GeoRuta 8: Roques de La Vila | FINESTRES

Parada 5: Fuente de Finestres

Como viene siendo habitual en las rutas, siempre que pasamos cerca de una fuente o manantial nos detenemos para darle a estos enclaves la importancia que se merecen e ir poco a poco conociendo y desvelando los secretos de la hidrogeología para así valorar este preciado recurso, el agua. Nos encontramos ante los restos de lo que fue la fuente o font de Finestres. Si nos fijamos bien, nos daremos cuenta de que este tipo de fuente lo hemos visto en otras salidas y, si somos asiduos del Montsec, veremos que este esquema se repite en otras localidades como en Litera, Viacamp, Montfalcó, Estall, Fet o Mas de Quintillá. Como el pueblo, la fuente se encuentra sobre los materiales detríticos del Oligoceno-Mioceno formados fundamentalmente por conglomerados, areniscas y lutitas. A nivel local, estos materiales constituyen un acuífero que, en ocasiones, sin necesidad de grandes infraestructuras, puede ser aprovechado y explotado, como es el caso de la Font de Finestres. La fuente se encuentra en la ladera izquierda del Barranco de la Fuente. Todo apunta a que aprovecha un pequeño manantial existente en el contacto entre un estrato de conglomerado y otro de lutitas. Además, este manantial ha sido forzado a través de la galería excavada, lo cual, en el pasado, aseguraba un caudal más constante a lo largo de todo el año.

Finestres

Parada 1: Ermita de San Marcos

Salimos de la plaza de Finestres por su calle principal con dirección este para luego tomar el antiguo camino que nos llevará a la ermita de San Marcos. Desde esta pequeña atalaya se contempla una amplia panorámica de este sector de las Sierras Marginales, así como una de las mejores vistas de las Roques de La Vila. El elemento que más destaca en el paisaje visible desde la ermita de San Marcos son las, ya famosas, Roques de La Vila. La forma aserrada y su disposición zigzagueante en el paisaje, recuerda a la cola de un cocodrilo. La explicación del porqué de estas formas es bien sencilla. Lo que conocemos como Roques de La Vila o Dents de Finestres, no son más que estratos de calizas en posición vertical. Se trata de una unidad de calizas bien estratificadas, entre cuyos estratos de calizas aparecen pequeños niveles de materiales más blandos (margas). Esta alternancia litológica, sumado a la posición vertical, favorece una erosión diferencial muy marcada. Es decir, para un mismo periodo de tiempo los niveles margosos se erosionan más que los calcáreos, lo que resulta en que las calizas resaltan más en el paisaje frente al resto de materiales. Este tipo de estructuras se conocen en geomorfología como barras. Pero ¿cómo han llegado a ponerse en posición vertical? Desde la situación en la que nos encontramos resulta algo complicado verlo, pero toda la sierra que tenemos frente a nosotros, conocida como Sierra de Sabinós, constituye el anticlinal de Millà. Se trata de una estructura (pliegue) de dirección E-O que aflora a lo largo de unos 18 km, desde La Creu en Aragón hasta casi Santa Linya en Cataluña. Se trata de un pliegue asimétrico, donde el flanco norte, más tendido y suave, da paso a un flanco sur mucho más vertical y deformado. Las Roques de La Vila se encuentran en este flanco sur, que, tras un intenso proceso de erosión, ha dado lugar a estas morfologías tan características. Desde lo alto de la Sierra de Sabinós, concretamente desde el mirador homónimo, se puede contemplar una de las vistas más espectaculares de este anticlinal. Se trata de una sección perpendicular al pliegue realizada por el Noguera Ribagorzana, conocida como cluse de Les Conclues.

