Gondomar. Ríos y regatos. Alto de San Martiño ~ Mirador de San Antoniño.

Ruta que parte del lugar de Rasas, pero que ofrece distintas variantes para su comienzo, como la aldea de A Fonte, A Fraga o el Mirador de San Antoniño.
Comienza por un camino que nos lleva un pequeño tramo por carretera hasta que giramos a la derecha siguiendo un sendero que nos lleva a orillas del Río Miñor. El entorno después de estos días de lluvia es una belleza, agua por doquier, y varios muiños en estado de abandono pero repletos de musgo y hojas que le dan un cierto encanto. Cabe indicar, que exceptuando los muiños da Serra en la parroquia de Peitieiros, que fueron restaurados en 2003, el resto de muiños que fuimos encontrando a lo largo de la ruta, están en completo estado de abandono. Una verdadera pérdida de patrimonio etnográfico.
Próximos al lugar de a Fonte dejamos la margen del río para seguir, en constante subida, nuestro camino hacia el Alto de San Martiño desde donde podemos apreciar una hermosa panorámica a la ría con las Islas Cíes de fondo.
Comenzamos el suave descenso hasta llegar a la carretera PO-340, que cruzamos a la altura de un cartel indicador de los petróglifos de la zona, y continuamos por un camino que dando un rodeo nos lleva nuevamente a la carretera, que volvemos a cruzar para alcanzar el área recreativa del Mirador de San Antoniño desde donde se pueden contemplar unas fantásticas vistas hacia el Valle del Miñor.
Salimos de la zona del mirador siguiendo la carretera a mano derecha y la dejamos unos metros más adelante por un camino que sale a la derecha y que nos conduce hasta la aldea de A Fraga. Muy pronto llegamos al precioso sendero del río Couso, un camino que en algunas zonas va muy próximo al agua y en el que nos encontramos unos cuantos muiños. Esta zona es quizá de lo más bonito de la ruta, aunque hay pequeños tramos que pueden presentar alguna dificultad ya que encontramos algunos troncos atravesados y zonas de camino estrechas que con el suelo mojado, las hojas y raíces pueden provocar algún resbalón. Nada importante, solo requiere ir con cuidado. Quizá otra dificultad podría ser el cruce del río que hay que realizar subiéndose a unos troncos, ya que el pequeño puente de madera está caído y es la única alternativa. Pero con cuidado se puede salvar. Más adelante volvemos a cruzar el río, pero en este caso el puentecillo de madera está en pie y el único cuidado sería no resbalar.
La ruta es una belleza, y con estos días de lluvias los ríos y su entorno son todo un espectáculo que bien merece la pena.
La catalogamos de moderada ya que hay zonas que como bien dije requieren cierta técnica, además de la subida hasta San Martiño, que si no se está acostumbrado puede agotar un poco. Por lo demás no tiene inconveniente y seguramente sin lluvias, muchos menos; aunque personalmente creo que perdería parte de su encanto.