Girasoles en flor, Jafre, Molí de la Salvetat, Santuario Font Santa, Meandros Ter, L'Illa d'Avall, Creu del Terme

El objetivo inicial era fotografiar los famosos campos de girasoles del Empordà en plena floración, entre finales de junio y primera quincena de julio, aprovechar, visitar el Molino, las construcciones adyacentes y el último meandro del Ter, en el que forma l'Illa d'Avall (forma parte del itinerario del Ter).
Ruta circular, con punto de inicio en un pequeño parking en subida en la parte central de Jafre, pueblo de 400 habitantes, surgido en el año 983 construido sobre un meandro del río Ter y al resguardo de un antiguo castillo medieval, hoy desaparecido, a lo largo de la Edad Media que perteneció al monasterio de Banyoles.
Después de los campos de girasoles y su ingenioso plan de regadío, pasamos por una masía con varios caballos, al lado de un canal con abundante agua, dejamos la pista y nos adentramos en l'Illa d'Avall, visitamos el Molino y algunos de los paisajes bucólicos que deja el Ter a su paso, con vegetación de ribera, para recorrer después el centro del pueblo, admirar la iglesia de San Martín, construida aprovechando los muros del antiguo castillo, y las casas de Can Ric y Can Pou, edificadas entre los siglos XVII y XVIII, visitando las zonas amuralladas y pasando por el santuario de la Virgen de Gracia de la Fontsanta, construido en el siglo XV junto a una fuente a la que se le atribuían propiedades milagrosas. Consta de una iglesia entre dos cuerpos laterales y un atrio al que se accede a través de un gran arco.
La agricultura es de regadío con predominio de cultivo de hortalizas, frutales como manzanos y melocotoneros y forrajes. En la zona de secano se cultivan cereales, maíz y extensos campos de girasoles.
Leyenda
Cuentan que en 1460, cuando Miquel de la Masía Castell araba su campo del Bosc Grand, se le apareció un joven desconocido que le comunicó que el agua de la Fuente tenía propiedades curativas. Ante la incredulidad del labrador le profetizó que ese mismo día moriría un niño en Jafre.
Aún no había terminado el trabajo en el campo cuando sonaron las campanadas a muertos. Cuando llegó a casa se enteró de que acababa de morir el hijo de Bernat Dolça. Asustado lo contó al rector y al poco mucha gente acudía en peregrinaje para curarse de enfermedades de los ojos, del reuma, dolor de garganta, parálisis y fiebres.
Las autoridades del pueblo y las eclesiásticas decidieron levantar una capilla a la Virgen de Gracia. También se acordó que el milagroso manantial llamara la Fuente Santa.
Aparte del Santuario y la Iglesia Parroquial, cabe destacar el pozo de agua caliente o "pozo del petróleo", aunque pertenece al municipio vecino de Garrigoles, que se abrió en los años sesenta por una empresa italiana que buscaba petróleo. Al llegar a la profundidad de 1000 metros encontraron agua caliente y sulfurosa que atrajo a muchas personas por las propiedades curativas, especialmente las afectadas de artrosis.
El renombre de las aguas propició que la Generalitat construya un nuevo pozo, pero este dentro del término de Jafre, con un importante caudal de agua (100 m³/ h) con una temperatura de 50 grados. Se inició la construcción de un balneario con instalaciones complementarias que no prosperó y ahora es un inmenso porche abandonado.
También cabe mencionar el Pou de las Goges regalado al Ayuntamiento en 1932 por el propietario Carlos M. Esteve de Rich. Esta finca tiene una Fuente y una barraca y en 1965 fue restaurada por la Sociedad de Cazadores de Jafre. A menudo la fuente se hacen meriendas. Dice la leyenda que el Pou de las Goges, habitaban unos seres fantásticos con formas femeninas y que en las noches salían a gritar y bailar.
La Cruz del Padrón está situada en el punto más elevado del núcleo urbano, junto al Campo de Fútbol y del local social. Tradicionalmente se iba en procesión a hacer la bendición del término cada año por la festividad de la Santa Cruz.
Finalmente la Creu del Tèrme, está situada en la entrada sur del pueblo. En la cruz se distingue el escudo familiar de los Pou (estirpe noble del pueblo), un león sacando agua de un pozo.
El itinerario pasa al lado del Ter, hasta l'Illa d'Avall, una zona de sedimentación de arenas y gravas del río Ter, con una superficie de 25 Ha. Los cauces del río y los márgenes, constituyen un ecosistema de excepcional interés en el que se desarrolla una flora (vegetación de ribera y vegetación mediterránea) y una fauna específica. En total se han contabilizado unas 200 especies vegetales.
Cruzamos la carretera tomando el camino de tierra a mano derecha. Después de pasar el puente de la acequia del Molino o canal de Senmenat, giramos a la izquierda siguiendo el curso de la acequia.
Las aguas de este canal movieron, años atrás, los molinos de harina de Jafre, Verges, Bellcaire y la Escala y también sirvió para regar campos y cultivos de arroz. Incluso, para generar energía eléctrica. Pasaremos por el lado del Moli de la Salvetat (molino harinero y arrocero, hoy abandonado) donde se pueden apreciar las estructuras de un molino hidráulico (la balsa, el canal y el foso fueron excavados en la roca). También fue central hidroeléctrica que distribuía electricidad a los núcleos más próximos, construido en el siglo XVIII y reconvertido en vivienda. Junto a él se encuentra la capilla de San Antonio y el Mas Roig o Can Tarrés. La capilla data del siglo XVII y sirvió como refugio, de ahí el nombre del barrio de La Salvetat. Actualmente está en muy mal estado y se usa como almacén. El Mas Roig, más conocido hoy en día como Can Tarres y situado junto a la capilla, es una masía del siglo XVI en cuya fachada todavía luce un portal dovelado, un ventanal con molduras y una pequeña ventana gótica.

En el año 2010-13 se llevó a cabo un proyecto de actuaciones contra las especies vegetales invasoras (Robinia pseudoacacia, Arundo donax, Bambusa, alianthus altissima, Acer negundo, Ligustrum japonicum, Parthenocisus o viña virgen ...).
El 11 de noviembre de 2013, un incendio forestal hizo replantear dichas intervenciones para introducir especies autóctonas (alisos, sauces y fresnos).


Una vez dada la vuelta por esta isla, en el Moli, giramos a la derecha hasta que encontramos un pequeño encinar al pie de pista donde giramos a la izquierda (si se quiere acortar la ruta se toma antes de éste, el desvío asfaltado de la izquierda). Pasamos por delante de una torre de telefonía móvil, hasta encontrar el camino viejo de Verges. Ahora volvemos al pueblo pasando por el medio de la fábrica de piensos y entramos en Jafre justo por la Cruz de Término hasta llegar al lugar de inicio donde nos espera el vehículo.