GR-221. Etapa 4: Soller - Lluc

Etapa reina de este recorrido en todos los sentidos: máximo desnivel, máxima altura, mucha dureza y, sobre todo, máxima belleza en todo el trazado.
Como he comentado en estas etapas recordar que merece la pena realizar este recorrido en otoño porque el bosque está espectacular y tener en cuenta que con climatología adversa estas montañas pueden volverse muy complicadas. La piedra se moja y se hace muy resbaladiza y hay que tener en cuenta que aunque hay poca altura nos encontramos en condiciones de casi alta montaña.
Salimos de Soller recorriendo sus calles principales y buscamos la carretera a Fornalutx. Si no conoces este bello pueblo merece la pena un pequeño desvío para visitarlo ya que el camino no pasa por allí pero se queda bastante cerca.
Dejamos Fornalutx a la izquierda y seguimos por una carretera secundaria hasta Biniaraix (otro bonito pueblo muy bien conservado y con casas tradicionales muy bonitas).
Desde el final del pueblo tomamos el camino al Torrente de Biniaraix. Se trata de un impresionante barranco que representa quizás la parte más bonita de todo este GR (y eso que hemos visto tramos bellos). Se trata de una subida constante de unos 800 metros sin descansos. El camino está muy bien definido y es fácil de seguir pasando por diferentes zig-zag que hacen la subida algo más cómoda. Coronamos en e Coll de l' Ofre.
A partir de este punto encontramos la alternativa que te llevan hasta el refugio de Tosssals Verds pero nosotros hemos seguido la tradicional de bajada por el Torrente de l' Ofre hasta el pantano de Cúber. Desde el pantano tomamos un camino paralelo a una conducción de agua con la que vamos llaneando y dejamos a la izquierda el Pantano de Gorg Blau.
Justo en el punto en el que se une el camino que viene del refugio de Tossals Verds se inicia la ascensión al Puig de Massanella en el que llegamos a los 1200 m de altitud. En esta zona el tiempo se puede complicar, hace mucho viento y suele meterse la niebla. La ascensión es bastante cómoda siempre por sendas bien definidas y en constante ascenso sorteando casi 500 metros de desnivel.
Desde el punto más alto bajamos hasta el Torrente de Coma Freda más de 150 m para volver a subir al Puig d'en Galileu.
Coronado este punto se inicia un bellísimo y fuerte descenso hasta Lluc. La bajada tiene mucha pendiente pero está bien trazada y no presenta grandes dificultades técnicas (salvo con agua). Varios zig-zag hacen que bajemos hasta Son Massip y luego a Lluc dejando a un lado algunos pozos de nieve muy característicos de estas montañas. El descenso tiene casi 800 metros de bajada constante.
El Lluc puedes encontrar todo tipo de servicios.