Gredos. Integral Garganta Navamediana-Meapoco-Collado Belesar- Garganta de Bohoyo
near Navamediana, Castilla y León (España)
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Gredos. Integral Garganta Navamediana y bajar Garganta de Bohoyo.
ADVERTENCIA: No funcionó adecuadamente el GPS, seguramente por pérdida, en algunos tramos, de la señal. He cambiado de compañía y no ha sido un buen negocio. Es por ello que el track marca una distancia de casi 37 kilómetros, cuando en realidad la ruta realizada estará alrededor de los 32,5 kms, por el teléfono y la grabación del compañero de ruta. Como se puede apreciar, la línea hace varios extraños, lazadas, idas y vueltas, que no responden a la realidad, sino a la pérdida de la señal. En todo caso, no hay pérdida alguna, pues la ruta está bien marcada, con hitos y sin posibilidad de pérdida, no hacer caso pues a los extraños giros que en ocasiones me hizo el GPS.
Ruta larga,, en todo caso, probablemente excesiva para una sola jornada. Se puede hacer en dos, aprovechando la multitud de refugios que, en buen estado, jalonan la ruta, todos ellos marcados con banderas en el track. La he calificado de difícil por su longitud (32,5 kms), pero no ofrece riesgo, ni tiene problemas técnicos algunos, bien marcada, se hace cómodamente, excepto si se quiere coronar el Belesar donde el acceso desde la Portilla de los Cantos Colorados es difícil, grandes piedras que dificultan el ascenso y el cresteo desde El Belesar al Picurucho si se quiere ir hacia la Portilla de 5 lagunas, resulta duro y difícil, pero accesible. Nosotros decidimos, desde la Portilla de los Cantos Colorados, seguir a media ladera hasta dar con la Fuente de los Serranos (2.324 de altitud), la más alta de la sierra de Gredos y considerada como el inicio e la Garganta de Bohoyo, renunciando a subir al Belesar (lo hicimos el año pasado), por su dificultad relativa y porque se haría demasiado larga la ruta para un día.
De igual modo, esta ruta se puede hacer bien saliendo de Navamediana (nuestra opción) o desde Bohoyo.
Es este un trayecto cargado de historia, camino tradicional de acceso al Circo de Gredos para pastores y montañeros, antes de construirse la carretera desde Hoyos del Espino a la Plataforma. Desde entonces, ha quedado un poco olvidada. Muestra de ello es que Camilo José Cela realizó una travesía hasta Candeleda subiendo por la Garganta de Bohoyo, de la que da cuenta en su afamado libro "Judíos, Moros y Cristianos", en su Capítulo VII, titulado "Gredos, espalada de Castilla" (denominación que le diera Unamuno, describe la hazaña. "Aún de noche, cuenta el autor, con la garduña amándose, a grito herido, por los canchos del Juego de Pelota, el vagabundo (así se llamaba así mismo Cela), se echó al camino con ánimo de cruzarse Gredos en un día; saliendo temprano, dice, y sin necesidad de forzar el paso, el viaje puede hacerse bien, siempre que el hombre que va de marcha no se meta a escalar cumbres ni hacer gimnasias, ni se aparte, tampoco, del sendero". En cinco horas llegó a la Fuente de los Serranos (nacimiento Garganta de Boyoho), donde le dio un tiento al vino, porque el agua, aún la mejor, es mala y no sirve ni para quitar la sed, pues el agua sirve para apagar la sed del borracho, no la del caminante, eso dice el vagabundo. Bajó después por el Callejón de los Lobos (peligroso, por cierto), para subir a encontrarse con las Cinco Lagunas. Sube después a la Portilla del Rey, sale al Gargantón, ya por la trocha Real, bordea el risco Moreno, baja hasta la Garganta de Gredos y llega a la laguna (inmenso riñón de agua nítida y bien filtrada, dice él). Sube por los Barrerones, cruza la cuerda del Cuento, baja a Prado Pozas, de allí al Puerto de Candeleda y acomete la bajada hasta ese pueblo del tirón. Quien conozca Gredos, sabe que esto es una hazaña y da cuenta del buen estado físico de Camilo José Cela, al atravesar Gredos en un día (más de 40 kilómetros y más de 2.000 metros de desnivel acumulado).
De este modo, decidimos hacer la integral de las dos Gargantas saliendo desde Navamediana, donde hay un pequeño parking (sólo con 2 o 3 plazas) y un cartel indicativo de la ruta que vamos a tomar, la PR-AV38.
Por cierto, todas las fuentes marcadas en el recorrido están secas, debido al estiaje, pero también a la falta de mantenimiento. Tan sólo en la Fuente de los Serranos, la más alta, a duras penas, pudimos coger un poco de agua.
