GR 71. Tudanca-Pejanda

Partiendo desde Tudanda iremos por carretera hasta el cercano pueblo de La Lastra situado al otro lado del valle. Desde lo alto del pueblo enlazamos con la pista que sin mayor problema que el de superar el desnivel nos lleva hasta el Collado de Abellán. Al llegar al collado giramos hacia la izquierda subiendo unos metros por la ladera para enlazar con el Camino del Potro que discurre a media ladera y nos lleva hasta el Collado del Potro que sirve de comunicación con el Valle de Polaciones. Tras el collado continuamos un tramo a la misma altitud para internarnos enseguida en un bosque. Después de cruzar un arroyo enlazamos con un camino más ancho que nos internará en el Valle de Polaciones. Desembocamos en la CA-281 que une Piedrasluengas con Rionansa y en menos de un kilómetro llegaremos a Pejanda, final de etapa.

Etapa que nos llevará desde el Valle del Nansa hasta el de Polaciones. En general la etapa no es excesivamente dura teniendo que superar un desnivel de unos quinientos metros todos ellos por pista. La señalización de la etapa como en otras de este GR es bastante deficiente. En el tramo inicial de bajada hacia Polaciones hay que tener cuidado de no saltarnos una bifurcación que hay junto a un arroyo. El tramo más espectacular de la etapa es el que coincide con el Camino del Potro, camino que antiguamente servía para comunicar el Valle de Polaciones con el Valle del Nansa y la costa. El camino discurre colgado a media ladera y a gran altura sobre el Valle del Nansa en un trazado espectacular que nos deparará magníficas vistas del citado valle. Desde el Collado del Potro tendremos espectaculares vistas del Valle de Polaciones dominando en primer término el Embalse de la Cohilla y la impresionante Hoz de Bejo por donde discurre la carretera que comunica Polaciones con el Valle del Nansa. El final de etapa es en Pejanda. Más que un pueblo es un barrio desarrollado al borde de la carretera. Para alojarnos esta Casa Molleda compuesto por bar restaurante y un muy buen hostal situado en un edificio anejo. Como en todos los alojamientos de esta parte de Cantabria, amplias habitaciones, limpias y cómodas. Y todo al competitivo precio de 50 euros la media pensión.