GR123 Vuelta Bizkaia (Etapa 18) Turtzioz-Muskiz

Etapa de cierta distancia, 28 kilómetros, pero que al discurrir prácticamente en su totalidad por cómodas pistas se realiza de manera fácil y sencilla.
Siempre y cuando,claro está, tengamos el hábito de caminar.
Sirve de nexo de unión entre una zona eminentemente rural,el valle de Trucíos, y la muy urbanizada comarca de Meatzaldea.
Al inicio descenderemos ligeramente siguiendo el curso del río Agüera. Pasaremos por los barrios de Pando,Basinagre y Agüera. Localidad esta última en litigio histórico sobre su pertenencia. En 2008 el Tribunal Supremo emitió una sentencia en favor de su inclusión dentro del municipio cántabro de Guriezo después de una larga disputa con Bizkaia.
Esa disputa territorial tiene su origen en el siglo XVI.

Sea como fuere es al llegar a Agüera cuando empieza la ascensión que nos llevará entre repoblaciones forestales de pino y eucalipto hasta el cordal del monte Ventoso. Pasaremos solo a 300 metros de su cima. Hay que decir que este monte hace honor a su nombre pues hoy el viento soplaba de lo lindo en todo su cordal hasta el monte Betaio. Solamente al pasar a la ladera norte hemos dejado de sentir ese fuerte viento que soplaba del sur.

Tras pasar por el cruce de subida al Alen iniciamos un tramo de descenso hasta el puerto de Las Muñecas, punto divisorio de Cantabria y Bizkaia.
Este descenso, para variar, también metidos de lleno en eucalpitos y pinos. En esta bajada solo tenemos un pequeño rato de subida, un poco antes del citado puerto, para ascender a la humilde cota de Ilso.

En el puerto de Las Muñecas iniciamos el último tramo cuesta arriba del día hasta llegar al collado que separa el popular monte Mello de la modesta cima de Llangones.

Del collado a la iglesia de San Juan de Muskiz nos separan 6 kilómetros por sencillas pistas inmersas en eucaliptales.

Una pena la excesiva presencia de árboles alóctonos durante toda la etapa. Aunque sí hemos de reseñar en las laderas de Ventoso la muy numerosa presencia de acebos dentro de los pinares e incluso una mancha de tamaño notable ocupada por los reseñados acebos sin mezclar con pinos ni eucaliptos.

En cuanto a la avifauna hemos tenido la suerte de observar un mirlo acuático en el río Agüera.

Por último comentar, que en el tramo de bajada hacia el puerto de Las Muñecas hemos visto una estructura similar a una antena pero diferente a las habituales de telecomunicaciones. Creemos que bien puede ser utilizada como medidor de viento. Y es que en estos cordales hay proyectado un parque eólico. Uno más de los muchos que amenazan gran cantidad de macizos de Euskadi. Recienteme nonte a través del Plan Territorial de la energía eólica hemos conocido la enorme cantidad de lugares apropiados que dicho documento,aprobado por el Gobierno Vasco, recoge como válidos para la instalación de los molinos.
Salud y montaña.