Siguiendo la senda, bien marcada, de la Garganta de Navamediana, primero una camino ancho que enseguida se convierte en senda, con tupida vegetación, arroyos aún con agua, dejando siempre a nuestra derecha la Garganta, llegamos al primer refugio, en un pequeño rellano: "Chozo Quemaculos". A partir de aquí la senda se endurece, se ve un estrangulamiento de la Garganta con una pequeña cascada (marcada con bandera), hasta llegar a una zona llana, con praderas y roca, la Pradera de las Hoyuelas, donde un cartel marca fin de la senda y confluyen dos arroyos: el de la Garganta de Navamediana y el Arroyo del Gargantón. Hasta aquí hemos podido disfrutar del tomillo, el cantueso, algunos piornos, abedules y álamos temblones y la compañía invisible, pero cierta, de arrendajos, urracas y mirlos.
A partir de las Hoyuelas se puede continuar por dos valles, el de la Garganta de Navamediana, que sube más suavemente (recorrido más largo), salvando un precioso desplome de la Garganta y acometiendo el tramo final por mullidas praderas hasta llegar al nacimiento de la Garganta y al cordal a la altura del Refugio Regajo Largo ( 2.142 metros altitud), grande y bien conservado. La otra opción es tomar desde las Hoyuelas a la derecha por el arroyo del Gargantón, ruta más escarpada que desemboca en el Meapoco occidental.
Pasado el refugio, continuamos un tramo por una magnífica senda hasta atravesar el gran paredón, la famosa tapia ganadera que sube prácticamente hasta el Belesar. Aquí, debemos seguir la pared, pues el resto del terreno está ocupado por molestos piornos que impiden el paso. Junto al paredón se transita bastante bien, pasamos por la Fuente Venero Regajo largo (seca), continuando el ascenso hasta el collado que da acceso al Callejón de los Lobos. En este tramo, Tito Jiménez, a quien he seguido, afirma que hay dos manantiales entre piedras, que tiene marcados en su ruta, pero que no encontramos.
Nos dirigimos después a la cima del Meapoco occidental (2.396), con vértice geodésico, una meseta bastante suave y fácil de alcanzar, justo enfrente del oriental, que tiene 20 metros más de altura, pero sin vértice alguno.
Llegamos después a la Portilla de los Cantos Colorados y decidimos, en lugar de subir al Collado del Belesar y al Belesar (hubiera alargado mucho la marcha), seguir por la falda de esos picos hasta buscar la Fuente de los Serranos. Cometimos algún error, no se debe bajar tanto, sino seguir a media ladera hasta la Fuente de los Serranos, pues luego nos tocó subir un poco. Esta fuente, como dije, es la más alta de Gredos. Tiene un refuerzo de varias piedras, debajo de las cuales mana un delgado hilo de agua. Está sin encañar y después de limpiar el musgo y profundizar un poco en ella conseguimos coger 3 o 4 litros de agua con mucho esfuerzo. Ya desde aquí nos dirigimos cerca de unas ruinas de una majada, hasta la pared, para descender después por toda la Garganta de Bohoyo, siguiendo el PR-AV 16. Esta Garganta nace entre el pico Meapoco y el Belesar, recoge las aguas de escorrentía del circo glaciar a 2.300 metros de altitud. Contiene más de media docena de glaciares de ladera, y su vegetación se compone desde el Rebollar al piornal de alta montaña. Hay que decir que está más despejada que la de Navamediana y tiene menos sombra. Desde la Fuente de los Serranos hasta Bohoyo, hay algo más de 15 kilómetros, pero bien marcados y sin dificultad alguna.
Como a 2,2 kilómetros, en continuo descenso, encontramos el Refugio del Belesar, bien mantenido, donde aprovechamos para comer. A partir de aquí, la bajada es suave, y a 3 kilómetros encontraremos la excelente poza "Baño de las Sirenas" (1878 metros), con una preciosa cascada y aprovechamos para darnos un baño, eso sí, en aguas muy frías.
Acometemos luego el descenso hasta Bohoyo, largo, larguísimo, un poco cansino y monótono, donde, antes de llegar al Refugio del Lanchón, he marcado un manantial entre piedras que manaba bastante y que nos ayudó a transitar el último tramo con agua suficiente. Tras el Refugio del Lanchón el de la Longuilla, luego el de la Redonda y por último el de la Secá, con su fuente seca. Desde aquí a Bohoyo es la parte más dura, pues el calor, y la pista ganadera, a veces se hacen interminables hasta llegar al campo de fútbol de Bohoyo y tomar un atajo a su derecha para bajar a la carretera de Navamediana y, en unos 20 minutos, acabar en el punto de origen, el parking donde dejamos el vehículo.
