GR-121 15ª etapa Amezketa - Illarratzu

Después de dejar el coche en el parking de Amezketa frente a la iglesia de San Bartolomé, giramos a la derecha y en escasos 100 m. volvemos a girar a la derecha para tomar una empinada cuesta que sin descanso para tomar aire, nos lleva hacia el barrio de Altunegi. La dura cuesta sale a pista asfaltada a la entrada del caserio Zabalgoena.
Ya por camino asfaltado, vemos a la izquierda “Ataría”, una escultura en madera, en medio de un parque-merendero del escultor local Guillermo Olmo.
Seguidamente la ermita de San Martín del s.XIII-XV y continuamos hasta los últimos caseríos de Altunegi, donde siguiendo las indicaciones, iniciamos por sendero la subida hasta los dólmenes de Larrondo. Primero llegamos a las barreras de acceso al caserio del mismo nombre pero nosotros continuamos de frente hasta alcanzar los dólmenes de Larrondo en la loma del monte Artubi.
Pasado Larrondo, llaneamos por sendero herboso por la ladera de Artubi 1.259 m. Y Balerdi 1.193m, de camino a Urdilletako lepoa.
Alcanzado el collado de Urdilleta, tenemos de frente Urdilleta 748 m y Urreagako Haitza 748 m. que bordeamos por su derecha. Continuamos bordeando Urdilleta y según bajamos vemos la población de Azkarate. Ladeamos el macizo de Urreagako Haitza y el pegado a él, Batzillarko Gaina y continuamos ahora bajando por la ladera de Elois hacia el collado de Zárate.
Llegamos a un cruce de caminos, donde una nueva escultura de Guillermo Olmo nos recibe, y giramos a la izquierda, hacia el collado.
En el collado de Zárate hay o vemos tres obras de Guillermo Olmo, destacando la silla de más de 8 m, llamada “Aundiya”.
Continuamos los próximos 3 kms. por el hayedo de Ali, pasando próximos a la cima de Estebei 552 m. y seguimos hasta el cruce de Arrauneta, desde donde se inicia la bajada de 4 kms, hasta Illarratzu entre pinares y algún que otro riachuelo.
Finalmente cruzamos el río Araxes y llegamos a la GI-2135, junto a la antigua casa de Arbitrios y Mikeletes de Illarratzu y dimos por finalizada una muy bien señalizada etapa, aunque quizás un poco monótona.
Para comer fuimos al Ostatu de Altzo Muni, precioso pueblo, digno de ver y luego bajamos a Altzo Azpi para compararnos con las medidas marcadas en el pórtico de la Iglesia de San Salvador de Miguel Joaquín Eleizegi Arteaga, el Gigante de Altzo. No dimos la talla!