Gorgs de la Riera del Brugent

Nuestro destino será Les Planes d'Hostoles, una pequeña localidad de La Garrotxa que tiene muchísimos rincones ocultos que nos dejarán a más de uno con la boca abierta. Una vez en el municipio, temenos que ir a buscar el cementerio, si venimos desde Sant Feliu de Pallerols, está justo antes de entrar en el pueblo, pasado una curva muy cerrada, a nuestra izquierda, así que cuidado, en cambio, si venimos desde Anglès, tendremos que pasar todo el pueblo, quedando la zona de aparcamiento a nuestra derecha.

Cruzamos la carretera y seguimos por el camino que hay detrás de la puerta metálica. Llegamos a Can Paulí, un antiguo molino de la revolución industrial catalana, en el que se hacía papel durante la época industrial. Bajamos desde Can Pauí hasta una zona donde hay muchos huertos, y seguimos rectos. Un precario cartel colocado en el depósito de agua, hace de indicador, un poco más y no lo vemos.

Al llegar al final de los huertos, ya empezamos a escuchar el agua, llegamos a unas escaleras de madera y a descubrir la Riera del Brugent. Atravesarmos un pequeño torrente por un pequeño puente de madera y subimos por el camino, divisando esta belleza de paisaje. Al final del camino, llegamos al Gorg de la Plana, donde ... nos damos un buen baño en sus cristalinas aguas, y aprovechamos para desayunar. Si seguimos el camino, subiremos por la parte izquierda del Gorg de la Plana y llegaremos al Gorg del Duran, pequeñito y bastante oculto, el camino está bastante lleno de zarzas y hortigas, así que si nos lo queremos ahorrar, no pasa nada.

Para continuar con la ruta, tenemos que deshacer el camino hecho hasta los huertos, donde más o menos un poco antes de la mitad, a mano izquierda, y bastante oculto, veremos un caminito que sube hacia arriba, como referencia, podemos tomar un cerezo que está después del caminito. Luego solo tenemos que seguir subiendo hasta arriba del todo, hasta llegar al Canal de Reg de Can Paulí. Para llegar al canal, hemos de atravesar una zona de hortigas, son unos seis metros, así que aconsejo llevar ropa larga, que nos tape lo máximo, coger una buena bocanada de aire, aguantar la respiración y pasar lo más rápido posible.

Una vez que pasamos esta parte, tenemos que ir caminando por el canal, primero vamos por el lado derecho, y luego cruzamos al izquierdo. El canal es bastante ancho y se camina bastante bien, normalmente, a nuestra izquierda tenemos vegetación, aunque hay un par de trozos, en los que no tenemos nada y si tenemos vértigo, lo podemos pasar bastante mal, así que en ese caso, nos metemos en el canal y caminamos ese trozo por dentro del agua, lo malo es que cubre hasta la cintura, si es verano no hay problema, pero si no ... Llegamos a un punto donde se regula el cauce del canal, ya no podemos seguir por la izquierda, el muro está un poco roto y tendríamos que meter el pie en el agua hasta el tobillo, así que hemos de ir al lado derecho durante un tramo, y luego volver a cambiarnos más adelante.

De nuevo en el canal, a nuestra izquierda veremos el Gorg de la Llaura, luego la Resclosa Gran, donde empieza el Canal de Reg de Can Paulí. Aquí dejaremos de andar por el canal y seguiremos por un camino de tierra, estrecho y con bastante vegetación en algunos tramos. En el camino, llegaremos a un punto que hay una bifurcación, nosotros fuimos por la izquierda, hay un destrepe de unos cuatro metros, pero despacito y agarrándote a los árboles se baja bastante bien.

Si no queremos destrepar, seguimos por la derecha y luego giramos a la izquierda, saliendo a otro gorg, el Gorg de la Mola, aquí es un buen sitio para hacer una parada. Nos podemos bañar, subir por una cuerda fija y hacer el tarzán, ir por una pasarela y saltar al agua, es una zona de diversión jejeje. Subimos por el Brugent, dejando detrás el Gorg de la Mola, y a mano izquierda, está la Cova de la Torre.

Si llevamos un frontal o una linterna, podemos entrar y seguramente veremos algún pequeño murciélago de cueva, al que no hemos de molestar mucho. Al salir de la cueva, no hay que olvidarse de cerrar la reja, así evitamos que entren animales dentro y le den un susto de muerte al próximo excursionista que entre aquí.

Esta vez, en vez de avanzar por el camino que hay a la derecha, decidimos no salir del río, así que lo remontamos, total, no cubre más allá del tobillo. Vamos por el lado izquierdo, pasando debajo de una gran cavidad. Bueno, aquí el agua nos llega casi hasta la rodilla, pero como no está muy fría, no hay problema, a la derecha otra gran poza donde nos podemos bañar.

La profundidad desaparece y apenas hay tres dedos de agua, aquí el sol la calienta de lo lindo, y de ahí que el agua esté relativamente caliente en las pozas. Estamos en verano y agua, aquí no falta, después de lluvias o en invierno al congelarse todo tendrá que ser espectacular, creo que volveré alguna que otra vez más.

Llegamos a la parte final, así que vamos por la derecha de la gran roca que hay en medio del cauce. El puente que vemos a lo lejos nos indica que ya no podemos remontar más el río, así que media vuelta y volvemos hacia atrás, a seguir difrutando del día.

Dejamos el agua y empezamos a subir por el camino que hay al lado de la gran piedra en la parte de arriba del río. La subida no es mucha, y luego el camino se vuelve bastante plano. Salimos a la vía verda y giramos hacia la derecha, bajando hacia Planes d'Hostoles. Esta vía verde, conocida como El Carrilet, era por donde antes pasaba el tren. Como se abandonó fue habilitada como zona para pasear o ir en bici, una ruta muy agradable.

Cuando llegemos al desvío para ir a la Ermita de l'Àngel, giramos a la derecha y seguimos por él, en unos cinco minutos llegaremos a los coches. Y a lo lejos las ruinas del Castell d'Hostoles, otra excursión muy cercana, pero con mayor nivel de dificultad. En resumen una excursión dirigida a disfrutar del río con los perros, y a conocer esta desconocidísima parte de La Garrotxa, altamente recomendable.

Distancia: 4 kilómetros.
Desnivel: 50 metros.
Duración: 4 horas, dependendiendo de lo que estemos en cada gorg.