GR 7 Saleres - Albuñuelas

Esta ruta es un tramo del GR-7; el que va de Saleres a Albuñuelas , y que discurre entre multitud de hazas de labor en forma de pequeñas paratas y de propiedad minifundista; en donde se cultivan patatas, habas, habichuelas y multitud de hortalizas, amén de esa inagotable y vistosa arboleda formada por azufaifos, granados, caquis, acerolos, nísperos, membrillos, limoneros, naranjos y con algunos tramos entre chumberas y cañaverales.

Saleres fue un municipio independiente hasta 1972, cuando se fusionó junto con Restábal y Melegís en un solo municipio llamado El Valle, recayendo la capitalidad municipal en el núcleo restabeño. Se accede desde la carretera nacional 323, salida de Lecrín.

La localidad de Saleres se enclava a 560 m. de altitud en la margen izquierda del río del mismo nombre o río Santo. Su estructura es totalmente musulmana, jalonada de callejas estrechas y patios, imposibilitando el paso de vehículos. Los 350 habitantes que la pueblan están dedicados al cultivo de olivos, agrios y almendros.

Entre sus paisajes más destacados, encontramos: la vista del casco urbano, el frondoso valle del río Saleres, la Sierra, a la que se accede mediante un carril que parte de la población, y donde se encuentra la fuente de los Siete Años y la del Olivar de Santalla. Sin olvidarnos de las callejas y patios del interior de la población.

El clima es templado en invierno y fresco en verano está rodeado de naranjos, que hacen que el paisaje sea único.

Se puede visitar en cualquier época, siendo especialmente recomendable en primavera, cuando abre la flor de azahar.

Aparcamos en la entrada de la localidad de Saleres y caminando nos dirigimos por la Calle Llana hacia la ribera del Río Saleres o Santo.

Tuvimos la suerte de que el pueblo se encontraba en fiestas; tienen la tradición de hacer día de puertas abiertas en algunas de las antiguas casas, muy bien cuidadas, con patio nazarí, techos con policromías y multitud de detalles. Sus dueños se sienten orgullosos de mostrar sus moradas y no es para menos. También hay la tradición de cocinar una gran paella que estaba buenísima y que nos lleno de energía para realizar la ruta. Menudo comienzo. Estas fiestas se celebran el último domingo de cada octubre.

Justo antes de llegar al rio, junto unas pequeñas instalaciones deportivas y una fuente recientemente construidas, tomaremos un carril asfaltado que en un continuo ascenso nos irá alejando de Saleres y del río ; entre huertas en paratas a distintas alturas repletas de naranjos, limoneros, granados, higueras…

Seguiremos siempre las señales blancas y rojas que señalizan el recorrido del GR7. Prestar atención en algunas de estas balizas ya que está el palo pero falta la dirección y otras han sido arrancadas por algún vándalo. Mejor ir confirmando con el GPS.

Vamos ganando una altura considerable con respecto al rio y en uno de los recodos apreciamos una fuente, en otro apreciamos la existencia de una antigua era con unas buenas panorámicas del Valle de Lecrín y el Caballo al fondo. Por último llegamos a una parcela con unos olivos centenarios que nos sorprende por su paz y sosiego.

Siguiendo el camino. Siempre en ascenso, llegamos al barrio bajo de la localidad de Albuñuelas que atravesamos por la Calle Gonzalez. Saldremos de este barrio, nuevamente rodeados de huertos muy bien cuidados, para llegar a la plaza del antiguo ayuntamiento; en esta plaza del pueblo se sientan los ancianos por la mañana. Por la tarde en ella juegan los niños y por la noche se sientan en ella los adolescentes del pueblo..

Desde aquí nos encaminamos a un antiguo lavadero, la fuente de la Virgen de las Angustias y por último veremos La Torre del Tío Bayo (o Vayo); es una construcción defensiva de época nazarí. Está situada en pleno casco urbano, en la esquina de las calles Habana y Caño. Tiene planta rectangular, de 7,75 m x 6,90 m, y altura de 10 metros, aunque probablemente fuera más alta en su origen. Este segundo cuerpo ha sido modificado al adaptar el torreón a vivienda urbana, abriéndose huecos nuevos. Se ha datado, de forma genérica, en época nazarí y los arqueólogos han considerado que se trata de la torre vinculada a una alquería murada, de las que existieron muchas en la época final de al-Ándalus.

Junto a la Torre Bayo se encuentra otro encantador lavadero, llamado con el mismo nombre y que hace las delicias de una decena de gatos que campan a sus anchas en este tranquilo y apacible rincón, con el murmullo del agua como sonido de fondo.
Posteriormente pasaremos por la Estación y retomaremos fuerzas en el Mesón las Tres Lindes. Tras el descanso veremos la iglesia del Salvador.

El pueblo de Albuñuelas está inmerso en la sierra de su mismo nombre, se halla al Oeste del Valle de Lecrín y constituye uno de los lugares más privilegiados del mismo. El pueblo está formado por tres barrios: Alto, Bajo y el de La Loma de una estructura urbana de trazado medieval y repleta de rincones pintorescos de singular belleza.

Este pueblo data del siglo X~XI, lugar de paso de la ruta de Al Idrisi, el primer geógrafo musulmán, y de León el Africano, que viajó hasta Granada desde el Sur del Sáhara.
Está situado sobre el valle del río Santo, con vistas espectaculares a la garganta, a la Sierra Nevada, a la Sierra de Albuñuelas y a la Sierra de los Guájares.

Desde Albuñuelas desandaremos lo andado hasta Saleres, punto final de esta ruta.