirección a las ruinas del caserío BONAZTIETA (Buenos Aires), el único de los dieciocho caseríos anteriormente citados que cuando IKUR escribió sus composiciones, ya estaba deshabitado. Desde este punto se inicia un más que escarpado y dificultoso descenso, entre altos helechos, argomas y zarzas espesas; incluyendo varios pasos algo aéreos, hacia la espectacular y variada formación geológica de GRANKANTO, una de las más sobresalientes y bellas que se encuentran en el litoral. La erosión sobre la arenisca ha tallado una formación retorcida de aspecto lunático. El deportista deberá aproximarse a su base para emocionarse y sorprenderse con todo este conjunto descomunal, asomarse a sus arcos, salientes y ventanas y hasta trepar hasta la cresta para obtener encuadres fotográficos inimaginables. Es, sin duda, una alineación insospechada. Su estructura tipo “chevron”con grandes estratos de turbitas, con geoformas diversas de erosión, con colores que varían según la situación del sol, no tienen similitud en el mundo. Una serie de pequeñas regatas que forman los valles colgados, han configurado una espectacular morfología de acantilados. En muchas ocasiones los arroyos terminan en una catarata suspendida sobre el océano.
Para mí es un ola pétrea que se abalanza sobre el visitante. Sin embargo Victor Hugo, escribía: ”Detrás de mí una gran peña levantada representa un águila inmensa que se inclina sobre su nido, con dos garras colocadas sobre la montaña. Oscura y soberbia escultura del océano. Una franja de plata, delgada y resplandeciente, serpentea hasta perderse de vista al pie de la costa” (la regata Grankanto)
El espolón Grankanto cierra el barranco. Es una proa voluminosa que surge del mar. El montañero deberá remontar el ramal hasta alcanzar el alto Sanjuanjarri, tras pasar junto al tremendo roquedal del que recibe su nombre. Los acantilados volverán a sucederse para regocijo del explorador, pero serán cita de otra excursión. Ahora hay que continuar por ancho camino, al sur, para llegar hasta el más que ajetreado caserío Iñalurreta, actualmente el más alejado del centro urbano, que mantiene su actividad ya muy cerca de la carretera del “col”, donde se confluye con las balizas del Talaia bidea.
Ya por la carretera que desciende a Lezo, llegamos al punto de partida

Waypoints

PictographPhoto Altitude 517 ft
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PictographPhoto Altitude 457 ft
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PictographPhoto Altitude 341 ft
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PictographPhoto Altitude 597 ft
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PictographPhoto Altitude 589 ft
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