GR 48 Sierra Morena 21- Santa Olalla de Cala Arroyomolinos

Hoy la última etapa larga antes de llegar a Portugal. No hace falta que cargues con provisiones porque a mitad de etapa, en el km 15, está el pueblo de Cala donde encontrarás de todo.
El track comienza en la puerta del bar Paquito, siguiendo la carretera desde el hostal Carmelo hacia el oeste, nada más pasar el Ayuntamiento; enfrente la churrería Kariño, un pequeño kiosco frente al bar, por si ya estás un poco cansado de tostadas con manteca y zurrapa. Te los tomas en el bar, recién hechos.
Tras coger fuerzas, allí mismo tomamos la calle Hermanos Pinzón, en la próxima a la izquierda y luego derecha por Hermanos Quintero, tenemos el castillo de frente; al final de la calle giro a la izquierda, vamos dejando a la derecha castillo e iglesia.
Al final de la calle tras pasar las últimas casas encontramos el panel del GR, allí vamos a la derecha por un ancho camino empedrado y tras poco mas de 100 m tomamos un camino que sale a nuestra izquierda junto a un murete de piedra.
Bajamos hasta cruzar un pequeño arroyo, vamos ahora por senda que puede tener algo de vegetación pero sin problemas, ascendemos siguiendo la senda y en unos 300 m salimos hasta un ancho carril que tomamos a la derecha hacia el norte, buenas vistas del castillo de Santa Olalla.
Tras casi 2 km llegamos a una pista y seguimos de frente, vamos ahora por el trazado de un desmantelado ferrocarril minero convertido en vía verde. Atravesamos unas magníficas dehesas, el camino invita a ir en silencio y disfrutarlo.
Lo seguimos sin pérdida a lo largo de 5 km,s, cuando está a punto de terminar nos vamos a la izquierda, por un ancho camino, al poco por senda junto a una cerca metálica, hay ganado suelto.
Vemos una gran casa al frente y vamos hacia ella, es el Cortijo de Pozo Marín, la dejamos a la derecha y salimos pasando una portilla. (foto 1)
Salimos a un buen carril que tomamos a la derecha, al poco pasamos por el borde del gran agujero que ha dejado en la tierra la explotación minera hoy abandonada. En el fondo se ha formado una pequeña laguna. Paneles explicativos.
Seguimos hacia el norte, enseguida dejamos a la derecha la casa de los Ingenieros, debería ser de los que trabajaban en la mina.
Allí mismo el carril inicia un pronunciado descenso, tenemos el pueblo de Cala a la vista.
Tras 2 km,s atentos porque nos vamos a la derecha por un camino flanqueado por dos muretes de piedra. Al poco el camino se convierte en senda y enfila hacia una casa rojiza, antes llegamos a un arroyo y la senda discurre junto a su cauce hasta cruzarlo.
Vamos ahora por senda bien señalizada algo más de un km, (foto 2) salimos a un carril que seguimos de frente, hacia el noroeste.
En poco más de un km llegamos a las primeras casas de Cala, vamos hasta la carretera que es la arteria principal del pueblo, allí a la izquierda.
Era miércoles y había mercadillo. Seguimos la travesía y a la altura de la iglesia nos desviamos unos metros para tomar un pincho en el bar El Foca, muy de pueblo, nos atienden bien.
Del pincho pasamos a unas raciones, con lo que salimos ya comidos aunque no era la hora.
Volvemos a la carretera y en la primera calle nos vamos a la izquierda, es la calle de La Cruz que seguimos hasta desembocar en una carretera.
Pequeño polígono industrial, en una pequeña rotonda tomamos un carril asfaltado en dirección oeste dejando la carretera, las naves quedan a nuestra derecha.
Enseguida el carril pasa a ser de tierra, lo seguimos algo más de 3 km,s, siempre por el principal descartando caminos secundarios y manteniendo la dirección oeste.
En un pequeño descenso dejamos el carril y tomamos una senda a la izquierda que se interna en la dehesa.(foto 3)
Subimos y en unos 400 m alcanzamos un collado, empezamos un descenso, nos mantenemos en la senda.
Al poco el descenso se suaviza y vamos a media ladera, hay que estar muy atentos a aquí a la señalización porque la senda a veces parece que se pierde.
Un poco más abajo a nuestra izquierda vemos un carril, el instinto te dice que bajes, no lo hagas pasa junto a unas colmenas, unos 600 más adelante ya bajas y sales y a un carril que tomas a la derecha.
Siguiendo este carril en 300 m te das de narices con una portilla y una cerca. (foto 4) No hay que pasarla, allí mismo vas a la izquierda y pegado a la valla desciendes por una senda con fuerte pendiente hasta ir a dar con una arroyo, se vadea sin necesidad de descalzarse, hacía días que no llovía.
Buen sitio para un descanso.
Tras el paso del arroyo una subida y el tramo en el que hay que estar más atento, tras el primer repecho de la subida salimos a una portilla que no hay que cruzar, seguimos la senda en dirección casi oeste hasta dar con un murete, allí giramos a la derecha tomando la dirección norte tras abrir una rudimentaria portilla.
Ahora un tramo corto en ascenso con altas jaras que casi se comen la senda (foto 5). Salimos a un lugar más despejado y seguimos en ascenso junto a un murete de piedra que llevamos a la izquierda, en pocos metros salimos a un buen carril de tierra que tomamos a la izquierda. Pasado el tramo más incómodo.
Este cómodo carril lo seguimos primero en dirección norte y más tarde oeste, tras 3’5 km,s tomaremos un camino a la derecha a la altura de unas casas-granja. (foto 6)
Este camino comienza un ascenso, hacia un collado, en unos cientos de metros se convierte en un camino tradicional con tramos empedrados, un bonito regalo para el final de etapa.
Tomado con calma se llega bien al collado, son 100 m de ascenso, nada más pasar el collado y ya en vertiente norte el camino va descendiendo a lo largo de 2 km,s, bonito tramo.
Ya con las casas de Arroyomolinos a la vista y poco antes de salir a una carretera nos desviamos a la derecha por un camino que desciende hasta cruzar un arroyo. Tras cruzarlo en 300 m salimos a la carretera que hemos evitado antes y la tomamos a la derecha.
El track sigue por la carretera hasta la puerta del Hostal Virgen de Los Remedios. Buena opción, y además la única, reserva con tiempo porque tiene pocas habitaciones.
Hay varios bares para cenar de tapas o raciones, infórmate de los que están abiertos, cenamos en La Terraza, debe haberlos mejores pero ninguno es restaurante.
Nos costó 9 horas sin prisas y con paradas, y dormimos como unos benditos. Eso sí una bonita etapa que tuvo de todo.