Guadalupe, El Puntal (por su cruz), Cabezo de Torres (cruz y Montaña Azul), Churra (capilla con cruz) y volver

He vuelto a repetir la ruta con cierta variante sin cruzarme, com vivo en Guadalupe me viene cercana, el calor todavía no aprieta. Salgo de Guadalupe y me dirijo hacia Espinardo por los Rectores, el carril bici al lado del tranvía, sigo hacia ”El Tiro” al lado de las galerías comerciales y después al lado del cementerio de Espinado, por la Costera Norte, llego al Puntal donde subimos a esa pequeñas tachuelas al lado de las canteras abandonadas (Diseminado Cabezo San Cristo), en ella se encuentra una Cruz y un vértice Geodésico, de allí en vez de bajar al Puntal , el barrio es… complicado, vuelvo a la Costera Norte y no salgo de ella hasta el Cabezo de Torres, por el Carril Casablanca y el Carril Sánchez paso por un parque de no sé qué pedáneo y por la calle Goya subo por las callejuelas hasta arriba del cabezo (hay bastantes alternativas por callejuelas y escaleras, me dirijo hacia la montaña azul, situada en el Cabezo de la Cruz, lo que generó una gran polémica en Cabezo de Torres se ha convertido en un atractivo turístico más para pedanía. Un vecino pintó de azul las rocas del popular Cabezo de la Cruz, encima de la iglesia, hace aproximadamente una década. En 2006, un vecino de la pedanía murciana de Cabezo de Torres, Diego López Martínez, tuvo que marcharse de la misma por la oposición que había despertado sus cinco años de pintar de azul, durante 10 horas diarias, el monte que da nombre al pueblo. Sin embargo, la Montaña Azul terminó convirtiéndose en un atractivo turístico. Diego, que se hace llamar a sí mismo «el Profeta» y dice estar convencido de ser un enviado de Dios, volvía a Cabezo por la puerta grande para pintar de blanco los picos de la montaña, simulando nieve, a pesar de que se encuentra en una zona llena de cactus, donde en verano se superan ampliamente los 40 grados. «Lo hago por orden de Dios, para refrescar el paisaje», En 2014 Diego López Martínez muere en Canarias, lejos de Cabezo de Torres, pedanía en la que dejó su huella en el emblemático Cabezo de la Cruz, donde transformó el paisaje de una zona ennegrecida. Allí tenemos una Cruz y un Vértice Geodésico. El nombre de Cabezo de Torres proviene de “cabezo” (montículo de tierra poco elevado), y del apellido de D. Juan Torres, progenitor de quienes fueron Marqueses de la Corona y que heredaron trece tahúllas en el pago de Alfandarín. Bajo al pueblo al lado de la Iglesia pasando por la plaza de la Iglesia para ver la Parroquia Nuestra Señora de las Lágrimas, y travieso Cabezo de Torres esta vez por el jardín enfrente de la iglesia y por una carretera poco transitada llamada Paseo de Murcia que sale al final del Churra en la avenida Juan de Borbon donde está la pequeña Ermita de la Cruz.
Cruzo Juan de Borbón y por la carretera del Churra en la Alameda de los Pino llevo a la casa de Torre Alcayna se encuentra en la Avenida de los pinos, llamada así porque es donde están plantados unos famosos pinos milenarios de la localidad, lugar por el que arribaron los Reyes Católicos a Murcia en 1488, constituyendo un paraje catalogado dentro del Patrimonio Histórico y Natural de la Región de Murcia. Está junto a la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación. Torre Alcayna es una casa que se remonta al siglo XVIII. Está formada por varias partes de dos pisos sobre los que destaca una azotea con barandillas de bella forja. Los muros del edificio son de piedra sin ornamentación salvo en las ventanas, protegidas por elegantes rejas. La puerta de entrada usa el arco de medio punto. La zona de entrada está realizada en madera, cristal y forja. En el interior alberga una capilla, cuya torre se puede ver desde el exterior, cerca de la fachada principal. La parte alta debió de albergar una campana, perdida hoy en día. En el jardín de la casa podemos encontrar una gran variedad de flora autóctona. Actualmente, la casa se encuentra abandonada y en mal estado de conservación, al igual que sucede con los pinos, por la dejadez de las autoridades municipales. Continuo recto por esa carretera también poco transitada hasta la Avvenida Juan de Borbón que la cruzo por una zona habilitada con semáforo Me vuelvo a Guadalupe por Espinado,
Ya en Guadalupe a la entrada paso con la Torre del Zoco , que como la Casa Alcayna son
de las últimas casas Torre que quedan en Murcia. Casas Torre construcciones singulares de carácter rural tienen en común precisamente el territorio sobre el que se levantaron, la Huerta de Murcia, y su inspiración arquitectónica en modelos anteriores como la villa romana, la alquería árabe y las torres defensivas tan populares en la costa murciana para defenderse de los ataques de incursiones berberiscas.
Además, otras influencias evidentes, como es el caso de las masías catalanas -por el repoblamiento de Murcia por familias oriundas de esta comunidad- y las villas palladianas del norte de Italia -también hubo asentamiento de genoveses- y una serie de funciones agrícolas propias del territorio -especialmente la cría de los gusanos de seda-. Es más, la aparición de estas casas por lo general de planta cuadrangular y rematadas en el centro con una torre en el XVIII -un siglo asociado al Cardenal Belluga, al Conde de Floridablanca, al boom demográfico de las pedanías, muchas fundadas entonces; al comercio de la seda, a la construcción de un sinfín de iglesias y palacios al calor de la riqueza económica,estos inmuebles representan una clara unidad de asentamiento en la Huerta y son los símbolos de una época de esplendor. Me salen unos 14,68 km en total unas 2,40 horas andando que con bastante fotos y puntos de referencia se ha ido a 3,16.