GR 160. Huerta del Rey-Alcubilla de Avellaneda

Partiremos del aparcamiento en la calle principal de Huerta del Rey, cruzamos el río Arandilla donde hay un bonito mirador junto a este río para salir de la población en dirección Sureste. Justo a la salida del pueblo nos encontramos con la Ermita de San Roque al lado de la carretera. Continuamos unos metros por la carretera para abandonarla por el llamado Camino de las Estobas que sale a la derecha y tomando dirección sur transcurre paralelo al río Arandilla y a la carretera de Aranda de Duero. Tras dejar atrás a mano derecha una Fábrica de Harinas continuamos con la misma dirección. Como a los tres kilómetros transcurridos por este camino vemos que se nos une una pista de muy buen trazado por la izquierda. Unos metros antes nos habrá abandonado el río Arandilla que ya no volveremos a ver en toda la etapa. A partir de la incorporación de esta pista el piso mejora bastante, aunque no había sido demasiado malo hasta ahora. Seguimos con el mismo rumbo, viendo ya en la lejanía la torre de la iglesia de Quintanarraya, hacia donde nos dirigimos. Pronto llegaremos a una granja donde nos saludan varios perros con sus ladridos. A la altura de la granja el camino gira hacia la derecha, dirección Suroeste para tras tomar el camino de María la Loba dirigirse a la cercana población de Quintanarraya.

Tras dejar atrás un curioso vagón de tren que hay a la entrada, obviando un cartel que nos indica que las ruinas romanas de Clunia se encuentran a dos kilómetros, y después de dejar atrás su bonita iglesia, saldremos de la localidad por su extremo Sur. Empieza aquí un tramo bastante bonito en el que iniciamos un corto ascenso dejando a mano izquierda la Ermita de San Roque. Justo enfrente de la ermita nos sorprenderá un bello mural del Cid pintado en la fachada de una casa. Continuamos a partir de aquí en un corto ascenso hasta llegar a una especie de collado donde tendremos buenas vistas hacia los dos pueblos que están muy próximos, Quintanarraya e Hinojar del Rey. Ya solo nos quedará un rápido descenso hacia Hinojar del Rey que tenemos ya a la vista. Ya en las inmediaciones del pueblo el camino gira en ángulo recto hacia la derecha, paralelo al río Espeja, que nos llevará hasta la carretera por donde cruzaremos el citado río para llegar a la entrada del pueblo, a la altura de su prominente iglesia.

Desde aquí hay que tomar un camino en ascenso que tras rodear la iglesia, sale de la población tomando rumbo sur. Este camino, llamado de Alcubilla, tras ignorar varios desvíos el camino se adentra en un pequeño valle flanqueado por tierras de labor. Vamos subiendo poco a poco, empezando a aparecer las sabinas. Tras coronar un pequeño alto flanqueado por tierras de labor llegamos al límite provincial entre Burgos y Soria. A partir de aquí el paisaje cambia adentrándonos en un bosque de carrascas con sabinas y enebros. Flanqueada por sabinas la pista continúa por terreno llano hasta llegar a una pradera donde hay unos corrales. Desde aquí iniciamos el descenso que nos llevará hasta Alcubilla. El firme está bastante deteriorado por la erosión y en los tramos de mayor pendiente habrá que andar con ojo para no resbalar. Llegamos por fin una carretera, en las cercanías de Alcubilla, desde donde ya solo nos quedará recorrer el corto tramo que nos separa de este pueblo, primer pueblo soriano en el Camino del Cid y final de esta etapa.

Corta etapa en la que nos adentraremos en la Ribera del Duero, y en la que nos despediremos de la provincia de Burgos. A un primer tramo algo monótono, ya que transcurre por terreno llano y despejado, a partir del Quintanarraya el camino discurre por varios subes y bajas lo que le hace más ameno. La etapa discurre por buenas pistas en general con pequeños desniveles, pero hay que señalar que en la bajada a Alcubilla el firme está bastante deteriorado y hay que tener cuidado para no resbalar. Pasaremos en la etapa por tres pueblos con bonitas iglesias y por un par de ermitas.