GR58 Sendeiro das Greas 2, de Soutomaior a Fornelos

El GR 58 Sendeiro das Greas, es el más largo de los senderos de Gran Recorrido en Galicia. Tiene 247 km., incluidas la variantes, divididos en 28 tramos y discurre por 11 municipios de la Mancomunidad del Área Intermunicipal de Vigo. Este camino conjuga una honda dimensión cultural con elementos naturales de belleza singular. Son muy numerosos los atractivos medioambientales, atravesando parajes de gran belleza, donde no faltan buenos ejemplos de arquitectura popular. Los miradores de esta ruta nos muestran los mejores paisajes del sur de la provincia de Pontevedra y las montañas manifiestan su presencia en las sierras de O Suído, O Galiñeiro y A Groba. La característica que mejor define a este sendero es, sin duda, la riqueza y diversificación de sus paisajes que van desde recorridos eminentemente forestales, hasta zonas de paisaje agrario, pasando por tramos con vistas marítimas de la Ría de Vigo.

No es abundante el patrimonio cultural de este segundo tramo, de Soutomaior a Fornelos de Montes, sin embargo es muy atractivo para el senderista por la belleza de su paisaje de media montaña y de ribera. Salimos de O Sobral por un camino de tierra que tradicionalmente utilizaba la gente para desplazarse entre Arcade y Fornelos. El trayecto es muy agradable para el caminante por su frondosidad por la abundante presencia de alisos, sauces, laureles, mimosas y otras especies. Seguiremos esta pista hasta el lugar de Carballa, cerca de Aranza, una aldea situada en la ladera del monte y caracterizada por la gran cantidad de vistosos “socalcos” (bancales), con los que los agricultores intentan salvar las pendientes para el aprovechamiento de tierras de cultivo. Estos pequeños valles de bancales que finalizan en las riberas del Verdugo y del Oitaven constituyen la señal de identidad de los paisajes agrícolas de Soutomaior. Aunque esta primera parte resulte dura por su perfil, siempre ascendente, tiene la ventaja de que permite contemplar en todo momento el impresionante cañón del río Oitaven, encajado entre paredes que superan los cien metros de altura, así como característicos paisajes de pozas y rocas pulidas, creadas por la acción de permanente erosión de sus aguas. Bajo su protección, el tiempo hizo posible el desarrollo de un robledo, que se mezcla en el río con sauces, alisos y abedules, en un espacio fluvial único por su riqueza natural en especies de flora y fauna. El tramo continua en la parte alta del camino por un sendero empedrado que nos lleva al lugar de Alén de Arriba y poco después a la parroquia de San Adrián de Calvos, donde podremos abastecernos en un bar y descansar en el recinto arbolado de la iglesia.
Continuamos por un camino asfaltado y poco antes de un kilómetro, nos internamos en una zona de monte raso, hasta llegar a la carretera PO-250. Poco después tomaremos una pista muy frondosa que asciende hasta el Monte da Cidade, el punto más interesante de este tramo. En este lugar se esconden las ruinas de un viejo asentamiento integrado por pequeñas casas de piedra, cubiertas de vegetación y un antiguo acueducto. La capacidad de embrujo de este espacio se potencia por los juegos de luz y sombra dibujados por el bosque de robles que lo envuelve y también por un suelo cubierto por hojas que parece una alfombra.
Tras pasar este lugar de ensueño descendemos hasta cruzar el río Barragán por el puente que lo cruza en la carretera PO-250. Pasamos el lugar de Oitaven y ascendemos por un monte que nos ofrece unas espléndidas vistas del embalse de Eiras. Otro trayecto de bajada nos lleva al lugar de Soutosico y, por una pista forestal, llegamos al núcleo urbano de Fornelos de Montes, final de este tramo.