Parada 2: Discordancia angular

Nos encontramos sobre las mismas calizas sobre las que se asienta el castillo de Finestres y que a su vez constituyen las Roques de La Vila. Pero no estamos aquí para comentar estas calizas, sino los materiales que tenemos frente a nosotros en el paisaje y de colores anaranjados. En dirección norte, llaman la atención unos materiales de colores cálidos que se encuentran sobre las calizas, esta vez del Cretácico superior. Se trata de conglomerados y areniscas con intercalaciones de lutitas y pertenecen a la Formación Graus. En otras salidas ya hemos hablado de esta unidad y es la misma que aflora a lo largo del camino que lleva a Finestres desde el puente de Penavera. Si nos fijamos en detalle, veremos cómo las calizas del Cretácico superior aparecen casi verticales o con un fuerte buzamiento hacia el sur, mientras que los conglomerados aparecen prácticamente horizontales. Además, la superficie de contacto entre una unidad y otra para nada es regular, todo lo contrario. Además, la Formación Graus es de edad Oligoceno-Mioceno, lo que quiere decir que entre ambas unidades falta un registro de más de 40 millones de años. Esta superficie que separa ambas unidades es lo que se conoce como “discordancia angular”, y nos encontramos ante un claro ejemplo de libro. Este tipo de superficie estratigráfica se forma a partir de la siguiente sucesión de procesos: 1) sedimentación de materiales antiguos, 2) parón en la sedimentación e inicio de la deformación, 3) erosión, coetánea a la deformación, 4) sedimentación de materiales jóvenes. Justamente lo que aquí ha tenido lugar: 1) sedimentación de las calizas marinas del Cretácico superior hasta bien entrado el Eoceno, 2) parón en la sedimentación a finales del Eoceno e inicio en la formación del anticlinal de Millá, 3) erosión del anticlinal de Millá, 4) sedimentación de los materiales terrígenos de la Fm. Graus.

Parada 3: Transición Cretácico-Paleógeno. Formación Tremp

En esta parada nos centraremos en los llamativos materiales de colores amarillos, ocres y anaranjados que destacan en el paisaje. No dan relieves muy atractivos, sino todo lo contrario. Al ser materiales blandos se erosionan con facilidad y dan lugar a relieves negativos. Tenemos ante nosotros los materiales del Grupo Tremp, tradicionalmente conocidos como Garumniense o Garum, denominados así por ser en esta localidad donde se definieron y estudiaron por primera vez. En Tremp, esta unidad presenta espesores de hasta 600 m, por el contrario, aquí en Finestres ronda los 150 m. El Grupo Tremp, o Garumniense, representa la transición entre el Cretácico superior y el Paleógeno, por ello en muchas áreas del Pirineo se encuentran en estos materiales yacimientos de dinosaurios, ya sean los huesos o sus pisadas (icnitas). Estos materiales se formaron en ambientes conocidos como de “transición”, es decir, ambientes sedimentarios situados en la zona de fluctuación entre el área continental y el área marina. En este sector de las Sierras Marginales, esta unidad está compuesta por calizas formadas en ambientes lacustres, y otras formadas en ambientes más marinos; aparecen también lutitas, areniscas y conglomerados formados en sistemas deltaicos y desembocaduras de pequeños ríos. Esta variedad de ambientes que observamos en la vertical (tiempo), también la observamos en la horizontal (espacio), por ello, aunque existen abundantes afloramientos del Grupo Tremp repartidos por todo el futuro parque geológico, los espesores de materiales son muy diferentes según la zona, así como el ambiente de sedimentación, lo que se significa que, durante el mismo periodo de tiempo, en una superficie relativamente pequeña, coexistían gran variedad de ambientes. Prueba de ello son los afloramientos del sinclinal de Estopiñán, Benabarre, Montgai, Gabasa, Sierra de la Carrodilla o la Sierra de Bardella.

Parada 4: Castillo de Finestres

Los restos del castillo de Finestres se asientan sólidamente sobre unas calizas en posición cercana a la vertical. Se trata de la unidad conocida tradicionalmente como Calizas con Alveolinas, atribuidas a la Formación Serraduy, de edad Eoceno inferior. El nombre de Caliza con Alveolinas es debido a la enorme abundancia de estos fósiles, lo que la hace una unidad fácilmente reconocible en campo. Las alveolinas, a pesar de su tamaño, son seres unicelulares que pertenecen al grupo de los foraminíferos (Foraminifera), que viene a significar algo así como “portadores de orificios”. Lo que vemos actualmente no es el individuo en sí mismo, sino la estructura generada por esta célula construida a base de carbonato y conocida como testa, la cual albergaba a la célula. Cada especie varía en la forma y tamaño de estas estructuras, las cuales difieren incluso internamente formadas por cámaras a su vez divididas transversalmente por tabiques. Constituyen un género extinto que surgió a finales del Cretácico y desapareció a finales del Eoceno y se sabe que vivía en aguas marinas cálidas poco profundas. Por todo ello, no son solo un indicador claro de la edad sino también del ambiente en el que se formaron las calizas que conforman las Roques de La Vila y sobre las que se asientan los restos del castillo románico de Finestres. Como hemos visto en la parada anterior, los materiales de colores amarillentos, rojizos y ocres, representan ambientes de zonas costeras y desembocaduras de ríos. Por el contrario, estas calizas se formaron en un ambiente marino; un mar tropical de aguas claras y poco profundo. Esto nos está indicando un ascenso del nivel del mar y una invasión del continente por el mar.