Gil Cobo - Lancha y Pino de la cigarra - Blanquillo - Camino de Blanquilla Baja - S. Ginés

¡¡¡OJO!!! RUTA NO APTA PARA SENDERISTAS NO ACOSTUMBRADOS A CRESTEAR Y AL CAMPO A TRAVÉS. La catalogo de difícil precisamente por los tramos campo a través y el ascenso por la cresta a la Lancha.

Hoy 10 de marzo hemos disfrutado de una jornada serrana muy montañera, acompañados de un día con un cielo espectacular. Tras comenzar caminata junto al merendero de Gil Cobo, hemos tomado el camino de la izquierda del río con la idea de ascender a la Lancha de la Cigarra por su vertiente occidental. Ya hice otro intento hace un par de años, y aunque conseguimos subir fue por una zona de trepada con cierto riesgo. Hoy, sin embargo hemos encontrado un acceso "bastante cómodo" dentro de que es un paredón. Pero como digo, hemos seguido una raspa rocosa moteada de pinos que ha resultado un camino idóneo.

A los 700 m de inicio tras una curva en la roca y tras un par de pasos de bojeras algo incómodas, hemos iniciado un ascenso que se intuye muy bien hasta coger la raspa 300 metros después. Aquí curiosamente nos hemos topado con una sima que ya encontré la otra vez (aunque no la buscaba, ya que la otra vez el ascenso lo iniciamos casi a la altura de la Cerrada de San Ginés). Tras ascender la raspa hemos entrado en la Lancha de la Cigarra, en la que nos hemos asomado al precipicio que da al merendero. Tras ello hemos tomado dirección al Pino de la Lancha, y desde aquí hemos buscado descenso hasta el Peneroso.

Tras tomar la senda hacia el blanquillo hemos disfrutado de las vistas que ofrece el camino hacia el Torraso y el Hoyacillo u hermanillos. Igualmente, tras pasar por la escalera de acceso al cinto inferior, hemos disfrutado del verdor y el agua que rezuma la zona, ahora atacando ese último e "inolvidable" pecho que nos da paso a la cuerda del Blanquillo.

Al llegar a cumbre, lo típico, disfrutar de las vistas, fotos, descanso de unos minutos y vuelta por la cuerda pero en dirección al morrón de la cañada del Lobo, en un tránsito precioso que siempre está enmarcado al frente por el Cabañas, Sierra Nevada y el Aguilón del Loco.


Ahora, descendemos de la mora en su vertiente norte, pero en lugar de seguir cresteo, buscamos un camino que hemos llamado "de la Cueva del Agua" simplemente porque nos dirige hacia allí bajo un impresionante roquedo y protegiéndonos del sol. Nuestro hito visual del momento es la Morra de los cerezos. Este camino se acaba juntando con el que viene de Blanquilla baja y nos lleva hasta la pista del Peneroso, desde donde tomamos descenso disfrutando de los arroyos que se van juntando y aumentando el agradable ruido del agua, hasta la Cerrada de San Ginés.

Una jornada de nuevo mañanera, pero muy montañera, divertida y disfrutona de algo más de 12 km pero con un par de ascensos notables.