Ruta, pues, larga, exigente, sin riesgos ni dificultades técnicas, por dos preciosas Gargantas que tuvieron en el pasado su mejor momento.
ADVERTENCIA: No funcionó adecuadamente el GPS, seguramente por pérdida, en algunos tramos, de la señal. He cambiado de compañía y no ha sido un buen negocio. Es por ello que el track marca una distancia de casi 37 kilómetros, cuando en realidad la ruta realizada estará alrededor de los 32,5 kms, por el teléfono y la grabación del compañero de ruta. Como se puede apreciar, la línea hace varios extraños, lazadas, idas y vueltas, que no responden a la realidad, sino a la pérdida de la señal. En todo caso, no hay pérdida alguna, pues la ruta está bien marcada, con hitos y sin posibilidad de pérdida, no hacer caso pues a los extraños giros que en ocasiones me hizo el GPS.
Ruta larga,, en todo caso, probablemente excesiva para una sola jornada. Se puede hacer en dos, aprovechando la multitud de refugios que, en buen estado, jalonan la ruta, todos ellos marcados con banderas en el track. La he calificado de difícil por su longitud (32,5 kms), pero no ofrece riesgo, ni tiene problemas técnicos algunos, bien marcada, se hace cómodamente, excepto si se quiere coronar el Belesar donde el acceso desde la Portilla de los Cantos Colorados es difícil, grandes piedras que dificultan el ascenso y el cresteo desde El Belesar al Picurucho si se quiere ir hacia la Portilla de 5 lagunas, resulta duro y difícil, pero accesible. Nosotros decidimos, desde la Portilla de los Cantos Colorados, seguir a media ladera hasta dar con la Fuente de los Serranos (2.324 de altitud), la más alta de la sierra de Gredos y considerada como el inicio e la Garganta de Bohoyo, renunciando a subir al Belesar (lo hicimos el año pasado), por su dificultad relativa y porque se haría demasiado larga la ruta para un día.
De igual modo, esta ruta se puede hacer bien saliendo de Navamediana (nuestra opción) o desde Bohoyo.
Es este un trayecto cargado de historia, camino tradicional de acceso al Circo de Gredos para pastores y montañeros, antes de construirse la carretera desde Hoyos del Espino a la Plataforma. Desde entonces, ha quedado un poco olvidada. Muestra de ello es que Camilo José Cela realizó una travesía hasta Candeleda subiendo por la Garganta de Bohoyo, de la que da cuenta en su afamado libro "Judíos, Moros y Cristianos", en su Capítulo VII, titulado "Gredos, espalada de Castilla" (denominación que le diera Unamuno, describe la hazaña. "Aún de noche, cuenta el autor, con la garduña amándose, a grito herido, por los canchos del Juego de Pelota, el vagabundo (así se llamaba así mismo Cela), se echó al camino con ánimo de cruzarse Gredos en un día; saliendo temprano, dice, y sin necesidad de forzar el paso, el viaje puede hacerse bien, siempre que el hombre que va de marcha no se meta a escalar cumbres ni hacer gimnasias, ni se aparte, tampoco, del sendero". En cinco horas llegó a la Fuente de los Serranos (nacimiento Garganta de Boyoho), donde le dio un tiento al vino, porque el agua, aún la mejor, es mala y no sirve ni para quitar la sed, pues el agua sirve para apagar la sed del borracho, no la del caminante, eso dice el vagabundo. Bajó después por el Callejón de los Lobos (peligroso, por cierto), para subir a encontrarse con las Cinco Lagunas. Sube después a la Portilla del Rey, sale al Gargantón, ya por la trocha Real, bordea el risco Moreno, baja hasta la Garganta de Gredos y llega a la laguna (inmenso riñón de agua nítida y bien filtrada, dice él). Sube por los Barrerones, cruza la cuerda del Cuento, baja a Prado Pozas, de allí al Puerto de Candeleda y acomete la bajada hasta ese pueblo del tirón. Quien conozca Gredos, sabe que esto es una hazaña y da cuenta del buen estado físico de Camilo José Cela, al atravesar Gredos en un día (más de 40 kilómetros y más de 2.000 metros de desnivel acumulado).
De este modo, decidimos hacer la integral de las dos Gargantas saliendo desde Navamediana, donde hay un pequeño parking (sólo con 2 o 3 plazas) y un cartel indicativo de la ruta que vamos a tomar, la PR-AV38.
Por cierto, todas las fuentes marcadas en el recorrido están secas, debido al estiaje, pero también a la falta de mantenimiento. Tan sólo en la Fuente de los Serranos, la más alta, a duras penas, pudimos coger un poco de agua.
Siguiendo la senda, bien marcada, de la Garganta de Navamediana, primero una camino ancho que enseguida se convierte en senda, con tupida vegetación, arroyos aún con agua, dejando siempre a nuestra derecha la Garganta, llegamos al primer refugio, en un pequeño rellano: "Chozo Quemaculos". A partir de aquí la senda se endurece, se ve un estrangulamiento de la Garganta con una pequeña cascada (marcada con bandera), hasta llegar a una zona llana, con praderas y roca, la Pradera de las Hoyuelas, donde un cartel marca fin de la senda y confluyen dos arroyos: el de la Garganta de Navamediana y el Arroyo del Gargantón. Hasta aquí hemos podido disfrutar del tomillo, el cantueso, algunos piornos, abedules y álamos temblones y la compañía invisible, pero cierta, de arrendajos, urracas y mirlos.
A partir de las Hoyuelas se puede continuar por dos valles, el de la Garganta de Navamediana, que sube más suavemente (recorrido más largo), salvando un precioso desplome de la Garganta y acometiendo el tramo final por mullidas praderas hasta llegar al nacimiento de la Garganta y al cordal a la altura del Refugio Regajo Largo ( 2.142 metros altitud), grande y bien conservado. La otra opción es tomar desde las Hoyuelas a la derecha por el arroyo del Gargantón, ruta más escarpada que desemboca en el Meapoco occidental.
Pasado el refugio, continuamos un tramo por una magnífica senda hasta atravesar el gran paredón, la famosa tapia ganadera que sube prácticamente hasta el Belesar. Aquí, debemos seguir la pared, pues el resto del terreno está ocupado por molestos piornos que impiden el paso. Junto al paredón se transita bastante bien, pasamos por la Fuente Venero Regajo largo (seca), continuando el ascenso hasta el collado que da acceso al Callejón de los Lobos. En este tramo, Tito Jiménez, a quien he seguido, afirma que hay dos manantiales entre piedras, que tiene marcados en su ruta, pero que no encontramos.
Nos dirigimos después a la cima del Meapoco occidental (2.396), con vértice geodésico, una meseta bastante suave y fácil de alcanzar, justo enfrente del oriental, que tiene 20 metros más de altura, pero sin vértice alguno.
Llegamos después a la Portilla de los Cantos Colorados y decidimos, en lugar de subir al Collado del Belesar y al Belesar (hubiera alargado mucho la marcha), seguir por la falda de esos picos hasta buscar la Fuente de los Serranos. Cometimos algún error, no se debe bajar tanto, sino seguir a media ladera hasta la Fuente de los Serranos, pues luego nos tocó subir un poco. Esta fuente, como dije, es la más alta de Gredos. Tiene un refuerzo de varias piedras, debajo de las cuales mana un delgado hilo de agua. Está sin encañar y después de limpiar el musgo y profundizar un poco en ella conseguimos coger 3 o 4 litros de agua con mucho esfuerzo. Ya desde aquí nos dirigimos cerca de unas ruinas de una majada, hasta la pared, para descender después por toda la Garganta de Bohoyo, siguiendo el PR-AV 16. Esta Garganta nace entre el pico Meapoco y el Belesar, recoge las aguas de escorrentía del circo glaciar a 2.300 metros de altitud. Contiene más de media docena de glaciares de ladera, y su vegetación se compone desde el Rebollar al piornal de alta montaña. Hay que decir que está más despejada que la de Navamediana y tiene menos sombra. Desde la Fuente de los Serranos hasta Bohoyo, hay algo más de 15 kilómetros, pero bien marcados y sin dificultad alguna.
Como a 2,2 kilómetros, en continuo descenso, encontramos el Refugio del Belesar, bien mantenido, donde aprovechamos para comer. A partir de aquí, la bajada es suave, y a 3 kilómetros encontraremos la excelente poza "Baño de las Sirenas" (1878 metros), con una preciosa cascada y aprovechamos para darnos un baño, eso sí, en aguas muy frías.
Acometemos luego el descenso hasta Bohoyo, largo, larguísimo, un poco cansino y monótono, donde, antes de llegar al Refugio del Lanchón, he marcado un manantial entre piedras que manaba bastante y que nos ayudó a transitar el último tramo con agua suficiente. Tras el Refugio del Lanchón el de la Longuilla, luego el de la Redonda y por último el de la Secá, con su fuente seca. Desde aquí a Bohoyo es la parte más dura, pues el calor, y la pista ganadera, a veces se hacen interminables hasta llegar al campo de fútbol de Bohoyo y tomar un atajo a su derecha para bajar a la carretera de Navamediana y, en unos 20 minutos, acabar en el punto de origen, el parking donde dejamos el vehículo.
Ruta, pues, larga, exigente, sin riesgos ni dificultades técnicas, por dos preciosas Gargantas que tuvieron en el pasado su mejor momento.
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